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EXPERIENCIA
“El docente en todo este escenario tiene que enseñar, tiene que hablar del futuro y la felicidad”Durante el programa Diálogo Abierto, el fundador y miembro de la comunidad de
docentes “Ser Maestro”, Jaime Montes, hizo una profunda reflexión acerca del significado
de ser maestro en tiempos de pandemia pero también en el día a día. “El maestro es ingeniero, ingeniero del cerro, como
decía Jorge Luis Borges “la muerte es una
vida vivida, la vida es una muerte que viene”, ese es el sentido del
maestro, donde cada minuto y cada hora tiene que ver mucho con enseñar no solo
para resolver problemas sino para trascender”, afirmó. “Esta pandemia lamentablemente se ha llevado a
mucho maestros rurales, que en su oficio y persistencia de llegar a sus alumnos
se contagiaron y lamentablemente murieron, ese es el sentido que hoy se va
consolidando más en la comunidad la labor heroica que tenemos los maestros,
además de darnos la oportunidad de repensar nuestra condición humana,
comprender la muerte dolorosamente como un elemento de la pedagogía”. Frente a esta situación el docente Montes confirma el compromiso
de los maestros en llevar educación de calidad a todos sus estudiantes así las
circunstancias se tornen complicadas. “El
docente rural no va a cumplir solo plazas y horas, va a vivir en la comunidad,
a construir una nueva identidad. El docente que ingresa a una comunidad cuando
retornan a sus tierras, no salen de la misma forma, el docente crece cultural y
socialmente, ellos llegan a una comunidad para responder 200 años de olvido,
desnutrición, hambre, centralismo, etc. El docente en todo ese escenario tiene
que enseñar, tiene que hablar del futuro y la felicidad. ¿Se imaginan esa
labor?”, señaló. Así mismo afirmó que la demanda central para
ellos va más allá de lo económico, se trata de su seguridad, reconocimiento por
su labor y la escucha activa. “La demanda sería un sistema de reconocimiento,
no existe una política de bienestar del docente, cada año mueren docentes al
trasladarse de su casa a la zona rural que le corresponde, y las causas son
múltiples, cuando el río se sale, los carros son informales; no tienen seguro
por esa muerte, decenas de docentes rurales solo para llegar a sus escuelas han
dejado huérfanas a sus familias, no existe una política de cuidado del docente,
a veces llegan y no tiene a donde llegar. Otro aspecto muy importante es que
reconozcamos a los buenos docentes que
están innovando, que están generando
desde la residencia, entonces hay miles de docentes haciendo maravillas,
pero no existen políticas de reconocimiento, de valoración, de lo que hacen
bien. Esa es la demanda central, no tiene mucho que ver con el sueldo, sino de
ser valorados y escuchados, hay iniciativa, en Huancavelica han abierto 12
líneas por teléfono para escuchar al docente,
hoy estamos viviendo una etapa de depresión y no por la economía, sino
porque la mayoría de docentes no conocen a sus alumnos, nunca han llegado a
saludarlos, ¿Saben lo que significa? Un docente que genera abrazos,
cordialidad, reflexión afectiva”, afirmó Montes. El docente Montes culmina dando una reflexión
ante un contexto de incertidumbre y la necesidad de mejorar la comunicación y
conectividad para los docentes y sus estudiantes. “Yo creo que esta pedagogía
nos demanda que podamos mirar aprendizajes complejos, no solo resolver
problemas coyunturales del contexto. ¡No! ahora miramos la incertidumbre, no
sabemos lo que pasará, tenemos que estar preparados y la única manera y eso lo
sabemos bien todos, es darnos la mano y brindarnos apoyo siempre”. “Necesitamos un sistema que vaya trabajando
offline, que no dependa mucho del internet, queremos más ideas, herramientas y
experiencias. Los docentes necesitan crear pero muchas veces no tienen señal,
no tienen crédito, hay que pensar en mejorar la comunicación y más aún en estos
momentos” añadió Montes. |