Existen los recursos y las experiencias para beneficiar a la infancia y niñez

El investigador, catedrático de la PUCP y miembro de Inversión en la Infancia, Carlos Eduardo Aramburú, señala en esta entrevista que no faltan recursos ni experiencias para ejecutar las acciones que beneficien a la infancia y niñez. Entonces ¿qué le falta al país? Así responde Aramburú. 

¿Por qué es tan difícil para los gobiernos municipales y regionales actuar en beneficio de la infancia y niñez?

Creo que es porque no existe un mecanismo de aprendizaje colectivo que venga de las redes municipales. Hay municipios que han hecho cosas muy interesantes. Y paradójicamente, no de los más ricos, sino a veces de los más difíciles. En amazonas, por ejemplo, en la zona nativa del norte del país, hay experiencias interesantes de reducción dramática de la desnutrición crónica infantil.

En el caso de amazonas, por ejemplo, con la reducción de la desnutrición crónica infantil, a través de la identificación de los niños recién nacidos con el CUI, que no es el animalito, sino el Certificado Único de Identidad. Y hay una experiencia muy bonita que manejó el MEF hace unos años con participación de población local, sobre todo con los recursos de Salud. Y las madres de familia, que han tenido experiencias maravillosas, como el Centro de Atención Comunal.

Con un mecanismo de aprendizaje, que permita que lo bueno que hace uno lo sepa otro que recién esté empezando. Los municipios no deben trabajar como islas, sin mecanismos de gestión pública que planteen soluciones que ya resultaron exitosas en otras comunidades, localidades o regiones.

Así es. Hubo una iniciativa que no llegó a nivel local, pero debió llegar. Es la de SERVIR, Gerentes Públicos. Sobre el tema de recursos humanos, yo creo que la diferencia entre el cielo y el infierno es administrativa. Y por más que tengamos buenos deseos, si no manejamos la parte de gestión, la cosa no va a funcionar.

Sin duda, la prioridad política. Los niños no votan, pero son, básicamente, el recurso más importante que tiene toda sociedad. Además, como dice el padre Garatea, con toda certeza, es la manera en la que medimos la calidad moral de una sociedad. Una sociedad que no se preocupa por sus niños ni por sus viejos no tiene calidad moral. Primero, sin duda, es la prioridad política.

Considero que hay que crear un grupo de trabajo responsable a nivel de cada gobierno local a fin de trabajar por la infancia. Que incluya no solamente funcionarios del gobierno local, sino también club de madres, mesa de lucha contra la pobreza y una ONG o alguna organización civil que exista en la zona.

Por eso es muy importante analizar cada caso. No todos tienen la misma carencia. Hay regiones en los que el tema clave es agua y desagüe. Otras, en el que hay que priorizar anemia infantil. Otras, violencia. Otras, educación. Entonces, con base en esta información que ya existe, y no es muy compleja, priorizar en ese distrito concreto o esa provincia concreta el problema principal y darle los recursos.

Solamente en regalías y canon minero este año se ha incrementado en 120 % el presupuesto destinado a regiones, estamos hablando de más de 1300 millones de soles. Que no me vengan a contar que lo que falta es plata. Ya no lo es más ahora. Por eso es importante gastar mejor, no gastar más. Y para gastar mejor se requiere competencias técnicas, moralidad y vigilancia ciudadana. Hay que articular esfuerzos.