Expertos analizan situación precaria de agua y saneamiento en la infancia y la niñez

Expertos analizaron en el programa Diálogo abierto de Salgalú Tv, la situación precaria de agua y saneamiento en la infancia y niñez. Marisol Núñez, consultora ambiental, especialista en la unidad coordinadora del programa Ministerio del Ambiente (Minam) y Ricardo Cubas, experto en proyectos de inversión pública, analizaron el estado en que se encuentran millones de peruanos ante la falta de acceso a agua y saneamiento, que afecta principalmente a la poblaciones más vulnerables como la infancia y niñez.

Según el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI) más de 3 millones de peruanos sigue sin contar con agua potable y 8 millones carecen de servicios de desagüe. Ante este escenario, Ricardo Cubas dijo que la ineficiencia de los proyectos de desarrollo del sector público y la corrupción, son dos grandes aspectos que ha hecho que no se avance en el desarrollo del país, y cual se ha manifestado tras la llegada de la pandemia.

“Ha tenido que venir un virus como la Covid-19 ha ponernos en evidencia a dos virus más importantes que venían trabajando en contra nuestra desde hace tiempo: el primero la ineficiencia en el desarrollo del sector público y la corrupción”.

En esa línea y sobre la falta de servicios básicos en millones de hogares, aseguró que existen 10 mil proyectos de saneamiento que se han quedado en camino y que nunca han iniciado su ejecución. Eso significa una inversión de 25 mil millones de soles”, indicó Cubas, quien además aseveró que “toda esta inversión está paralizada y perjudica a quienes necesitan de ese servicio como son los niños”.

Explicó que, además, que muchas personas piensan que tienen agua potable en sus casas, pero eso no es así, pues ni siquiera en Lima, nadie tiene este servicio. “Nosotros pensamos que somos privilegiados con el agua, pero no. Lo que tenemos es conexión de agua en nuestras casas. Si hacemos una prueba del agua que recibimos, esa agua no es potable”, manifestó Cubas, quien mostró su preocupación ante la afectación que podría representar en los niños.

En ese sentido apuntó “les afecta principalmente los niños porque si uno va a los colegios, los niños y niñas –después de cualquier acción lúdica– toman agua de caño e inclusive algunos lo hacen acercando su boca en la salida del agua (caño)”.

Por otro lado y en ese contexto Marisol Nuñez afirmó que no es posible pedir a los niños que en medio de la pandemia, se laven continuamente las manos si no tienen un servicio tan básico como el agua. Coincidió con Ricardo Cubas en que el agua que consumimos no es necesariamente agua potable.

“Según un estudio de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), para el 2021 deberíamos estar a un 100 % de consumo de agua potable, meta muy difícil de alcanzar en las actuales condiciones, lo cual evidencia una situación muy grave”.

De acuerdo al INEI los peruanos que no tienen acceso al agua a través de la red pública, obtienen estos recursos a través de camiones cisternas (1.2 %), pozos (1.6 %), ríos, acequias, manantiales (3.5 %) y otras formas menos seguras (2.8 %).

Núñez aseguró que “si bien hay una gran brecha que cubrir en las redes de agua potable y alcantarillado en todo el Perú, sobre todo en las zonas rurales, se necesitarían aproximadamente 8 años para cubrir toda esta red si es que los programas fueran continuos”.

La también ingeniera de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), concluyó que hay capitales para proyectos que no han sido invertidos. “Plantas de agua mal diseñadas y normativas que no están actualizadas. No solo se tiene que ver las redes de agua que funcionan mal en Lima, si no al interior del país y especialmente en las zonas rurales, las cuales están en total abandono.

Ante estas dificultades el padre Gastón Garatea, miembro directivo de Inversión en la Infancia, enfatizó su molestia por la que dijo “somos un país pobre que ha hecho esfuerzos para hacer ver que no lo somos, pero en el fondo los problemas son eminentes. Por ello atribuyó que “se tiene que mirar hacia delante y enfrentar los problemas que no hemos querido enfrentar".