La vacunación de la infancia y niñez vive una situación dramática

La vacunación de la infancia y niñez vive una situación dramática, sin duda. No solamente sucede en el Perú, y no es para consolarnos, sino en la mayoría de países del mundo.

Durante la pandemia, se cerraron los establecimientos de salud, se cerró la atención primaria a la gente. Uno de los focos principales de esta atención es la atención del desarrollo de crecimiento de los niños y la vacunación.

Estamos en peligro de volver a tener enfermedades infectocontagiosas que no teníamos en el pasado, sino también, por ejemplo, neumonía por neumococo en nuestros adultos mayores, así como difteria, tétano. Y sobre todo, pertussis en nuestras gestantes.

Algunos factores que coadyuvaron a esto fue la pandemia, sin duda. Sin embargo, actualmente los servicios de atención primaria ya se han reabierto. Ahora, hay que decirlo, gracias a los mensajes erráticos de parte del Gobierno la gente tiene miedo de vacunarse, y a eso hay que sumarle los grupos antivacunas, que no solo son anticovid, sino todas las vacunas.

Se han presentado algunos errores por parte del ministerio de no tomar el toro por las astas y señalar: “nuestras vacunas son seguras, son de alta calidad”. Los ciudadanos no deben temer vacunar a sus niñas y niños. Sin duda, nuestras vacunas son las mejores de la región. Ojalá otros países tenga las vacunas que el Perú tiene.  

Hace unos años atrás, un gobierno regional importó vacunas contra la varicela, puesto que el Estado Central no les había entregado aquellos insumos médicos. Esa acción me pareció saludable.

Por ello, veo positivo la idea de importar vacunas desde los gobiernos regionales, porque se trata de atender la salud de la población, sobre todo de la infancia y niñez. Esto es un tema urgente que no debe pasar desapercibido.