Cuidando el desarrollo de los niños

Astrid  tiene sólo cuatro años, pero describe con exactitud la receta de su plato favorito. Ella no duda en hacer hincapié que sí sabe de cocina. Steve tiene cinco años y ya reconoce los números. A Steve le gusta mostrar los carteles y dibujos que ha hecho y que ahora decoran el salón de clases. Astrid y Steve son niños alegres, les gusta interactuar y participar en clase. Ambos niños estudian en el Jardín 063 Señor del Mar, en Bellavista, uno de los nueve colegios del Callao donde interviene el proyecto Ser y Decir para estar Feliz II Fase.

Este proyecto desarrolla una propuesta pedagógica que busca el mejoramiento de los aprendizajes de lectura, escritura y pensamiento lógico matemático a través del desarrollo de las habilidades personales y sociales de los niños y niñas de educación inicial y del primer y segundo grados de primaria de la zona sur del Callao. Esta es una zona caracterizada por la inseguridad ciudadana. Este proyecto es ejecutado por el Gobierno Regional del Callao y cuenta con el apoyo de la Fundación Bernard van Leer. La primera fase de este proyecto, entre 1979 y 2008, fue desarrollada por el Ministerio de Educación y también tuvo el apoyo de la Fundación Bernard van Leer.


¿Cómo mejorar el aprendizaje y la interacción social en los niños?

Para el proyecto Ser y Decir no sólo basta trabajar directamente con el niño, sino que considera necesaria la participación de las personas más cercanas a ellos: los maestros y los padres.

El proyecto trabaja directamente con los maestros mediante talleres mensuales de sensibilización sobre el niño y su entorno, acompañamiento al docente y mejores prácticas pedagógicas. Es así que mediante esta estrategia se busca que sea el maestro quien guíe al niño en su desarrollo, generando un clima físico y emocional que fomente la autoestima, la autonomía, el respeto, la tolerancia y la cooperación en los niños.

“He cambiado mucho el concepto que tenía en relación al niño. Hay que valorar lo que el niño hace. Mis alumnos ahora deciden en el aula qué les gustaría aprender y en base a ello desarrollamos la clase”, revela Zoila Lozano, docente del Jardín 063 Señor del Mar.

“El niño tiene capacidad de decidir qué quiere aprender y cuándo quiere aprender. Tratamos de que los maestros escuchen a los niños, que respeten sus derechos y que los consideren como seres completos que también tienen opinión. El niño sólo aprenderá a leer y escribir si es estimulado”, sostiene César Vigo, director ejecutivo del proyecto Ser y Decir.

Mediante una aula ambientada con carteles, dibujos, fotos y el uso de diversos elementos se desarrollan las habilidades comunicativas de los niños, como utilizar oraciones completas, desarrollar las actividades señaladas por el maestro o incrementar su vocabulario. Mediante la vivencia sensorial se estimula el pensamiento lógico matemático en el niño, como reconocer el uso de cuantificadores o identificar elementos en una sucesión.

¿Donde están los papás?

“Es importante que los padres también consideren al niño como protagonistas en sus casas y trabajen en la autoestima del niño. Se habla con los padres para que no presionen a sus hijos a aprender a sumar y restar”, señala Ruth Baca, docente del Jardín Pasitos de Jesús, otra institución donde trabaja el proyecto Ser y Decir.

Este proyecto busca que las maestras trabajen una vez al mes con los padres a fin de involucrarlos en la educación de sus hijos y sensibilizarlos sobre la importancia que tiene el entorno en el desarrollo de su niño. Hasta el momento son 200 padres que vienen participando en estos talleres.

En la actualidad, este proyecto viene trabajando con trece maestras de nivel inicial, cinco de primer grado y siete de segundo grado. Son 390 niños de cinco años y 300 niños de seis y siete años los beneficiados con este proyecto.