ÍNDICE
Comparta sus comentarios
Links que vale la pena visitar
ENTREVISTA
Compartir en facebook

Michael Feigelson

“La demanda por poner la primera infancia en la agenda tiene que venir desde los ciudadanos”

Entrevista: Carlos Noriega



Michael Feigelson, director de programas de la Fundación Bernard van Leer de Holanda, que apoya proyectos a favor de la mejora de la cobertura y calidad de la educación inicial y del desarrollo de la primera infancia en diversos países, entre ellos el Perú, donde trabaja con el Grupo Impulsor de Inversión en la Infancia, opina sobre la situación de la educación inicial y los cambios en la sociedad civil, organismos internacionales y la clase política frente a la importancia de priorizar la inversión en la primera infancia, algo que la Fundación Bernard van Leer viene impulsando hace 60 años.

Después de 79 años del inicio oficial de la educación inicial en el Perú todavía hay serios problemas en este terreno en cuanto a cobertura y calidad ¿Cómo ve esta situación?

Yo creo que ese problema no es solamente del Perú, sino es prácticamente a nivel mundial. Nosotros en nuestro plan estratégico estamos identificando que hay cada vez más voluntad política en cuanto a planes de educación inicial a escala. Según Educación para Todos 2009, en el mundo alrededor del 42% de los niños de 4 y 5 años están en educación preescolar. Unos 104 países tienen programas oficiales enfocados a niños menores de tres años. Cada vez hay más atención a los niños más pequeños, pero en los países donde existe esa situación casi siempre hay una brecha en equidad y calidad. Ese sigue siendo un problema crítico en la mayoría de los países del mundo.

En 1990, cuando se firmó la Convención de los Derechos del Niño, en el Perú la cobertura de educación para niños menores de 3 años era de 5%. Ahora, en el 2010, la cobertura sigue siendo la misma. Y en el caso de la educación para niños entre 3 y 5 años, entre 1994 y el 2009 la cobertura se mantuvo en 55%. ¿Qué ha fallado para que después de 20 años no se haya avanzado?

Una hipótesis es que cuando se establecieron las Metas del Milenio se priorizó la educación primaria, y todos los países están dirigidos a cumplir esas metas, por lo que concentraron sus recursos en la educación primaria, y en muchos países la educación inicial quedó relegada. Ese podría ser un factor, aunque seguramente hay varios factores que influyeron a que la educación inicial no fuera una prioridad, por lo que observamos este tipo de estadística que mencionas en el Perú.

¿Hay un cambio en los últimos años y ahora se comienza a entender la necesidad de priorizar la inversión en la primera infancia?

A nivel preescolar yo creo que sí hay un cambio; cada vez se entiende más la necesidad de invertir en la educación de los niños de 3 a 5 años. A nivel de los niños menores de 3 años, que también deberían ser sujetos de programas de educación inicial, hay mucho menos conciencia de esta importancia. Hay una mejora en muchos países del mundo, pero falta mucho para alcanzar a todos los niños y todavía mucho más para los niños que son menores de 3 años. En el Perú, y en otros países, se están logrando coberturas importantes en educación primaria, pero hay problemas de aprendizaje, y la gente se da cuenta que se debió empezar antes con la educación inicial, y se empieza a buscar por dónde nos equivocamos. Y es que no empezamos en los años más formativos.

¿Qué ha impulsado el cambio que se está dando para comenzar a priorizar a la primera infancia?

Dos de los motivos por los cuales ahora hay más atención a la primera infancia son los avances en la neurociencia y los argumentos económicos. Muchos de los estudios que han dado la evidencia económica de la importancia de empezar la educación en la primera infancia comenzaron en los años 70 y 80, y ahora estamos viendo los resultados a largo plazo. Tener el respaldo de economistas, que son las personas a las que escuchan los ministros de Economía, hablando sobre la importancia de invertir en la primera infancia, ha ayudado a construir una sensibilidad política y pública a favor de invertir en la primera infancia. El trabajo de personas como Shakira, Juanes, hablando del tema, también ha ayudado. Que personas del sector empresarial, que antes hablaban de la educación a nivel universitario, ahora hablan de educación en la primera infancia, es un aporte importante. Que personas como el padre Gastón Garatea y gente con poder estén planteando esto como un tema público ayuda mucho a encontrar los recursos económicos necesarios. En los países hay más organizaciones civiles que hablan de la primera infancia, muchas de ellas asociadas con el movimiento de los derechos de la niñez. En fin, hay más voces y voces más poderosas diciendo que es importante invertir en la primera infancia.

¿Lo que falta es la voluntad política para concretar en políticas públicas esa convicción de la necesidad de priorizar la primera infancia?

Como me dijo un miembro del Grupo Impulsor de Inversión en la Infancia: “Si no hay presupuesto no hay política pública”. Creo que, efectivamente, ha faltado voluntad política para asignar más recursos a la primera infancia. La gente que tiene que estar convencida es la gente con poder, porque son quienes deciden cómo se van a gastar los recursos públicos. Creo que para que los políticos decidan priorizar la primera infancia deben estar convencidos y escuchar una demanda desde las personas a las que representan. La clase política es clave y las personas que votan tienen que demandarles a los políticos que actúen a favor de la primera infancia. Hemos visto experiencias en muchos países en donde poner la agenda desde arriba no es sostenible. La demanda para poner a la primera infancia en la agenda tiene que venir desde los ciudadanos. Esto es exactamente lo que grupos como Inversión en la Infancia están haciendo.

¿Cómo ve la Fundación Bernard van Leer, que viene insistiendo en trabajar el tema de la primera infancia desde hace 60 años, que en los últimos años este interés por el tema haya sido adoptado por organismos como el Banco Mundial y el BID?

Estamos muy felices por eso. Han sido muchas personas las que llevan muchos años hablando de la importancia de este tema. Es importante que organismos como el Banco Mundial y el BID impulsen este tema, pero las personas que tienen que exigir esto desde abajo también deben hacerlo. Sólo cuando haya una demanda de los ciudadanos se va a hacer lo que es mejor y más sostenible para al país. Hay un límite en lo que las organizaciones internacionales pueden hacer.

Hablando de la demanda ciudadana a favor de priorizar la inversión en la primera infancia. ¿Cómo ve la Fundación Van Leer su experiencia en este tema en el Perú?

Estamos aprendiendo mucho del Grupo Impulsor de Inversión en la Infancia. Lo que a mí personalmente me llama la atención es la diversidad de las personas que se han involucrado con este grupo. No sólo son las personas que normalmente uno asociaría con la primera infancia, también hay personas del sector empresarial, miembros de organismos del gobierno, el liderazgo de REMURPE (Red de Municipalidades Rurales del Perú). Están personas como el padre Gastón Garatea. Esta diversidad de personas representa una imagen muy importante de que los niños y niñas más pequeños son responsabilidad colectiva de toda la sociedad. Eso se refleja en la composición del Grupo Impulsor de Inversión en la Infancia. Para nosotros esta experiencia es un aprendizaje que tratamos de reflejar en las estrategias en otros países. Hay un dicho de Martín Luther King que dice que el amor sin poder es anémico. La gente que ha trabajado por los niños tiene mucho amor y pasión, pero no ha tenido el poder. Involucrar a gente con poder en este tema, como está haciendo el Grupo Impulsor de Inversión en la Infancia, ayuda mucho a que se empiecen a mover cosas concretas, como presupuestos, que es algo muy importante.

El Grupo Impulsor de Inversión en la Infancia ha firmado un convenio para trabajar con los municipios rurales. ¿Cómo ve el trabajo con los gobiernos locales en las pequeñas comunidades rurales para apoyar el desarrollo de la primera infancia?

Creo que esa es una ruta difícil. Siempre es más difícil trabajar con una apuesta local, porque implica una mayor complejidad, pero desde la perspectiva de un niño lo que funciona en las zonas más ricas de Lima no va a funcionar en las zonas rurales. Creo que el hecho de que los municipios tomen los principios de calidad comunes pero se ajusten a su propio contexto es la mejor apuesta para los niños. Es una trayectoria más larga que trabajar desde una estructura centralizada, pero viéndolo desde la perspectiva de los niños me parece que es la mejor forma de hacer las cosas, por lo menos en el caso del Perú.

IR AL ÍNDICE

inversión en la infancia
Av. José Ramirez Gaston 235 Miraflores. Lima, Perú | 422-4241 | contacto@inversionenlainfancia.net