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ENTREVISTA
Congresista Verónika Mendoza“Congreso debe derogar legislación que tolera violencia contra la infancia”"Es bastante doloroso e indígnate ver las escenas donde los niños, las niñas, son maltratados, particularmente por sus padres", señaló la congresista Verónika Mendoza. Verónika Mendoza, congresista por Cusco de la bancada AP – Frente Amplio, aborda la problemática de la violencia contra la infancia y la labor del Congreso en este tema. Mendoza destaca la importancia de que en el nuevo Código del Niño y Adolescente que debe aprobar el Congreso se elimine la figura del ‘castigo moderado’ permitida en el actual Código y que diversos analistas consideran una puerta abierta para la violencia contra la infancia. Vérónika Mendoza señala que este tema debe verse en la actual legislatura.
Últimamente hemos visto en los medios de comunicación una serie de casos de violencia contra niños y niñas. El Ministerio de Justicia estima que la mitad de los niños son víctimas de algún tipo de violencia, pero no existen estudios a nivel nacional que nos den la real magnitud de este problema. ¿Cómo ve este grave problema de la violencia contra la infancia?
Es bastante doloroso e indígnate ver las escenas donde los niños, las niñas, son maltratados, particularmente por sus padres quienes tienen a cargo su educación y terminan siendo los victimarios de estos niños. Los daños físicos que se puedan dar probablemente se puedan curar, pero los golpes emocionales, las heridas en el alma, en el corazón, en la psicología de estos niños, van a ser más difíciles de curar. El problema es que ‘la educación’ a golpes es algo que, lamentablemente, está bastante arraigada en nuestra sociedad, es socialmente aceptada en nuestro país. Estaba leyendo una encuesta en la cual a más del 70 por ciento de los limeños cuando eran niños sus padres o maestros los corrigieron a golpes, y más del 40 por ciento considera aceptable que se pueda corregir con un ’palmazo en el trasero’, que es la expresión que se usa. El problema es que del palmazo, del jalón de orejas o de patillas, a los actos de agresión mas fuertes hay solamente un paso…
La legislación permite el llamado ‘castigo moderado” a los niños, que según diversos expertos abre las puertas para la violencia contra la infancia. ¿Qué está haciendo el Congreso para cambiar esa legislación?
Efectivamente, lamentablemente nuestra normativa vigente acepta, tolera, el uso de la violencia en ‘la educación’ de los niños. Nuestro Código del Niño y del Adolescente establece que quienes ejercen la patria potestad sobre los niños pueden corregir moderadamente a los niños, con eso, de alguna manera, se está reconociendo que los padres podrían hacer uso de cierto grado de violencia contra los niños para educarlos. Esto es algo que en el Congreso ya hemos debatido en la Comisión de Justica, en la Comisión de Mujer y Familia, y estamos proponiendo que se modifique, que se erradique este nivel de tolerancia que hay respecto al maltrato infantil, y que se busque, más bien, una cultura de diálogo, de escucha, con los niños.
Pero en la Comisión de Justicia se ha presentado en mayoría una propuesta de nuevo Código del Niño y Adolescente que mantiene esta figura del ‘castigo moderado’, además de incluir otros retrocesos respecto a los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Se tienen dictámenes, propuestas, tanto de la Comisión de Justica como de la Comisión de Mujer y Familia. En efecto, desde la Comisión de Justicia ha salido un dictamen en mayoría que sigue incorporando esa figura de la corrección y castigo moderado, pero hay otro, en minoría, que la deroga, la erradica. En el momento que esto entre al debate en el pleno del Congreso se tendrán que ver estas dos alternativas. El Congreso de la República ha recibido pronunciamientos, pedidos, de la Defensoría del Pueblo, de Naciones Unidas, de distintas organizaciones que velan por los derechos de los niños, que le piden que derogue esta norma del castigo moderado.
¿Este tema se verá en la actual legislatura?
Este tema ya está en la agenda del pleno del Congreso, espero que lo veamos en esta legislatura porque es un tema urgente y fundamental. Estamos impulsando que se dé ese debate en el pleno del Congreso. Esperamos que en las próximas semanas podamos debatir el nuevo Código del Niño y del Adolescente, y que se incluya esta modificación para derogar esta frase de aceptar el castigo moderado, o la corrección moderada, hacia los niños.
¿Cuál es la correlación de fuerzas en el Congreso para aprobar un Código del Niño y Adolescente que elimine esta figura del castigo moderado, considerada una puerta abierta a la violencia contra la infancia?
Espero que en el momento del debate público ante los ojos de la ciudadanía en el pleno del Congreso, los congresistas aprueben este pedido de derogatoria de la corrección moderada. Lamentablemente, tengo que reconocer que dentro del Congreso muchos colegas están impregnados por esta cultura autoritaria, que prima en nuestra sociedad y que atraviesa la política y también la familia. Va a ser, de hecho, un debate importante, en el que vamos a encontrar cierta resistencia, pero confío que en esta legislatura, es decir antes de agosto de este año, se pueda aprobar un nuevo Código que derogue lo del castigo moderado, y que también modifique otras cosas que estamos pidiendo que se modifiquen en el Código del Niño y Adolescente, como, por ejemplo, incluir el lenguaje inclusivo, refiriéndose siempre a niños y a niñas para visibilizar a las niñas, a las mujeres, y tengamos un Código del Niño, Niña y Adolescente, y se incluyan otras modificaciones más que se están planteando. Confío en que en el momento en que este debate se haga público, abierto, podamos discutir estas cosas con transparencia.
¿Existen las condiciones para que en esta legislatura el Congreso apruebe un Código del Niño, Niña y Adolescente que incluya la prohibición de todo tipo de violencia contra la infancia?
Espero que sí. Pero eso también va a depender, en gran medida, del nivel de incidencia que pueda existir de parte de las organizaciones que velan por los derechos de los niños, de los organismos internacionales, de las propias organizaciones de jóvenes y adolescentes que han estado participando activamente de este debate, emitiendo pronunciamientos, cartas a los congresistas. Si se continúa con este nivel de incidencia, y se intensifica en el momento en que este tema sea puesto a debate, podríamos lograr que algunos congresistas retrocedan de su posición actual, me refiero a aquellos que creen que se debe seguir considerando al castigo físico como una modalidad de educación para los niños. He visto a lo largo de los años que muchas posiciones, muchas resistencias dentro del Congreso, pueden ser vencidas, superadas, gracias a la incidencia pública, a la incidencia ciudadana. Invitamos a los ciudadanos que están preocupados por esta problemática a incidir en sus parlamentarios, escríbanles pidiéndoles que apoyen la prohibición de todo tipo de violencia contra los niños. Vamos a necesitar un nivel importante de incidencia ciudadana para lograr que el nuevo Código realmente garantice y respete los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
¿La oposición que existe en un sector importante del Congreso para eliminar la figura del ‘castigo moderado’ en el Código del Niño y Adolescente, es una oposición definida por bancadas o se trata de posturas individuales de congresistas de distintas bancadas?
Creo que es, más bien, un tema de posiciones personales. Lo responsable seria que cada bancada se reúna y evalúe este tema, y que se entienda que esto no es un tema del ámbito privado o personal, sino que es un tema público, porque tiene que ver con la violencia contra un sector, como la infancia, que es el corazón de nuestra sociedad, el corazón de nuestro país, el futuro y el presente de nuestro país, y que debemos cuidar sus derechos fundamentales. Este es un tema de derechos fundamentales, no es un tema personal, particular, por eso creo que debería haber un debate en las bancadas en ese sentido, y así lograr revertir algunos prejuicios de algunos congresistas que puedan considerar que el castigo físico a los niños es necesario. También debemos complementar este debate, porque no solamente se trata de derogar esta norma, sino también de complementarla con políticas de los sector de Salud, de Educación, del Ministerio de la Mujer, para, por ejemplo, acompañar a los padres que necesiten acompañamiento psicológico para que puedan aprender a educar a sus hijos con amor, con diálogo, con convencimiento, sin violencia. Es difícil ser padre, ser madre, y algunos requieren este acompañamiento, que, lamentablemente, el sistema de salud no provee. Por eso, también es necesario abrir el debate en ese sentido. Erradicar esta cultura de violencia autoritaria que prima en nuestra sociedad no se va a hacer de la noche a la mañana con una ley, se necesita una serie de políticas públicas de los diferentes sectores que acompañen este proceso, y ese es el debate que tenemos que dar en el Congreso. Ojalá, viendo el tema de manera integral, varios congresistas puedan cambiar, rectificar, su posición, en el sentido de erradicar el castigo físico a los niños, niñas y adolescentes.
En América Latina hay seis países (Uruguay, Venezuela, Costa Rica, Honduras, Brasil y Bolivia) con una legislatura que prohíbe expresamente y sanciona todo tipo de violencia y trato humillante contra los niños, niñas y adolescentes. ¿El Congreso peruano podría ir más allá de eliminar la figura del ‘castigo moderado’ en el Código del Niño, Niña y Adolescente y dar una legislación en ese sentido?
Deberíamos empezar por abrir el debate a partir del Código para los niños, niñas y adolescentes,
La congresista Mendoza afirmó que es importante "desarrollar una normativa específica sobre este tema del castigo físico y psicológico hacia los niños". ¿Cómo ve la actual política pública del Estado para prevenir y erradicar la violencia contra la infancia?
El Estado está haciendo muy poco aún; el tema recién está tomando visibilidad, importancia, y recién las políticas públicas se están desarrollando, implementando. El sector Salud debería tener mayor participación en la salud mental, porque los casos que hemos visto recientemente en los medios de comunicación tienen que ver con problemas de salud mental. En el ámbito educativo, se tiene que acompañar al niño en el reconocimiento de su integridad física, enseñarles que no pueden y no deben aceptar el castigo físico porque eso va en contra de sus derechos, que la educación debe darse por la vía del dialogo. Los padres no son los únicos que utilizan la figura del castigo moderado, también lo hacen los maestros, quienes también tienen que recibir un acompañamiento, una formación sobre este tema de parte del Ministerio de Educación, que es el sector competente en esa materia. Aún está pendiente una política intersectorial, articulada, que involucre a los sectores de Salud, de Educación, al Ministerio de la Mujer, y a los gobiernos regionales y locales, que también tienen el encargo de velar por los sectores vulnerables, como las mujeres, los niños, niñas y adolescentes, y que deberían tener planes integrales de prevención de esta problemática, pero lamentablemente se dedican, por lo general, al fierro y al cemento, y no incorporan en sus propuestas y políticas el tratamiento de estos temas. Una política pública pasa también por incidencia ciudadana. Hay regiones que han comenzado a implementar los Consejos de Niños, Niñas y Adolecentes, el tema recién está empezando a alzar vuelo, en gran medida por la incidencia ciudadana. Debemos incidir que ésta es una responsabilidad del Estado, pero no solamente del gobierno central, sino también de los gobiernos regionales y locales. Se están dando avances y confiamos que poco a poco va a empezar a revertirse esta situación.
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