Niños protagonistas

Dentro de la lógica del proyecto Kullakoq Warma, la promoción humana integral y el protagonismo están íntimamente ligados. Este binomio, aplicado dentro del programa que el Instituto de Formación de Adolescentes y Niños Trabajadores (INFANT) impulsa, busca promover aprendizajes satisfactorios en niños y niñas de la primera infancia que son hijos e hijas de mujeres en situación de vulnerabilidad (madres trabajadoras del hogar y víctimas de la explotación sexual).

Este protagonismo de los niños es una reivindicación de su condición de sujetos sociales. Ellos tienen derecho a formarse una personalidad, a pensar, reflexionar, cuestionar y transformar su espacio. En el lado de los adultos, se debe desterrar esa perspectiva de considerar a los niños “incapacitados” para tomar sus decisiones y generar sus propios cambios.

El primer diagnóstico de la realidad a la que se enfrentó este proyecto reveló que los niños y su mundo (su familia, la escuela y su comunidad) se encontraban disociados, alejados e irreconciliables. El proyecto busca revertir esa situación y mantener una armonía y equilibrio en esos espacios. A ese panorama, se añaden los índices alarmantes de pobreza en las zonas de acción de Kullakoq Warma: en el Cono Sur de Lima (Villa María del Triunfo y Villa El Salvador), donde el 44 % de la población vive en situación de pobreza; en Loreto, región en la cual la cifra de pobres alcanza el 77% de la población total; y en Junín, donde la pobreza llega al 57%. La problemática se agrava aún más cuando se manifiesta la violencia familiar como un patrón dentro de muchos hogares, siendo los niños los más perjudicados. El clima violento que respiran los niños deja secuelas que se convierten en trabas para el normal desarrollo de su vida futura.

Frente a esta situación, el enfoque que empleó el proyecto fue la apuesta por el paradigma cultural del protagonismo, que revaloriza la participación individual y social, y se expresa a través de nuevas sensibilidades, del fortalecimiento de la voluntad y de la autoestima, y del desarrollo de la creatividad. Son 180 niños, entre 3 y 8 años, y 180 madres de familia, los principales beneficiados por este programa; además se capacitará a 50 profesores y docentes de nivel inicial y primario, y se trabajará con 48 autoridades de gobiernos locales y de organizaciones de base.

Esta estrategia de intervención empezó su primera fase durante el periodo 2006-2009 y se centró en el modelo de promoción integral de la primera infancia. A partir de esa fecha, y hasta el 2012, tendrá lugar la segunda fase, donde la acción apuntará al desarrollo de los aprendizajes y a la consecución de logros por parte de los actores involucrados. Más adelante, los últimos tres años del proyecto (2013-2016), la orientación alcanzará incidencia en las políticas públicas y en las agendas de las autoridades locales y regionales.

El objetivo del proyecto es que los niños adquieran seguridad personal y un alto nivel de autoestima en su quehacer diario, que eleven su nivel de compresión lectora y razonamiento matemático, que participen colectivamente en actividades que beneficien a su propia comunidad. En el mundo de los adultos, lo que se busca es que madres, maestros y docentes de escuelas, cambien el “chip” y reconozcan a los niños como sujetos con derechos, y que ellos mismos adquieran habilidades para promover el aprendizaje de sus hijos y alumnos. Se busca, también, que los gobiernos locales cuenten con propuestas viables y originales para apoyar a la primera infancia y detectar los casos de maltrato infantil a tiempo.

De acuerdo a este proyecto, la escuela debe participar en el aprendizaje del niño a través de acciones educativas que fortalezcan la participación, el protagonismo y la organización de los niños. Los docentes serán capacitados para poder despertar esas habilidades en los niños. El rol que tiene la comunidad pasa por la realización de proyectos de acción comunitarios, jornadas formativas con los niños, talleres con las madres y campañas de nutrición y de salud.

Todo este acercamiento a la primera infancia encierra principios pedagógicos que deben ser cumplidos a cabalidad: compromiso, ternura, disposición para escuchar a los niños y para tomar en cuenta sus opiniones y deseos, y, sobre todo, creer en en los niños y avanzar a su lado.

http://www.infantnagayama.org/