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OPINION
Invirtiendo en la niñez: El costo de no hacer lo suficienteRevisando un informe reciente de la CEPAL encontramos interesante información sobre inversión en la infancia en la región. Mejor dicho, encontramos preocupante información sobre lo que falta por hacer en América Latina a favor de la infancia.
Un segundo hecho preocupante es el debilitamiento de la red de protección social primaria: la familia. En Perú los hogares jefaturados por mujeres solas ha subido del 23% al 28.5% del total de hogares entre 1993 y 2007. En cifras absolutas hemos pasado de 1.1 millones a 1.9 millones de hogares con una mujer sola al frente. Obviamente no todos estos hogares son pobres (la separación y el divorcio son más frecuentes en hogares nopobres), pero la mayoría sí deben serlo, por lo que su capacidad económica es en general menor y su vulnerabilidad mayor. ¿Y cuanto costaría sacar a los niños de la pobreza extrema? Según el informe de CEPAL depende del nivel de brechas existentes y del nivel de fecundidad. El ejercicio consiste en estimar el costo de la Canasta Básica de Consumo (CBC) y aplicarla a todos los menores de 5 años en pobreza extrema. Para países de grandes brechas y alta fecundidad, como Paraguay, Guatemala, Honduras, Bolivia y Nicaragua, el costo de esta transferencia bordea entre el 5% y el 6% de su PBI. Nada desdeñable. Sin embargo, en países de menores brechas y baja fecundidad, como Chile, Argentina, Uruguay, Costa Rica y Panamá, el costo sería menor al 1% del PBI. Aunque el informe no ofrece datos para Perú, usando los parámetros para México (con tasa de pobreza y costo de la CBC similar), estimamos que sacar a TODOS los niños de la pobreza extrema mediante esta transferencia costaría alrededor del 2% del PBI. Sin embargo, la verdadera pregunta es: ¿Cuánto cuesta NO hacerlo? Obviamente los derechos de los niños y niñas no pueden negociarse, como lo admitiría aún el tecnócrata más duro. Sin embargo, vale la pena tratar de contestar la pregunta, aunque sea solo en forma ilustrativa. Los costos de una niñez desnutrida, de salud precaria y con poco acceso a la educación de calidad, se estima en costos de reparación, costos del atraso escolar, costos de años perdidos por enfermedad y por acceso precario al trabajo. Para varios escenarios, el estudio de la CEPAL concluye que este costo va del 3% al 6% del PBI solo durante la vida del joven (hasta los 18 años), entre 6 veces y dos veces más que la inversión propuesta. Si se estima el impacto de toda la vida, esta cifra puede aumentar 11 veces!!
Carlos E. Aramburú, antropólogo, especialista en desarrollo rural, profesor principal de la Pontificia Universidad Católica, miembro del Grupo Impulsor de Inversión en la Infancia. |