Banco Mundial señala que la erradicación de la desnutrición crónica infantil es prioritaria para el desarrollo del país

“La primera meta prioritaria es erradicar la desnutrición infantil que, a pesar de la significativa reducción reciente, sigue afectando alrededor de medio millón de niñas y niños, sobre todo en las áreas rurales, el altiplano y la selva”, se afirma en el libro “Perú en el umbral de una nueva era, lecciones y desafíos para consolidar el crecimiento económico y un desarrollo más incluyente”, publicado por el Banco Mundial y presentado el pasado martes 29 de marzo en el Hotel Sheraton de Lima.

“El tema de la desnutrición crónica es fundamental. Lo que demuestra la evidencia científica es que la arquitectura del cerebro y la capacidad de aprendizaje que tiene una persona se forma en los primeros años de vida, si allí uno no logra un ambiente bueno para que los niños se desarrollen, eso va a tener repercusiones más tarde sobre su capacidad de aprender en la escuela, de conseguir un trabajo y de tener un desarrollo socioemocional completo. Esta etapa es la base del desarrollo humano”, señaló Omar Arias, líder sectorial de Desarrollo Humano del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela, quien presentó el Capítulo III de este libro titulado “Desarrollo de las habilidades humanas para un Perú más próspero y más equitativo.

Arias consideró que la desnutrición crónica infantil en el Perú puede ser erradicada en diez años y señaló que invertir en la eliminación de la desnutrición crónica es la mejor inversión que puede hacer una sociedad. “Hay un panel de expertos que se ha convocado, el llamado consenso de Copenhague, que dice que por cada dólar que se invierte en los programas para reducir la desnutrición, la sociedad recupera 17 dólares, porque eso implica niños que aprenden más, que no abandonan la escuela, que no terminan en pandillas, en el crimen”, manifestó.

Entre las acciones sugeridas por el Banco Mundial para lograr la erradicación de la desnutrición crónica infantil se encuentran: fortalecer el Programa Articulado Nutricional (PAN) con actividades para monitorear el crecimiento de los niños; continuar con el fortalecimiento del programa Juntos, cerrando las brechas en los servicios de nutrición y salud básica de calidad; asegurar un adecuado servicio de Desarrollo Infantil Temprano (DIT); mantener la expansión del acceso a la educación preescolar de 3 a 5 años, entre otras.

Crecimiento económico y reducción de la pobreza

Otra de las metas planteadas por el Banco Mundial es la consolidación del crecimiento económico en el país como una manera de reducir la pobreza y las grandes brechas de desigualdad que existen entre las zonas urbanas y rurales.

“La pobreza en general viene cayendo de manera acelerada en el Perú, lamentablemente todavía hay áreas en las que no han llegado plenamente los frutos de este crecimiento y donde la pobreza es más dura, y es allí donde debemos darle una atención especial (…) Hay poblaciones todavía aisladas que no tienen acceso a carreteras para sacar sus productos, donde hay servicios básicos que son de muy baja calidad o de muy poco acceso, como sucede con el agua o la electricidad, y creemos que es en estos temas en que debemos ayudarles”, señaló Felipe Jaramillo, director para Centro América y el Caribe del Banco Mundial y ex director para la Región Andina, durante la presentación de este libro.

El Banco Mundial también señala la necesidad de incrementar la inversión en la infraestructura nacional como una herramienta para impulsar el crecimiento económico con equidad. El libro revela que sólo el 14 por ciento de la red vial del país está pavimentada y que sólo el 32 por ciento de la población de las regiones pobres de las zonas rurales cuenta con energía eléctrica. El Banco Mundial afirma que si el Perú desea tener una infraestructura comparable a los países desarrollados de Asia, deberá aumentar la inversión en infraestructura de 1,3 por ciento del PBI a entre 6 y 10 por ciento.

“Se ha  hecho mucho pero hace falta mucho más, estamos siendo autocomplacientes en el tema de la infraestructura, tenemos que repensar lo que estamos haciendo (…) Acá se construye, se descuida y se vuelve a construir, no se hace mantenimiento, y eso es fatal, es carísimo, estamos tirando el dinero, y en esto hay ejemplos en carreteras, en infraestructura para el servicio del agua. El problema es que en este tema hay un fuerte sesgo político, nadie te pone una placa cuando una carretera está en mantenimiento, por eso prefieren inaugurar obras que hacerles mantenimiento”, manifestó Alberto Pascó-Fonto, gerente general de ENFOCA Inversiones.

Estado eficiente y eficaz

El estudio “Perú en el umbral de una nueva era” señala la necesidad de mejorar la eficiencia y efectividad del Estado para que el país sostenga un nivel alto de crecimiento con una mayor inclusión. Se afirma que las acciones del Estado están fragmentadas en numerosas iniciativas, proyectos y programas, lo que evita que se logre una estrategia nacional común. Ante esta situación se menciona la necesidad de construir un “puente” entre las metas nacionales y las metas que nacen de otras instancias del gobierno, como son los ministerios.

“Hay diferentes pobrezas en el Perú que ya no se pueden atacar sólo con políticas generales, sino que necesitan políticas específicas. Es muy diferente la pobreza de la sierra rural que la pobreza en la Amazonía, es hora de ver la pobreza no sólo con el enfoque de crecimiento, que es necesario pero no suficiente, tenemos que atacar la pobreza con una política focalizada, y usar los recursos fiscales con muchísima más eficacia y eficiencia”, señaló Claudio Herzka, ex gerente general del Instituto Peruano de Acción Empresarial (IPAE).

En la presentación de “Perú en el umbral de una nueva era, lecciones y desafíos para consolidar el crecimiento económico y un desarrollo más incluyente”, también participaron Fernando Toledo, viceministro de Economía; Carlos Silva-Jáuregui, economista jefe del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela; Jonás Frank, especialista senior en gestión del sector público del Banco Mundial; Javier Abugattás, ex viceministro de Economía; entre otros.