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COLUMNA DE OPINIÓN
En el reciente proceso electoral, uno de los temas que concitó la atención de los candidatos fue la educación, y dentro del abanico de temas propuestos en los planes de gobierno, la atención integral y educativa a la primera infancia fue uno de ellos. Quizá no con la profundidad que se esperaba, ni haciendo referencia explícita a los principales puntos de agenda que han sido materia de discusión en los últimos años, pero de todos modos fue uno de los temas planteados.
En este contexto, sale a la luz pública el “Infobarómetro de la Primera Infancia” (1), herramienta con la cual se busca medir la situación de la infancia, así como el progreso de la inversión a favor de la niñez por parte del Estado, en las distintas regiones, provincias y distritos del país, y que ha sido concebida en el marco de una estrategia de exigibilidad de los derechos de la infancia y con una perspectiva de comunicación social. Es decir, ha sido diseñada para poner a disposición de autoridades, funcionarios y ciudadanía en general información válida, accesible y sobre todo amigable, y hacer que ésta se utilice para movilizar los cambios que se requieren para garantizar el cumplimiento efectivo los derechos de la niñez. Hasta aquí podría decirse lo mismo de cualquier herramienta de información, pero ¿cuál es la particularidad del Infobarómetro de la Primera infancia?, la respuesta es: su carácter pedagógico. Así, el Infobarómetro no solamente pone a disposición un conjunto de cifras a manera de diagnóstico, sino que pretende que las autoridades con responsabilidad pública sobre las decisiones que competen a más de 3,248,264 niños y niñas (2) además de conocer la información, asombrarse y demostrar querer hacer algo por la niñez, puedan comprenderla, interesarse por ella, compartirla con sus equipos técnicos y utilizarla para guiar y evaluar sus decisiones. Esto requiere un trabajo en varios frentes y del concurso de todos nosotros, ciudadanos y ciudadanas responsables de ejercer una labor de vigilancia y exigibilidad de los derechos, especialmente de aquellos que están en una situación de vulnerabilidad. Utilizando el Infobarómetro para la gestión pública y la participación ciudadana En primer lugar ya está disponible la información básica para la gestión pública por la infancia (http:// www.inversionenlainfancia.net/ infobarometro/) sobre: ¿cuántos niños y niñas existen en tu distrito?, ¿qué lengua materna tienen?, ¿cuántos sufren de desnutrición crónica?, ¿en qué condiciones está su vivienda?, ¿cuántos centros públicos de educación inicial existen?, ¿cuántos niños y niñas no asisten a servicios de educación inicial?, ¿cuántos se retiran de la educación inicial antes de que finalice el año escolar?, ¿cuántos menores de 6 años cuentan con partida de nacimiento?, ¿cuánto se está invirtiendo?, ¿cómo se está ejecutando el gasto público?. En segundo lugar, en breve se publicará el Boletín del Infobarómetro Nº1 “La educación inicial en la mira: los desafíos de la ampliación de cobertura”, dedicado a dar cuenta de un tema central en la atención de la primera infancia: la cobertura de la educación inicial enfocada en el Presupuesto por Resultados (PpR), específicamente en el Programa Estratégico Logros de Aprendizaje (PELA) al finalizar el III Ciclo de la Educación Básica Regular. ¿Qué tipo de información nos proporciona el Boletín? Para muestra, un ejemplo: a nivel nacional, nos hemos trazado la meta de elevar la cobertura neta de la educación inicial (3) al 73,7% en el año 2011: los gobiernos regionales se han planteado la meta de elevar este porcentaje al 83,2% a nivel nacional al año 2014. Las metas al 2014 por región implican un incremento de la cobertura que bordea entre los 15 y los 25 puntos porcentuales. En este escenario, en 12 regiones del país se tiene que incorporar a la escuela alrededor de 10 mil o más niños y niñas de 3 a 5 años en el periodo 2010-2014. ¿Podremos cumplir con esas metas?, ¿cómo vamos avanzando?, ¿cuáles son las reformas administrativas y de gestión que se necesitan para lograrlo?, ¿qué se requiere para estimar el costo de que un niño/a acceda y permanezca en una educación inicial de calidad? ¿qué prácticas implementadas a nivel de los gobiernos regionales y a nivel internacional para alcanzar la meta de universalización de la educación inicial pueden ser un referente importante para apoyar las acciones de planificación y gestión de las políticas sociales a favor de la infancia?. Un cuidadoso análisis que da repuesta a estas interrogantes lo podemos encontrar en el Boletín. No olvidemos que estamos en el marco de un Estado unitario y descentralizado, en el cual la colaboración y apoyo mutuo entre niveles de gobierno para la adecuada implementación de políticas y programas es fundamental. La información es clave en este proceso y la tenemos; quizá lo más importante ahora es asumir la responsabilidad por lo que nos toca gestionar y hacer posible que las metas se cumplan. Y, por supuesto, estar vigilantes y atentos de que así sea, “No más metas sin cumplir", ese debe ser nuestro norte.
Karima Wanuz, docente especialista en Gestión Pública. 
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