Expertos hacen balance de políticas de inclusión social en el Perú

Entre el 19 y 23 de octubre, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social organizó la IV Semana de la Inclusión Social, en la que se presentó lo hecho por el gobierno en el tema. A propósito de esto, este blog le pidió a dos expertos, Carlos E. Aramburú, antropólogo, y profesor de la Universidad Católica; y Javier Abugattás, ex viceministro de Economía, ambos miembros del Grupo Impulsor Inversión en la Infancia, un balance de las políticas de inclusión social en el Perú. 

“En estos cuatro años el gobierno del Ollanta Humala ha avanzado mucho en el aspecto de la inclusión social, colocando un énfasis especial en el incremento del presupuesto para los temas sociales. Sin embargo, orientó su trabajo a mejorar los promedios de los indicadores relacionados con la infancia, cuando debió ir más allá y enfocarse en reducir las brechas entre los pobres y no pobres. En nuestro país, no basta con reducir esos promedios nacionales, porque es crítica la situación de muchos niños pobres. Por ejemplo, el promedio a nivel nacional de los niños que al nacer no tienen una talla adecuada es 4 por ciento, pero en las poblaciones de menos ingresos es 27 por ciento; esta es una diferencia de más de 7 veces. Esta brecha entre los niños pobres y no pobres es inaceptable, y se repite en varios indicadores más. Todos los niños son seres con derechos, de los que depende el futuro del país, por ello es importante que no exista diferencia en su desarrollo. También se debió colocar con un mayor grado de prioridad el involucramiento de los gobiernos regionales y locales en la adaptación de las políticas sociales en su comunidad. Muchas veces por tratar de manejar todo desde Lima se ha perdido la oportunidad de que una buena política social funcione adecuadamente y cumpla sus objetivos establecidos”.

“Las políticas de inclusión social que ha realizado este gobierno, como, por ejemplo, la implementación de la estrategia “Incluir para Crecer” y señalar al desarrollo infantil temprano como uno de sus puntos claves, son una buena idea en teoría; el problema se ha dado al momento de aplicar estas políticas. A veces en la práctica se ha perdido el enfoque de prioridad que deben tener estos temas. La llamada inclusión social de este gobierno ha tenido avances en algunos temas, como la cobertura de algunos servicios de salud y educación, pero también se nota que la calidad del servicio brindado aún es deficitaria. Se han aumentado considerablemente los recursos para los programas sociales, pero el problema ha sido que estos recursos por si solos no han llegado a mejorar el servicio que se brinda. Con el paso de los años el desarrollo infantil temprano ha dejado de ser una prioridad dentro de la política pública. Y esto ha pasado porque no ha habido una verdadera sensibilidad entre los servidores públicos para brindarle la importancia que merecen a los temas sociales, principalmente los relacionados con la infancia”.