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ENTREVISTA
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Carlos E. Aramburú

“Es urgente una mayor coherencia entre la política económica y la política social”

Entrevista: Carlos Noriega



“En los últimos diez o quince años hemos aprendido que la política económica de crecimiento es necesaria pero no suficiente para lograr la inclusión”, señala Aramburú.
Carlos E. Aramburú, antropólogo, especialista en desarrollo rural, profesor principal del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Católica, analiza el mensaje de toma de mando del presidente Ollanta Humala a partir de las referencias a la inclusión social y la infancia contenidas en el primer discurso presidencial. Aramburú destaca el énfasis en la inclusión social y el compromiso que asumió el presidente con los niños y niñas del país, así como la anunciada prioridad en temas como el combate a la desnutrición crónica infantil, y señala como una de las principales omisiones que el presidente no haya anunciado su decisión de asumir personalmente la dirección de las políticas de inclusión social.  

 
 

¿Qué sensación le deja el mensaje del presidente Ollanta Humala respecto a la prioridad que tendrá la primera infancia en el próximo gobierno?
La sensación es que el discurso ha sido amplio, un poco vago, que han faltado precisiones. Hay un cambio al poner más énfasis en la inclusión social. Creo que existe el compromiso, pero falta precisar los detalles. Lo importante en los próximos días es ver cómo se implementan las iniciativas anunciadas y la importancia que le da el presidente a la primera infancia. Es importante ver cómo se empieza a manejar la relación con los gobiernos regionales y locales, desde los cuales se tiene que atacar el problema de la desnutrición infantil.
 
¿Qué perspectivas se abren con el nuevo gobierno luego de escuchar el mensaje presidencial que puso el acento en la inclusión social y habló de la prioridad en la educación, salud y nutrición?
Hay que resaltar que el presidente Humala dijo en su discurso que su compromiso era con los niños y las niñas. Es muy importante rescatar eso. El mensaje, siendo bastante genérico, ha estado más completo en la parte social que en la parte económico. El tema de la inclusión social es bastante complicado. La inclusión supone combatir la exclusión y la exclusión no es sólo económica. En cinco años es muy difícil que se logre una inclusión plena. Esa es una agenda pendiente. Creo que el presidente Humala tiene claro que la inclusión es un proceso de largo plazo, comenzó su discurso diciendo que se van a sentar las bases para la inclusión.

¿Cuáles deben ser las acciones del gobierno para comenzar a sentar las bases de la inclusión social? 
Lo más urgente es que haya una mayor coherencia entre la política económica y la política social. En los últimos diez o quince años hemos aprendido que la política económica de crecimiento es necesaria pero no suficiente para lograr la inclusión. El gobierno debe asegurar, por un lado, el crecimiento económico y, por otro lado, mejorar la redistribución para que el crecimiento sea para todos. Esa combinación es el círculo virtuoso. Es complicado, porque se puede fallar por el lado del crecimiento económico o por el lado de no manejar adecuadamente la redistribución. En ese sentido, me pareció curioso que el presidente no mencionara una reforma tributaria, sin la cual es muy difícil que el Estado tenga los recursos que va a necesitar para llevar adelante los programas sociales.  En este momento el gobierno tiene caja, pero no tiene la sostenibilidad financiera futura para poder sostener ese gasto público.

En el tema de políticas para incrementar la recaudación fiscal se mencionó solamente el impuesto a las sobreganancias mineras, cuyo monto todavía no se conoce. ¿Eso no es suficiente para darle sostenibilidad a los programas sociales?
No, porque ese es un impuesto que existe en tanto existan sobreganancias mineras, lo que depende de los precios internacionales de los minerales. No se pueden diseñar inversiones permanentes en base a flujos económicos estacionales, no permanentes. Ahí hay una contradicción. Se debe ampliar la base tributaria para que la gente que está en la informalidad y  ahora no tributa, lo haga.

El presidente Humala señaló que su gobierno priorizará el combate a la desnutrición crónica infantil. ¿Cuáles son las acciones que se deben implementar para tener una efectiva política de reducción de la desnutrición infantil?
Se ha hablado de ampliar el programa Juntos a los 800 distritos de mayor pobreza, que es dónde está el mayor problema, la desnutrición más alta. Desde el punto de vista programático Juntos ha tenido una base interesante, pero está faltando un elemento fundamental, que es trabajar en la capacitación y orientación de las madres en el cuidado infantil. Sería interesante que el programa Cuna Más sea un componente dentro de Juntos, focalizado en los mismos distritos, porque está faltando todo lo que tiene que ver con educación y lactancia materna, cuidado del niño, saneamiento. Hay cosas tan simples, pero muy importantes, como el lavado de las manos con agua y jabón. La política para la infancia tiene que ser multisectorial, que incluya vivienda, agua, desagüe, educación de la madre, ciertamente vacunación y nutrición. Es una política compleja.

Voceros en el tema de salud de Gana Perú han señalado que la meta del gobierno es reducir la desnutrición crónica infantil a 5 por ciento. ¿Le parece una meta adecuada?
Según la Organización Mundial de Salud (OMS) la desnutrición crónica infantil en el Perú es de 23,2 por ciento, con lo que no se cumplirá la Meta del Milenio de llegar a menos del 15 por ciento para el año 2011. Hay que reajustar esa meta. La meta de bajar a 5 por ciento la desnutrición crónica infantil en cinco años me parece una meta olímpica, que ojalá se pudiera cumplir. Creo que como promedio nacional podemos bajar la desnutrición infantil a diez por ciento en los próximos cinco años. Pero lo que más me preocupa son las enormes brechas. Debemos establecer como meta que ninguna provincia del país tenga una desnutrición infantil que sea más del doble del promedio nacional, es decir que en ningún caso la desnutrición infantil pase del 20 por ciento. Regiones como Huancavelica, Ayacucho, la sierra de La Libertad y otras zonas del país, tienen una desnutrición infantil muy alta. La sierra de La Libertad, que no está entre las zonas más pobres del Perú, tiene el mayor número de provincias con alta desnutrición infantil; Puno, que tiene una alta pobreza, no tiene altos niveles de desnutrición. Esto nos dice que la desnutrición tiene mucho que ver con las prácticas locales de alimentación y cuidado de los niños. Hay que hacer un trabajo fino para entender los determinantes de la desnutrición infantil, que no solamente es la alimentación.

Se ha señalado que el programa Cuna Más, concebido para cuidar a los niños de las madres que trabajan, se concentrará en los 800 distritos más pobres, que son básicamente rurales, pero ¿qué pasa con las zonas urbano marginales, donde muchas madres deben trabajar?
Es importante focalizar en esos 800 distritos más pobres, porque ahí están los mayores problemas. Pero, efectivamente, hay que atender a las zonas urbano marginales con guarderías infantiles. Los modelos que han funcionado mejor para estos casos en otros países son identificar por barrios a una madre para que se convierta en la cuidadora de cuatro o cinco niños y que cuente con el apoyo de la posta de salud, de un especialista que la visite y la oriente. Necesitamos cientos de pequeñas cunas infantiles urbanas para que las madres puedan trabajar con tranquilidad.

¿Cómo ve el anuncio de la creación del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, que se encargaría de concentrar y articular los programas sociales?
Estoy totalmente de acuerdo en la necesidad de articular los programas sociales, pero no estoy de acuerdo en la creación de un nuevo ministerio, que implica nueva burocracia. Creo que lo que se debería hacer es reorganizar el MIMDES (Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social) para que sea un Ministerio de Desarrollo Social con viceministerios de Infancia, de Mujer, de Asuntos Sociales, dándole todo el peso como sector prioritario y órgano rector de la política social para que pueda convocar a otros sectores. Mi impresión es que van a poner los programas sociales más productivos, más innovadores, en el nuevo ministerio, y le van a dejar al MIMDES los programas asistencialistas. Eso me parece un error.

¿Cuáles han sido las omisiones más importantes del mensaje del presidente Humala?  
No se ha hablado de la necesidad de revisar programas sociales que son muy poco efectivos, tampoco se ha hablado de mejorar la eficiencia de los programas sociales. No ha quedado claro  quién va a ser la cabeza en el tema social. Así como el presidente ha dicho que va a dirigir personalmente el Consejo de Seguridad Ciudadana, también debería, debido a su compromiso, asumir personalmente la dirección del tema de inclusión social, y de la infancia que es la más excluida. A pesar que la inclusión social ha sido un tema importante en su discurso, no ha habido una decisión presidencial de dirigir personalmente el tema para darle la fuerza que requiere, como sí lo ha hecho en el tema de seguridad. Ahí hay un vacío. Debería haber un comando nacional para la inclusión social dirigido por el presidente. Otro vacío ha sido no convocar y animar al empresariado a que tenga responsabilidad social.

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