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EDITORIAL
Vigilancia ciudadana para que se cumplan los derechos de la infanciaVigilancia ciudadana para que se cumplan los derechos de la infanciaImagen: Marcia Kentalis
A lo largo del tiempo los derechos de los niños y niñas siempre se han visto afectados a pesar de los esfuerzos por garantizar su cumplimiento y de los avances experimentados en los últimos años. Más aún, si tomamos en cuenta el impacto que ha significado la pandemia y la crisis social en todas sus dimensiones, cual ha afectado directamente en la vida de las poblaciones más vulnerables. En esa línea, hace preguntarnos, ¿cómo llega el Perú a un año más de la Convención de los Derechos del Niño? ¿Qué podemos esperar en un nuevo escenario con nuevos gobiernos locales y regionales a los que debemos exigir gestión y gobernabilidad eficiente? De pronto, se visibiliza lo evidente: el incremento de brechas. Este 20 de noviembre se celebran
los 33 años de la declaratoria de la Convención, y a poco de finalizar el año,
los problemas en torno a la salud, educación, protección; alimentación, entre
otros aspectos; no parecen haber tomado rumbo de mejora. Por citar algunos
ejemplos, si tomamos en cuenta los resultados preliminares de la Encuesta
Demográfica y de Salud Familiar (Endes), el 40.9 % niñas y niños, de 6 a 3
meses padecen de anemia. Es decir, 535 366 infantes que sufren este flagelo y
aun así nuestras autoridades parecen no mirar el asunto. Entonces surge otra interrogante:
¿cuándo se tomará en serio este drama que viven millones de niños en el país?
Claro, esto no solo para atender una o dos situaciones, sino más aspectos que
afectan a la infancia y niñez. Por ello la urgencia de que las autoridades la
sociedad y el sector privado asuman con seriedad y compromiso el problema y
establezcan planes inmediatos para atender a este grupo poblacional. Pero la crisis no queda allí.
Sigamos. Si hablamos de desnutrición crónica infantil en menores de 5 años,
esta alcanza a 377 531 niñas y niños, el 11.6 % de esta población. Además, si
vamos un poco más allá, la pobreza infantil es de 37.2 %, más de 1 millón de
niños que forman parte de este grupo en su primera infancia. ¿A quién llamamos?
¡Un auxilio por favor…! Entendiendo esta lamentable
situación, y otros temas que afectan el pleno desarrollo de los niños, niñas y
adolescentes, asumimos que la sociedad civil, las iglesias, las familias
especialmente, no son ajenas a esta realidad. Pero también el sector privado
que juega un rol fundamental es esta lucha y, por supuesto, las autoridades en
primera línea, empezando desde el gobierno local. La población debe estar siempre
alerta y vigilante a las acciones que emprendan las autoridades en cada
municipio. “Una población vigilante será trascendental para trabajo constante y
permanente en beneficio de la infancia, tal y como dijo el experto en temas de
infancia”, Alejandro Cussianovich. Hoy más que nunca, más allá de
las diferencias que nos dividen, incidir en una gestión y responsabilidad en
los primeros 100 días de gobierno, será fundamental para cerrar las brechas.
Esto tal como lo vienen proponiendo desde Inversión en la Infancia mediante un
curso de incidencia y capacitación para gestores locales y regionales,
organizaciones sociales, alcaldes y gobernadores en beneficio de la infancia y
niñez. |