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NOTICIA
Salomón Lerner Ghitis, Carlos E. Aramburú, Álvaro MongeExpertos opinan sobre inclusión, programas sociales y políticas para la infanciaSobre las políticas de inclusión social y aquellas dirigidas a la infancia, y los resultados de los programas sociales en los cuatro años del gobierno del presidente Ollanta Humala, opinan: Salomón Lerner Ghitis, ex primer ministro y miembro del Grupo Impulsor Inversión en la Infancia; Carlos E. Aramburú, antropólogo, profesor de la Universidad Católica y también integrante de Inversión en la Infancia; y Álvaro Monge, economista de Macroconsult.
“Luego de estos cuatro años de gobierno del presidente Ollanta Humala seguimos con porcentajes importantes de desnutrición y anemia infantil, y también de falta de acceso a educación inicial. Esto se debe a una falta de coordinación entre las entidades a cargo de estos temas, básicamente el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación, y su relación con los gobiernos locales y regionales. Esta descoordinación ha hecho que las metas a favor de la infancia no se puedan alcanzar. Al inicio del gobierno teníamos como meta cero en desnutrición y anemia infantil y la universalización de la educación inicial, hoy tenemos cifras muy altas en relación a esas metas, estamos con un millón de niños con anemia, más de 400 mil con desnutrición y casi 200 mil niños que no asisten a educación inicial. Hoy se habla más de la primera infancia, que está presente en la agenda política, sin embargo en la efectividad de las acciones operativas de las autoridades es donde vemos carencias. El combate contra los problemas que afectan a la primera infancia debe ser permanente. El Grupo Impulsor Inversión en la Infancia debería volver a convocar a los líderes políticos para firmar el Pacto Ciudadano por la Primera Infancia, a fin de que el trabajo por los niños no se abandone. La sociedad civil debe contar con herramientas, como el Pacto Ciudadano por la Primera Infancia, para incidir en el cumplimiento de las metas en salud y educación. En este último año de gobierno lo que los peruanos esperamos es que algunos aspectos fundamentales, como los programas sociales que serán importantes paliativos para la desaceleración económica que vive el país, puedan ser tratados con mucha conciencia”. Carlos E. Aramburú: “Los programas sociales no pueden hacer todo lo que la economía debería hacer”
“Al analizar la política de inclusión social vale la pena resaltar que el actual gobierno le ha dado más importancia a los programas sociales que los gobiernos anteriores, sin embargo, así como los gobiernos anteriores pecaron por omisión, éste gobierno ha pecado por exceso. Los programas sociales no pueden hacer todo lo que la economía debería hacer. Si bien los programas sociales han tenido resultados importantes, ha faltado una política económica que promueva el empleo. En los programas dirigidos a la primera infancia hemos tenido avances importantes, aunque lentos, en el combate contra la desnutrición crónica, pero el fantasma que ha aparecido y que está bajo el radar es la anemia, con tazas que duplican a la desnutrición infantil. Ésto se ha dado por una estrategia equivocada, insuficiente. Creo que en estos cuatro años ha podido haber más coordinación del gobierno central con los gobiernos regionales y locales; la política social ha estado muy centralizada. Los programas sociales deberían cuidarse con mecanismos más sustentables que tengan que ver con la economía y el empleo. Cuando la economía crece, como es el caso del Perú, hay que invertir en crear capacidades para aprovechar el mercado. El reto de los próximos gobiernos es no solo seguir bajando la desnutrición crónica infantil, sino ver el tema de la anemia infantil, que es un tema bastante preocupante y deficitario”.
Álvaro Monge: “La gran deuda que va a quedar del actual gobierno es no haber generado un sistema articulado de inclusión social”
“El gobierno del presidente Ollanta Humala tuvo un inicio bastante prometedor a través de la creación del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social. La nota que recibe el gobierno desde el punto de vista de las mejoras conceptuales, desde el punto de vista del rediseño de los programas sociales, es muy buena. Donde existen las mayores deudas es en la parte operativa de los programas sociales, donde se han tenido dificultades, básicamente en la ejecución local. La mayor complejidad en el diseño de los diferentes programas sociales no estuvo acompañada de sistemas de monitoreo y seguimiento que respondieran a esa complejidad. Lo que tuvimos fueron programas sociales que operaron por debajo de lo óptimo. Otro aspecto deficitario ha sido la articulación. La gran deuda que va a quedar del actual gobierno es no haber generado un sistema articulado de inclusión social, que se planificó a través del Sistema Nacional de Desarrollo e Inclusión Social, que ponía al Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social como el ente rector que le daba lógica a todo un sistema articulador con los diferentes sectores, pero fue un sistema que nunca llegó a operar de manera correcta. Lo que ha habido son esfuerzos puntuales de articulación. La falta de un sistema de ayuda social articulado entre sectores, que fue una de las principales expectativas al inicio del gobierno, va a ser la principal deuda que va a dejar este gobierno”.
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