“Florían”: por Marisol Pérez Tello

Hace 38 años, en Lloqllapampa, Accomarca, Ayacucho, asesinaron al padre de Florián. Desde 1985, cada 14 de agosto era momento de recordar y así tener las fuerzas necesarias para buscar justicia. Su padre y otras 68 personas, entre ellos 23 niños, fueron víctimas de una masacre que puso a la población en una situación de abandono, atemorizados, estigmatizados, en lugares donde el Estado no llegaba y no llega todavía.

Este año, la conmemoración fue el 14 en Accomarca y el 15 en el LUM. Con ese motivo una comitiva viajó a Accomarca y se reunieron los pobladores que viven en Lima, aquellos que vinieron desplazados huyendo de la muerte e hicieron su vida fuera de su tierra y salen adelante ayudándose unos a otros.

El 15 de agosto se presentó un documental en el LUM y se les rindió homenaje a Celestino y a Teófila, y con ellos a todos los hombres y mujeres que han permanecido todos estos años buscando justicia. Es verdad que la han encontrado parcialmente en una sentencia y algunos de los cuerpos han sido restituidos y enterrados como corresponde; sin embargo, todavía hay temas pendientes.

Florián fue en la comitiva a Accomarca para el 14 y regresando a Lima, junto con otros vecinos, sufrió un accidente en Huaytará, murió a los 65 años el sábado 19.

Florián acompañó la lucha por justicia más de la mitad de su vida, lo hizo con humildad, con respeto a la autoridad de Celestino, con compasión por quienes sufrieron y perdieron a sus familiares, con ternura por los niños que debían entender lo que había sufrido su pueblo y, a partir de eso, asumir también un compromiso. Era un hombre más bien tímido, constante, fuerte, su hijo solo pide que no abandonemos la lucha por la que entregó su vida.

Qué triste y qué difícil para los que lo conocimos no haberle dicho en vida todo lo que lo admiramos, el ejemplo que significa para nosotros su resiliencia, su capacidad de sobreponerse y el estar siempre al servicio de los demás, buscando que se escuchen sus demandas, que tienen que ver con justicia, con verdad y con memoria, pero también con el desarrollo de su comunidad.

Accomarca tiene menos de 40,000 soles de presupuesto, problemas de minería ilegal, falta de accesos, anemia, ancianos con problemas de salud; de todos ellos se preocupaba siempre Florián. El vacío que deja es muy grande, sobre todo porque nunca quiso ocupar ningún espacio, ningún cargo; simplemente se puso al servicio de su pueblo. Un ejemplo que nos hará falta a todos. 

Descansa en paz, querido Florián.