La Hora Ciudadana

El primer trimestre de este año tiene varias particularidades en el terreno de las políticas públicas. No solo hemos empezado el año con nuevas autoridades regionales, provinciales y distritales, sino que hay mucha expectativa por hacer una evaluación de los primeros 100 días de Susana Villarán al frente de la Municipalidad Metropolitana de Lima.

A esto hay que sumar los vaivenes de la campaña electoral presidencial y para el Congreso, que deberían poner en agenda pública los grandes temas para ser discutidos a fondo y así los electores podamos formarnos una idea más completa de cada una de las ofertas y promesas electorales.

En este marco, los medios de comunicación juegan un rol de gran importancia, aún cuando los cazadores de noticias estén más preocupados en buscar la declaración que haga “pisar el palito” al rival político, generando así nuevos titulares. Los medios tienen una prueba importante al frente, si quieren ser percibidos en su exacta dimensión social de formadores de opinión: tienen una gran oportunidad para demostrar y demostrarse que un nuevo periodismo es posible. Falta saber si están dispuestos a asumir el reto.

Este primer trimestre del año debería servir, también, para reafirmar compromisos a través de acciones concretas. A saber: un número significativo de candidatos a gobiernos regionales y municipios provinciales y distritales suscribieron iniciativas para favorecer la inversión en la primera infancia, como el Pacto Ciudadano por la Primera Infancia y la Plataforma de Acción por la Primera Infancia, comprometiéndose a aplicar estas ideas si eran elegidos. Ahora que ya transcurrió el primer mes de su mandato, es necesario conocer los pasos concretos que se han dado en esta dirección.

Con una ciudadanía vigilante del cumplimiento de estos compromisos, podremos ejercer una presión social que marque la pauta a quienes ahora se disputan el voto popular. El mensaje debería ser que no va a ser fácil prometer y hacer declaraciones que gusten a todos para, una vez en el poder, olvidarse de lo dicho. Es necesario que quienes aspiran a administrar los destinos de nuestro país, tengan plena conciencia de que la ciudadanía de hoy sabe exigir.

Y esta exigencia ciudadana debe jugar en pared con los medios de comunicación –a quienes también se debe exigir profesionalismo y responsabilidad en el ejercicio de su labor-. El desarrollo tecnológico ha favorecido enormemente las posibilidades de comunicación, difusión y discusión en las redes sociales, por ejemplo. Cada vez es más fácil el acceso a las comunicaciones, pero también es cierto que necesitamos ser más exigentes en la calidad de los contenidos que intercambiamos.

En este trimestre electoral, las solicitudes de debate “programático” están a la orden del día. Los rechazos a estas solicitudes, lamentablemente, son igual de numerosos. Nadie quiere confrontar ideas, nadie quiere debatir temas de fondo. El formato de campaña electoral nos ha llevado a situaciones en las que todos buscan evitar la confrontación de ideas, justo lo que más necesitamos en nuestro país.

En esta época de especialistas extranjeros que han ayudado a ganar X número de elecciones, en estos tiempos en los que las estrategias de márketing prevalecen sobre la discusión de las ideas, en estos meses en los que una gigantografía vale más que cien manos estrechadas, los ciudadanos tendremos que ponernos fuertes y exigir. No pedir, exigir el cumplimiento de políticas públicas que apunten al desarrollo, con metas exigentes, que nos demanden trabajo, pero que redunden en beneficio para los más pobres.

Es hora de reclamar debate de ideas y programas. No un debate, mediático, donde hablen todos y nadie diga nada. Necesitamos muchas oportunidades para escuchar propuestas, entre todos los candidatos, entre los asesores, entre dos, entre tres. Necesitamos escuchar las ideas que tienen para gobernar el país, en televisión, radio, internet, diarios, en audiencias públicas. Pero, sobre todo, necesitamos que se comprometan con acuerdos básicos: si no tenemos puntos comunes, por mínimos que sean, perderemos mucho tiempo en discusiones inútiles y gestos para las cámaras.

Hagamos un ejercicio de responsabilidad social en el que participemos todos: los candidatos, discutiendo sus propuestas y asumiendo compromisos; los medios de comunicación, generando una agenda que busque el desarrollo y no solo el titular; los ciudadanos, exigiendo el cumplimiento de los compromisos y vigilando nuestro desarrollo.

Es cierto que aún quedan muchas cosas por resolver en nuestro país, pero también es cierto que hace muchos lustros no vivíamos una situación tan expectante respecto a nuestras posibilidades de desarrollo como nación. Sería una vergüenza dejar pasar esta oportunidad.


Roberto del Águila, comunicador con una larga trayectoria como periodista y editor en diferentes medios (Caretas, RPP, Canales 5, 7 y 13). También ha trabajado en comunicación institucional y corporativa para organizaciones como UNICEF, CEPES, ILD y PromPerú. Ha sido gerente de Relaciones Públicas en TIM, Claro, LAN Perú y es docente en Periodismo y Comunicación Corporativa.