Inversión en la Infancia y Desarrollo

Entrevista: Carlos Noriega/Gabriel Herencia

Eva Jespersen, subdirectora del Informe sobre Derrollo Humano del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD), estuvo en Lima para participar en el Congreso de Participación, Pobreza y Poder, organizado por la Asociación de Desarrollo Humano y Capacidades, que reúne a destacados investigadores del mundo. En este congreso internacional se debatió sobre desarrollo humano y social. En la siguiente entrevista, Jespersen analiza la inversión en la infancia en función del desarrollo social y económico.

¿Por qué es importante invertir en la infancia?

Porque, pensando en términos sociales, pero también productivos, es importante que los niños tengan una buena educación, que vayan a la escuela para que sean ciudadanos activos y que sean saludables. Es importante invertir en la infancia porque esa es la manera en la que podremos tener una sociedad dinámica. Destinar recursos económicos a la infancia debe ser visto como una inversión para el desarrollo.

¿Cuáles son las principales consecuencias cuando no hay una adecuada inversión en la primera infancia?

El desperdicio de un importante potencial humano. Es muy importante invertir en la primera infancia, en la estimulación temprana y proveer oportunidades a los padres de pasar más tiempo con sus niños. Cuanto más temprano podamos darles a los niños beneficios como la educación inicial, ellos aprenderán mejor herramientas tales como el saber manejar conflictos sociales, que se manifiestan incluso en el los años de la pre-escuela. Si se invierte en los servicios educativos de la primera infancia, eso ayudará a evitar que los niños abandonen los estudios. El desarrollo intelectual, físico y ciudadano empieza bastante temprano. Y no debemos olvidarnos que los servicios de primera infancia permiten que ambos padres tengan más tiempo y oportunidades de tener empleos fuera de casa.

¿A menor inversión en la infancia es mayor la pobreza de un país?

Sí. James Heckman, economista norteamericano y Premio Nobel de Economía, ha demostrado que invertir en la primera infancia tiene una enorme recompensa económica. A largo plazo, la pobreza se puede reducir con inversión en la infancia. Los servicios educativos para la primera infancia, además de beneficiar el desarrollo de los niños también permiten que las mujeres tengan mayor participación como fuerza laboral. Invertir en la educación de los niños tiene un importante efecto en la reducción de la pobreza para el futuro, porque aumenta las oportunidades de un crecimiento económico en una economía basada en el conocimiento y en la información.

¿En los presupuestos nacionales se refleja la prioridad que debe tener la inversión en la infancia?

Hace varios años, en el Informe de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas tuvimos una discusión sobre el nivel adecuado que los presupuestos nacionales deben dedicar a la inversión en la infancia, y concluimos que los gobiernos deberían invertir al menos 20 por ciento de su presupuesto en servicios sociales básicos. Creo que esa cifra todavía es válida, pero me parece que ahora es más difícil destinar esa cantidad a los servicios sociales básicos. Hay distintas iniciativas de cómo evaluar los presupuestos. Los gastos y las inversiones se dan en niveles diferentes: en el nivel central y en el nivel local. La mayor parte de la inversión en los servicios para la infancia se da en el nivel local. Creo que en América Latina y en otros países en vías de desarrollo, las organizaciones sin fines de lucro y la sociedad civil juegan un importante rol para llegar a los grupos sociales a los que el gobierno no llega.

¿La tendencia actual, en un contexto de crisis económica mundial, es disminuir la inversión en la infancia?

Debido a la actual crisis financiera y económica, las rentas por impuestos han bajado y las donaciones para programas sociales han disminuido, por lo que seguramente hemos tenido recortes en la inversión social y a favor de la infancia, lo que siempre sucede cuando hay crisis, afectando a los niños. El problema es que siempre ha sido más fácil recortar los recursos para la inversión social, que recortar los recursos para infraestructura. No estoy segura que exista un análisis preciso sobre la reducción en la inversión social y en los recursos destinados a combatir la pobreza.

¿Los gobiernos, los políticos, los empresarios, entienden la importancia que tiene la inversión en la infancia?

Creo que ahora hay más conciencia sobre este tema de la que había hace 20 ó 30 años. Eso lo vemos en las grandes fundaciones filantrópicas. Hay un progreso en la responsabilidad social. Parte de ello viene de un mundo globalizado, que también tiene muchos grupos de intereses que han demandado mayor responsabilidad social en las corporaciones más grandes.

¿Cómo está el Perú en inversión social y en la infancia en comparación con los otros países de América Latina?

El nivel de inversión social y en la infancia del Perú está en la línea baja entre los países de América Latina.

¿Cuál es la línea base a partir de la cual se mide la pobreza de un país?

En el Informe de Desarrollo Humano se señala que los países que están en el nivel bajo de desarrollo humano son básicamente los países africanos y Timor del Este., La mayoría de los países en desarrollo del resto del mundo han subido a un nivel mediano de desarrollo humano. Los países desarrollados están en el nivel alto. En este Congreso de Participación, Pobreza y Poder realizado en Lima, hemos discutido si es necesario modificar o revisar algunas de las líneas base que son utilizadas para evaluar el desarrollo humano. El Informe de Desarrollo Humano es muy importante, pero al mismo tiempo, en las metas de educación, por ejemplo, es relativamente poco ambicioso, por lo que tal vez necesitemos revisar algunas de las líneas base que hemos utilizado para medir el desarrollo humano.

¿Deben establecerse metas más ambiciosas en desarrollo social que las señaladas en los Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas?

Algunas de las metas establecidas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio se han probado difíciles de superar. La reducción de la mortalidad materna es una de las metas más importantes que tiene la menor cantidad de progreso. En otras metas se han logrado mayores avances. Países como Vietnam y Tailandia tienen metas nacionales de desarrollo social más ambiciosas que los Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas. Este proceso sugiere que los países deben ponerse metas más ambiciosas en el desarrollo social, porque esa es una forma de movilizar el apoyo público y de mantener la responsabilidad de los gobiernos en este tema. Los países de ingreso medio deberían establecer metas más ambiciosas.

¿Cuál es su experiencia con los países de le Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)?

Los países de la OCDE son un grupo bastante variado, que incluye a México y a Turquía. Lo que su Informe demuestra es que en los años 90 había un grupo de estos países en los que no había mucha inversión en la reducción de la pobreza, pero en los últimos diez años se han dado esfuerzos en este terreno, como en el caso del Reino Unido, que ha fijado metas en la reducción de la pobreza infantil y ha invertido bastante dinero en programas para reducirla. Se ha reducido la pobreza infantil, pero no en en el nivel que ellos esperaban. Siempre llega un punto en el que se requiere más que solo inversión. Pero, al mismo tiempo, hay otros países europeos, incluyendo países nórdicos, donde la inequidad crece. Dentro de la Unión Europea existe la Comisión sobre los Derechos de los Niños de la Unión Europea, que se reunieron hace poco tiempo para reducir la pobreza infantil en la Unión Europea.