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OPINION
Por: Miguel Ángel Mendoza Gómez, analista de la plataforma InfobarómetroImpacto de los resultados de pobreza en la infanciaFoto: Miguel Mendoza, analista económico.
Miguel Ángel Mendoza Gómez, economista por la PUCP y analista de la plataforma Infobarómetro, opina sobre los resultados de la pobreza en la infancia tras el informe publicado por Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), donde revela el incremento de la escasez en el Perú. Ya pasó una semana desde que el Instituto Nacional de Estadística
e Informática (INEI) dio a
conocer las cifras de pobreza (29,0 %) y pobreza extrema (5,7 %) en el Perú.
Estos datos se suman al tsunami de malos resultados en educación (36.6 % de los
estudiantes entienden lo que leen, y el 11,2 % solucionan problemas de
matemáticas de manera satisfactoria) y salud (43.1 % de niñas y niños de 6 a 35
meses de edad tuvieron anemia), todos en el 2023. En este contexto, los medios
de comunicación le han dedicado espacio al análisis, pero aún no tenemos un
balance de cuáles serán las repercusiones globales en la primera infancia y
específicamente en los niños y niñas que además de pertenecer a un hogar en
pobreza, padecen de anemia o se encuentran en estado de vulnerabilidad no solo
monetaria, sino también alimentaria. En los últimos tres años post pandemia, las autoridades no han podido
retomar los logros económicos previos la emergencia sanitaria. Las políticas
sociales no se han adaptado a la nueva realidad y los bonos aislados, como por
ejemplo Yanapay, Wanuchay, y bonos extraordinarios, no han generado el impacto
esperado en ninguna de las zonas urbano o rural del país. Quizá estas sean
algunas de las causas junto con el bajo crecimiento económico, crisis política
y eventos climáticos, tal como lo mencionó Carolina Trivelli en Diálogo Abierto
(información emitida por el canal digital de Salgalú Comunicaciones en Nativa).
Sin embargo, se retomaron las cosas donde se dejaron antes de la pandemia, sin
plantear cambios o ajustes de las políticas sociales. Es ahí donde nuestras
autoridades deben de prestar mayor atención. En la primera infancia contar con información de este tipo es más
importante todavía. Las consecuencias de estos malos resultados de pobreza se
verán reflejadas en la anemia, desnutrición crónica, inseguridad alimentaria,
calidad educativa y finalmente en la productividad por persona. Una encuesta como la ENAHO es importante pero
no nos dice quienes han caído en situación de pobreza, o cuáles son los nuevos
pobres que se tienen que atender. No tenemos un perfil específico por edades,
región por región, ni información a nivel provincial y distrital. La ejecución del gasto de calidad, la gestión de los distintos niveles de
gobierno; nacional, local y regional, se presenta en el corto plazo como el
punto de partida para revertir estos resultados. En el largo plazo, muchos
analistas han mencionado correctamente que necesitamos crecer económicamente a
más del 3 % si queremos recuperar los años perdidos, pero no solo eso, tenemos
que generar fuentes de empleo rescatando las experiencias que nos dejó la
emergencia sanitaria, mientras se reconstruyen los programas sociales
focalizados, visibilizando a la población sensible de caer en pobreza,
protegiéndolos con programas sociales restructurados. |