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ENTREVISTA
Javier Atkins, presidente regional de Piura y de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales“Falta que la descentralización sea efectiva y funcione en las políticas sociales”El presidente regional de Piura y de la ANGR, Javier Atkins, señaló que la articulación "es la palabra clave, el término mágico que debemos usar" para mejorar la situación de la infancia. En entrevista con el Blog Inversión en la Infancia, Javier Atkins, presidente regional de Piura y de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales, se refiere a la necesidad de articular acciones entre los diferentes niveles del Estado para mejorar la situación de la primera infancia a nivel nacional. También analiza las conclusiones del Encuentro Nacional “Experiencias en Gestión y Programas por la Primera Infancia”, realizado recientemente en Piura. ¿Cuál es la relevancia del Encuentro Nacional “Experiencias en Gestión y Programas por la Primera Infancia”? Nos vamos de este encuentro con optimismo por el trabajo y visión conjunta de lucha contra la desnutrición crónica y de inversión en la primera infancia. Creo que estos tres días han sido espectaculares. Felizmente, tenemos funcionarios y mucha gente involucrada con la primera infancia. Aún nos queda un largo camino por recorrer, pero con la esperanza de hacer cosas nuevas, con imaginación, y no estar pidiendo presupuesto al gobierno nacional, sino más bien haciendo nuestras propias inversiones. Sin embargo, se requiere una articulación de las políticas nacionales con las sub nacionales de manera que se conviertan en territoriales, y podamos llegar hasta el último niño y niña que hay en nuestro país. Precisamente, los alcaldes y especialistas que han participado en este encuentro han coincidido en la importancia de la articulación entre los diferentes niveles del Estado. ¿Cuál fue el primer paso para lograr la articulación en la región Piura con el Sistema Regional de Atención Integral a la Primera Infancia (SIREPI)? Así como requerimos y pedimos articulación desde el gobierno nacional con los gobiernos sub nacionales, nosotros, desde el gobierno regional, comenzamos desde hace varios meses la articulación con los gobiernos locales, y éstos, a su vez, con las comunidades. Articulación es la palabra clave, es el término mágico que debemos usar. Desde el gobierno regional, con los gobiernos locales, hemos firmado un compromiso, con las provincias y distritos, de lucha contra la desnutrición crónica y llegar hasta el último rincón de la región. Eso es lo importante, necesario y fundamental, para que la política pública regional que hemos implementado desde el gobierno regional tenga efecto, sea eficaz y eficiente en toda la región y no se quede, solamente, al costado de la ciudad de Piura. Otro aspecto importante que se ha resaltado es la sostenibilidad, ¿podemos pensar en un sistema de atención integral a la infancia posterior a su gestión? Sin ninguna duda, porque, primero, ya es una política pública regional. En segundo lugar, esta política pública lo que está logrando es empoderar a la ciudadanía; que se dé cuenta de que ellos deben ser los que manejen el sistema. De esa forma cualquier nueva gestión solo podrá mejorar y continuar el programa; no podrá dejarlo de lado, no podrá decir no, en la primera infancia no se invierte y vamos por otro camino, porque la ciudadanía va a saltar y dirá, un momento, esto ya se viene trabajando, venimos articulados desde hace varios años. Es la ciudadanía, con ese empoderamiento, quien le va a dar la sostenibilidad social a este programa, pero nosotros como gobierno regional tenemos que buscar el presupuesto necesario para que económicamente sea sostenible e involucrar al empresariado privado. Eso es fundamental, ellos tienen que ser socios estratégicos nuestros en esta cruzada por la primera infancia. Desde el año 2011 en que fue creado el SIREPI, ¿cuál ha sido la reacción del gobierno nacional? Nos ven con cierta sorpresa, incertidumbre, más posicionados en el tema de la infancia. Sin embargo, falta esa articulación directa para que nosotros podamos también actuar y no depender de los programas nacionales que a veces se imponen desde Lima, desde un ministerio. Falta que esos programas pasen a los gobiernos sub nacionales y que la descentralización, en este aspecto, sea efectiva y que funcione. Así como en Lima tienen sus instituciones, nosotros también las tenemos a nivel regional y a nivel local, entonces es importante que para que esas políticas sociales sean eficaces se conviertan en territoriales. ¿La experiencia del SIREPI se debería replicar en otras regiones? Ponemos a disposición del gobierno nacional esta experiencia. Ya hemos tenido la visita de funcionarios de varias regiones para conocer lo que venimos haciendo, de qué manera estamos avanzando, cómo van los resultados. La idea es intercambiar ideas con otras regiones que también han avanzado con sus propios programas, porque aquí nadie tiene la verdad absoluta. Tenemos que trabajar, intercambiar ideas, hacer pasantías aquí en Piura, en otros países donde se ha avanzado mucho en el tema de desnutrición crónica. El gran beneficiario tiene que ser el niño, el infante, esa criatura de cero a cinco años que no tiene ninguna razón para ser desnutrido en un país tan rico como el nuestro. Eso se debe trabajar de manera articulada, pensando no en cada uno de nosotros, sino pensando en aquellos niños y niñas que requieren de la ayuda, del apoyo del Estado para que puedan ser en el futuro ciudadanos hábiles que conozcan sus derechos y los defiendan. Ha llamado la atención la sinceridad del representante de la región Madre de Dios al señalar que en dicha región aún no hay una decisión política para mejorar la situación de la primera infancia. ¿Qué le diría usted? ¿Cuál sería el primer paso que deberían tomar para mejorar la atención a la primera infancia? Sobre la sostenibilidad del Sistema Regional de Atención Integral a la Primera Infancia, SIREPI, Javier Atkins, afirmó que "sin ninguna duda ya es una política pública regional" ¿Por qué se ha priorizado en el caso de SIREPI la educación temprana? Porque es fundamental. Todos sabemos que la primera etapa del niño, de cero a dos años, y de dos a cinco años, son las etapas claves en que se forja la persona, tanto en la parte cognitiva, en su inteligencia, como en su sensibilidad. El cariño que los padres y las promotoras del proyecto Familia Feliz tienen que darles a los niños es para que se sientan integrados y queridos por todos, esa parte es fundamental. ¿En qué más se está avanzando? No solamente estamos priorizando la atención temprana, también hemos avanzado en lo que se refiere a la cobertura de educación inicial, que la encontramos en 50 por ciento, y ahora estamos llegando casi al 85 por ciento. Estamos avanzando, pero toma tiempo, hay que tener no solo paciencia, sino acción para que nos conduzcan hacia un proyecto consolidado. ¿Qué falta hacer? Debemos actuar desde diferentes puntos, con diferentes alcances. Tenemos que trabajar también para combatir el alto índice de embarazo juvenil en nuestra región. Es todo un trabajo que se debe hacer no solamente desde el punto de vista social, sino también el económico. Nuestra Gerencia de Desarrollo Social se ha destacado por emitir y lograr normas de carácter público y político en lo que se refiere también contra la trata de personas, la trata de niños y niñas; tenemos un Consejo Regional de Niños, Niñas y Adolescentes muy activo, y el Consejo Regional de la Mujer, que son los espacios vivos que se preocupen por cada uno de los sectores más vulnerables que tenemos. El rostro de SIREPI son las promotoras del programa Familia Feliz, ¿qué podría decir de su relación con las familias que forman parte de este programa? Las promotoras del programa Familia Feliz han sido capacitadas, es un personal que muchas veces pone de su propio bolsillo para los pasajes, para su alimentación, pero lo hacen con mucho cariño. Se han involucrado mucho con las familias, ya que las conocen, las respetan y les hacen caso. Con el programa Familia Feliz queremos desterrar el golpe, el palo, la violencia con que antes se trataba a las criaturas. A cambio hay que darles cariño, amor, juego, recreación, que el niño vea a su padre y a su madre como seres que lo quieren; que no haya violencia en la casa. La experiencia nos dice que los niños aprenden mucho más rápido con amor y juego, que con el palo. |