El bus de la niñez

Si habláramos de un tren, sería Chun Chun. Pero hablamos de una coaster intervenida por la magia de la niñez, y se llama Rum Rum Colores y divertidas formas le ha cambiado el rostro a este vehículo de transporte para convertirlo en Rum Rum El Explorador. Este es el nombre de una de las iniciativas educativas de Caritas Graciosas, una asociación civil, creada en 1986, dedicada a la educación infantil. Caritas Graciosas busca valorizar al niño en toda su dimensión lúdica y reivindicar el juego y la exploración dentro del quehacer educativo, a través de proyectos de investigación en el aula.

La consigna, nos cuenta Elena Veleochaga, educadora y directora del proyecto Rum Rum El Explorador, es llevar la escuela a la calle. El peculiar nombre surgió de los propios niños, recogiendo su particular lenguaje. Rum Rum, convertido en un aula rodante repleta de módulos sensoriales, recorre la ciudad en un largo peregrinaje, durante el cual visita otras aulas de la ciudad.

“Los niños de la primera infancia aprenden a través de los sentidos y la escuela no puede ser una burbuja. Así nació el bus. Un espacio donde se favorece e incentiva la iniciativa del niño; un lugar donde juegan, exploran y experimentan”, afirma Elena Veleochaga.

Desde su fundación hace más de 12 años, Caritas Graciosas (que comenzó con un solo centro educativo inicial en Miraflores) apostó por una propuesta pedagógica novedosa, basada en la equidad de la educación. Desarrollaron una metodología flexible que funciona tanto en Lima como en Pachacamac o Ventanilla. ¿Qué ofrece la comunidad para enriquecer la experiencia del aprendizaje del niño? ¿Cómo conectar el proceso de enseñanza con el entorno del niño? Esas son las preguntas que se plantea Caritas Graciosas.

En el año 2005, en su primer recorrido Rum Rum visitó las escuelas de los distritos de Ventanilla y Pachacamac, buscando transformar la práctica docente. Desde esa fecha, cada año 120 docentes y 1,900 niños han sido beneficiados por una nueva estrategia de educación a través del juego, los sentidos y diversos elementos lúdicos que estimulan el aprendizaje de los pequeños. No solo llegaron a la ciudad, sino también a la zona rural de Pachacamac (Quebrada Verde, Guayabo y Picapiedra), y en el año 2008 empezaron sus actividades en nueve comunidades rurales de Huancavelica.

¿Qué hay dentro de este bus mágico? Para ver: micas de colores, espejos cóncavos y convexos, un periscopio y un caleidoscopio. Para escuchar: cornetas, xilófonos y un tubo conductor de sonido que funge de prehistórico teléfono. Para oler: módulos con distintos aromas y esencias. Para el tacto: módulos con texturas distintas, timones y entradas con toboganes. Al fondo hay sitio para un sector más científico: una enorme barra imantada, una balanza y carritos con péndulos reclinables. Todo el vehículo ha sido concebido empleando materiales muy sencillos. Dentro del bus, todos los sentidos están presentes, como si se tratara de un juego en el que los niños libremente deciden.

Caritas Graciosas, a través de este proyecto, contribuye a una mejora de la educación, que involucra la participación de los docentes, los padres de familia, las autoridades y los miembros de la comunidad, conjuntamente con los niños. Estos últimos son estimulados para desarrollar una capacidad crítica constante y adquirir habilidades que se manifiesten en una mayor participación, expresión y creatividad. El trabajo con los docentes, mediante talleres periódicos a lo largo de tres años, busca transformar su práctica pedagógica en una donde la escucha, innovación, mediación y el aprendizaje significativo, sean los principales fundamentos de su labor docente. La dinámica con los padres los acerca al proceso de aprendizaje para que acompañen el desarrollo de sus hijos; se busca que los padres también se sumerjan en “el encanto de aprender”. El enfoque integral de Caritas Graciosas incluye reuniones con las autoridades y las Unidades de Gestión Educativa Local (UGEL) de las zonas donde trabajan para generar una normatividad clara que vuelva este proceso educativo sostenible en el tiempo.

El trabajo de Caritas Graciosas se sustenta en un enfoque en el cual el aprendizaje tiene que ser significativo; se tiene que dar gracias al descubrimiento, a las experiencias vivenciales y sensoriales; la enseñanza tiene que ser contextualizada con su entorno y poseer un componente afectivo importante y de curiosidad constante. Así los niños son escuchados y adquieren protagonismo en su propia educación.

www.caritasgraciosas.org.pe