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EXPERIENCIA
Centro de Cuidado Infantil Pedro de OsmaUn hogar para niños y padresLa organización Sumbi, como parte de su Programa de Atención Integral y Educación, abrió este centro de cuidado infantil en 1995. Su objetivo es la atención integral a los niños desde 3 meses hasta 4 años, cuyos padres y madres trabajan y no pueden cuidarlos durante el día. “Más que un nido se parece a un Wawa Wasi, por la edad de los niños y por la atención integral que se les otorga”, señala la directora del centro, Gabriela Montoya Ponce de León. El lugar está ambientado como una casa. Así parece ser más fácil que los niños se sientan en familia. Es como un inmenso cuarto de juegos, donde los niños pasan desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde. “Ese afecto y protección que requieren los niños tan pequeñitos es esencial. Les damos el espacio adecuado para que se desarrollen felices, cómodos, seguros, y los padres trabajen tranquilos”, afirma Montoya. Los 110 niños que conviven en el lugar siempre están ocupados haciendo algo. El equipo técnico (conformado por trabajadoras sociales, psicólogas, educadoras y promotoras infantiles) les proporciona el espacio para que investiguen, exploren y jueguen. A los niños se les da una atención integral, que, además de cuidado y recreación, incluye alimentación y formación de buenos hábitos. La inclusión es también una característica en este Centro. Están inscritos niños con síndrome de down, deficiencias auditivas y de coordinación. La idea es orientar a los padres cómo manejar estas situaciones. Gabriela Montoya asegura que le gustaría llevar esta propuesta a otros distritos además de Barranco, donde se ubica el centro, pero que eso por el momento no es posible por falta de financiamiento. El local donde funciona este Centro pertenece a la Fundación Pedro de Osma, que también apoya con un 50% de los gastos. “Nuestros niños tienen distintas categorías de pago porque vienen de distintas realidades socioeconómicos y eso nos diferencia de otros lugares”, afirma Montoya. Son seis escalas de pago, donde la última no paga. El 15% de niños que están en la primera escala, subvencionan al 15% de niños que están en la última escala. El éxito de este proyecto se puede ver en la larga lista de espera de padres que quieren que sus hijos formen parte de este hogar. |