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Opinan el antropólogo Carlos Aramburú y el economista Carlos Casas

Especialistas hablan sobre el incremento de la pobreza por la pandemia

Carlos Eduardo Aramburú, antropólogo, docente de la PUCP y miembro de Inversión en la Infancia, opina sobre los efectos de la pandemia en la sociedad peruana.



“Hay que entender que la crisis que va a vivir el Perú en los próximos meses se va ver reflejada en la caída del PBI en 12 %, cual hará que se incremente la desigualdad y, ante ello, el gobierno no puede actuar solo. La pandemia revela la fragilidad de la recuperación de la economía peruana. Es cierto que nuestra economía no ha tenido una trayectoria muy impresionante en relación a la reducción de la pobreza que pasó del 48 %, casi la mitad de la población en los años 80, a menos de la mitad, 21 %. Si embargo entendemos que es bastante frágil porque una pandemia como la que nos viene afectando hace que haya un retroceso significativo. Lo habría que señalar es que es muy probable que una parte importante de la pobreza (a causa de la pandemia) está en la zona urbana. Siempre hemos tenido más pobres en medios urbanos pero el nivel de pobreza era mucho más fuerte en zonas rurales. Creo que la agenda del empleo, la agenda de la informalidad, la agenda de la oferta ha afectado más al sector urbano del rural.  


Aún hay cosas positivas. “Hay esperanzas… es algo que desde Inversión en la Infancia trabajamos y que significa no dejar de proteger a la niñez y a las personas más vulnerables.


(…) son tres programas sociales claves que se deben reforzar: Juntos, Qali Warma y Cuna Más., esto porque frente a la actual crisis es probable que con el levantamiento de la cuarentena y la relativa normalización, los padres salgan a buscar trabajo. Entonces una ayuda efectiva para hacer que esta dinámica económica sea más viable y sin riesgo para la niñez, es que los niños tengan la posibilidad de ser dejados en casa de cuidados como Cuna Más.


Si bien este es un programa rural, a través de la capacitación y supervisión adecuada a cargo de las señoras de los comedores populares, establecer cunas o casas infantiles en casas de señoras de tengan niños pequeños, que reciban capacitaciones de tal manera que se conviertan en una suerte de empleo, son algunas de las posibilidades para atender a los más vulnerables…La Lección de esta pandemia es que el gobierno no puede accionar solo.  Tenemos mecanismos para saber que hay actores sociales cuales tienen mayor presencia como las iglesias, la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza, los clubes de madres, los comedores populares, entre otros; que son todas instancias de tejido social.


Por ello es importante crear un Comité Distrital de Apoyo a la Infancia; si juntamos a nivel de distrito a los actores sociales como las iglesias, a los maestro rurales, a la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza, los clubes de madres, entre otras organizaciones, tendríamos no solo mayor transparencia, sino también mayor efectividad.



Carlos Casas, economista por la Universidad del Pacífico opina sobre el incremento de la pobreza en la economía a raíz de la pandemia


“Al haber la caída del Producto Bruto Interno (PBI) va aumentar la pobreza. Los estimados son distintos y no sé si las aproximaciones de Pablo Lavado y César Liendo (economistas) puedan ser precisas –sobre 3 millones de personas que se volverían pobres este año– pero se calcula que incluso la pobreza podría ser un poco más  porque ellos calculan que va del 20 % al 29 %, y que regresamos 10 años atrás. Definitivamente el hecho de que haya 3 millones más de pobres implica que el estado tiene que tener una mayor presencia en los programas de ataque a la pobreza. Tiene que mejorar la cobertura de estos programas, brindar ingresos temporales a la gente que está perdiendo el trabajo hasta que vuelvan a insertarse, aunque probablemente tome bastante tiempo… Todo aquello tiene que ver con el programa Arranca Perú que busca generar un millón de empleos temporales.


En toda crisis de esta naturaleza, el estado es quien tiene que asumir los costos pues tres millones más de peruanos pobres significaría tratar de reinsertarlos de la mejor forma posible o si no tratar de atenderlos con programas sociales o por lo menos brindarles una alimentación que sea de calidad. No solamente darles carbohidratos, sino también proteínas; eso es un poco la lógica, el peso para variar va abarcar en el estado y eso refiere una mayor presión a las cuentas fiscales. Hay sectores que están cambiando radicalmente, como el comercio que ahora está pasando a ser electrónico, lo cual de aquí en adelante vaya ser como ocurrió en otros países, y eso, afecta por ejemplo si la gente compra electrónicamente los centros comerciales van a tener cierta afectación. El turismo también cambiaría, puesto que la gente por un tema de prevención vaya a dejar de viajar.


La manufactura y el resto de sectores, pero el comercio que es un importante generador de empleo y turismo son los que se van a ver bastante golpeados. En tanto los sectores extractivos, la agricultura, manufactura –que en cierta medida también se verán afectados–  todo va a depender que si la gente compra o no.  El hecho de que se estén reabriendo los negocios y se diga que el 90 % de comercios estén funcionando, no quiere decir que necesariamente la economía esté al 96 % de su capacidad, porque por más que reabran, va a depender de que la gente invierta, que las empresas inviertan y que la gente gaste.


Se vienen tiempo difíciles y para ello hay que tener mecanismo de protección con las personas, y también mantener a las empresas porque a la larga son las que van a lograr brindar empleo. Esto es lo que presumo a mediano plazo.


Los pobres van a parecer en las ciudades grandes, y en el medio rural existe siempre el miedo. Pero yo no dejaría de ver el lado rural… Mínimo al país le tomaría 2 años en recuperarse hasta a mediados del 2022. Pero si se trabaja con todos los protocolos que tienen que establecerse, lógicamente que la actividad económica va ser menor. La vacuna puede que esté lista a fin de año, pero va a tomar tiempo para que la gente se adapte a esta nueva normalidad y también el Estado tendrá que hacer reajuste de costos por la emergencia”.




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