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ENTREVISTA
Paul Martin, representante de UNICEF en el Perú“El Perú debe incrementar la inversión en la infancia”Entrevista: Carlos Noriega
Paul Martin señala que el Perú está entre los cuatro o cinco países de la región que menos invierten en la infancia y en temas sociales. UNICEF ha presentado el informe sobre el estado de la infancia en el Perú. ¿Cómo estamos? Es muy importante destacar los avances. El Perú es uno de los pocos países de la región que ha mostrado resultados en algunos de los nudos críticos de la situación de la infancia. Algunos países han logrado crecimiento económico, pero no todos han logrado bajar la incidencia de la pobreza. Bajar la desnutrición crónica infantil de 25 por ciento en el año 2000 a 17,9 por ciento en el 2010 es importante, pero hay que hacer más, por supuesto. ¿El nivel de desnutrición infantil en el Perú, que es de 17,9 por ciento según el patrón de medición NCHS, pero de 23,2 por ciento según el patrón de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es alto para el nivel de desarrollo económico del Perú? Esas cifras son consideradas de un nivel alto y están entre las tasas más altas de América del Sur. Pero dicho esto, también hay que decir que hay una mejora notable en el país… ¿Esta mejora ha estado a la par del nivel de crecimiento económico que ha tenido el país o se pudo haber mejorado más? La mejora en los indicadores sociales no depende únicamente de la inversión pública, sino también de factores como el conocimiento o la familia. Pero el Perú está por debajo del promedio de la región en lo que se refiere al porcentaje del presupuesto nacional que se invierte en la infancia y en temas sociales… ¿El Perú está entre los países de la región que menos invierte en la infancia? Está entre los cuatro o cinco países de la región que menos invierten en la infancia y en temas sociales. La reducción de la desnutrición, de la mortalidad infantil, de la mortalidad materna, se beneficia del crecimiento económico, pero si la utilidad de este crecimiento económico no está dirigida a los sectores más necesitados no se van a ver grandes mejoras. En el caso del Perú hay mejoras, entonces hasta cierto punto hay una política a favor de los pobres, pero la política social podría ser más fuerte. No hablemos de porcentajes, sino de personas. ¿Cuántos son los niños en el Perú que viven en situación de pobreza y no pueden satisfacer sus necesidades básicas? Hay diez millones de niños menores de 17 años en todo el país y de ellos un 45 por ciento, es decir cuatro millones y medio de niños, viven en la pobreza. La tercera parte de ellos, es decir aproximadamente un millón y medio, son niños menores de cinco años que viven en la pobreza. Esta concentración de la pobreza en la infancia es exactamente lo contario a lo que una política pública propositiva debería tener, porque estamos hablando del capital humano del país. Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar - ENDES 2010, en el último año la desnutrición crónica infantil descendió muy poco a nivel nacional y se incrementó en varias regiones del país. ¿Cómo ven esta situación? El país no está invirtiendo menos en la infancia, entonces esta baja en el ritmo de descenso de la desnutrición no se debe a una falta de inversión comparada con años anteriores. Acercándonos a cifras menores de desnutrición o mortalidad infantil cada vez es más difícil corregir estos problemas. Cuando se llega a cierto nivel cualquier mejora requiere atacar problemas de inequidad estructural, de pobreza, incluso de discriminación y racismo y de falta de alcance del Estado. Tenemos el desafío de lograr que los servicios sociales y la inversión pública lleguen a los niños de las zonas más alejadas. Eso requiere cada vez mayor inversión, porque es más costoso brindar servicios en zonas alejadas. Para el núcleo de exclusión severa hay que diseñar estrategias adicionales a las actuales. Es un desafío retomar el ritmo de crecimiento en el descenso de la desnutrición. Nos gustaría que los políticos se pregunten: ¿si no me gusta lo que estoy viendo, qué tengo que hacer para cambiarlo? Ojalá esa sea la discusión de la campaña electoral y del nuevo gobierno. ¿Y qué es lo que se debe hacer para lograr importantes avances en la reducción de la desnutrición infantil y mejorar el desarrollo y la calidad de vida de los niños? No mantener sino incrementar la inversión pública en la infancia. Si no se hace esto, va a ser complicado. Si el Perú quiere acelerar los logros a favor de la infancia va a tener que invertir más en la primera infancia y en la infancia en general. Sin inversión dirigida, desde la parte nacional y la parte local, a la infancia, va a ser difícil. No puede ser una inversión vertical y compartimentada, tiene que ser una inversión, como se hizo con el programa Crecer, bien articulada, con mucho apoyo político desde los más altos niveles y con rendición de cuentas basada en datos, como es la idea del presupuesto por resultados. Este estudio que hemos presentado es una contribución para establecer una línea de base para los nuevos gobiernos regionales y municipales, y para el próximo gobierno nacional. La brecha de inequidad entre los sectores rural y urbano se mantiene alta. La desnutrición infantil rural es tres veces mayor que la urbana. Las poblaciones más excluidas, más rurales, más alejadas, donde el crecimiento económico nacional tiene menos impacto, son las más afectadas. Los indicadores urbanos son mejores que los rurales y han mejorado, pero, por ejemplo, mucha de la mejora en el rendimiento escolar se da en los colegios privados. Eso esconde la situación de los otros colegios. La pobreza urbana no sale en este estudio tan claramente como quisiéramos y por eso estamos pensando hacer junto con la Municipalidad de Lima un estudio específico sobre el estado de la niñez en Lima. La población rural en el Perú es cada vez más pequeña, ahora es un 30 por ciento de la población total y en poco tiempo será el 25 por ciento. Tener altos índices negativos en una población pequeña es muy significativo en términos de inequidades, pero quizá no son muchos niños. Los porcentajes son más altos, pero la cantidad de niños con desnutrición es menor en las zonas rurales que en las urbanas. Esto es un desafío para la institucionalidad del país que tiene que dirigir más recursos para atacar estas inequidades Cuando hablamos de inequidades sociales, las poblaciones indígenas son las que tienen los peores índices de desarrollo social. ¿Esta brecha entre las poblaciones indígenas y el resto del país ha crecido o se ha reducido en los últimos años? Una familia indígena viviendo en Lima pero hablando castellano no es categorizada en los censos como familia indígena. Conocemos los promedios de las zonas urbanas, pero no conocemos la situación específica de los indígenas o afros dentro de las zonas urbanas, porque no hay datos confiables. Esa es una investigación que hay que hacer. Un estudio anterior de UNICEF mostró que la situación de la niñez indígena de la sierra ha mejorado y ahora está más o menos a la par que los otros sectores rurales, que ciertamente están muy por debajo que los promedios nacionales y que las zonas urbanas. La brecha entre población indígena de la sierra y el resto de la población serrana se ha achicado, pero los indígenas de la Amazonía se están quedando atrás. En la Amazonía sí hay una diferencia grande entre la población indígena y el resto de la población rural. ¿Los niños de la Amazonía son los que están en peor situación? La población indígena amazónica es la que presenta los peores indicadores de desarrollo social. Y esto va a seguir así si es que no existe una política dirigida a corregir estas inequidades. En la Amazonía estamos viendo un problema de falta de presencia del Estado, combinado con patrones culturales y la exposición a emergencias. Hay un gran problema de falta de conocimientos. Como cooperación debemos pensar cómo ayudar al Estado a lograr un mejor alcance en esta zona. ¿Considera factible que el Perú alcance la meta de desnutrición crónica infantil cero? La historia nos muestra que los países pueden hacer cambios radicales si todos están comprometidos en lograrlo. Un país que logra concertar un acuerdo real sobre prioridades puede alcanzar metas como ésta. Pero el problema no es fijar prioridades, porque todos estamos de acuerdo en que la niñez y la inversión social son prioridades, el desafío grande en la política pública es cómo manejar los sacrificios necesarios para lograr los objetivos priorizados. Esa es una discusión altamente política. En ella es muy importante la participación no solamente del gobierno, sino también de la sociedad civil, el sector privado, las universidades, los medios de comunicación. Si todos estos actores se ponen de acuerdo que lo más importante es la inversión en la infancia el país puede lograr mucho. Sin discusión y sin debate esto no va a pasar. Ojalá que este informe que hemos presentado sea una contribución a este debate. |