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ENTREVISTA
Liliana La Rosa: Necesitamos una profundas reforma del aparato públicoEn
entrevista con Inversión en la Infancia,
Liliana La Rosa, exdecana del Colegio de Enfermeros del Perú, nos habla
acerca de la problemática del aparato que existe en el aparato público del
país, para atender temas como el hambre, la pobreza, violencia y por supuesto
la corrupción. Esto en el contexto de la pandemia. —En principio, ¿qué opinión tiene sobre
el aumento del hambre y la pobreza en el país? —Considero,
en primer lugar, que hay cosas que se tienen que rescentralizar y otras que
descentralizar, para que a partir de allí se comience a dar mejoras. Durante mi
gestión en el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social me sorprendía el tema
de los comedores populares, dado que, eran atendidos de forma bastante disímil
y es algo en el cual se debe tomar énfasis. —Pero, para que haya buena atención,
¿qué papel juegan las autoridades de Estado? —Juegan
un papel importante. Aunque sabemos muchos de los gobiernos regionales no cumplieron
con la adquisición de alimentos y tampoco se hizo la repartición, pues tenían
retrasos de 6 a 7 meses en plena emergencia. Fue un retraso bastante amplio
para lo que se supone es una urgencia, toda vez que no estamos hablando de un
servicio que puede esperar; el hambre no espera. — ¿Y esto se debe…? Podríamos especular
un tema de mal manejo o corrupción —...La
corrupción en los gobiernos locales está muy instalada debido a la impunidad
que aparentemente es el pan de cada día. — ¿Entonces cómo abordamos este problema? —Lo abordamos con políticas
descentralizadoras. Porque si no tenemos políticas descentralizadoras que
tengas dientes y la capacidad de sancionar fuertemente a todo aquél que se
corrompe o aquel que es negligente en el cumplimiento de sus funciones, no
avanzamos. Entonces la participación de los gobiernos locales es muy
importante, aunque durante la pandemia han estado muy ausentes a pesar que se
les ha convocado. —Por otro lado, ¿cómo fortalecer desde
la sociedad en su conjunto temas como pobreza y violencia en el contexto de la
pandemia? La
lucha la damos todos, la tenacidad y la persistencia son factores que curan
todos estos procesos. Por ejemplo, nosotros hemos impulsado la lucha contra el
embarazo en la adolescencia durante casi 15 años de forma sostenida y hasta hoy
las cifras de embarazo adolescente no bajan. Tampoco se le asigna el
presupuesto adecuado, ni se hace educación sexual en las aulas o en la casa y
menos se prioriza lo que se debe priorizar. —Sin duda es algo muy preocupante. Pero, ¿a
qué factores se debe este proceso? Lo
que pasa que, cada vez que entra una nueva autoridad todo el proceso retrocede
y luego vuelve avanzar, se eliminan las normas y luego las vuelven a poner…; lo
que tenemos es un país adolescente en
términos de gestión pública y una capa burocrática de tercer nivel que no
siempre se alinea a las directrices de los ministros, viceministros o
directores generales y lo que hacen esa mantener una vida en el aparato púbico
que no garantiza derechos. —Diríamos que esto requiere una reforma
estructural… —Sí. Pero no una pequeña reforma del aparato
público, sino una profunda reforma de todo lo que hacemos, especialmente los gobiernos
locales y regionales. Sabemos que el Ministerio de la Mujer todavía no está a
la altura de las circunstancias en términos normativos, porque sus normas no
tienen sanciones claras, no tienen un aparato de fiscalización del cumplimiento
de los derechos de los adolescentes. —En tal sentido, necesitamos… —Sí.
Necesitamos un sistema que de verdad proteja a la infancia, fiscalizando el
cumplimiento de sus derechos que están registrados en la normatividad y los
protocolos del sector público. |