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ENTREVISTA
Ariel Fiszbein, director del Programa de Educación en el Diálogo Interamericano“El gran peligro para el trabajo que ha venido haciendo Perú a favor de la infancia es que nos cansemos en el camino”El director del Programa de Educación en el Diálogo Interamericano, Ariel Fiszbein, en la siguiente entrevista analiza la importancia de la inversión en la infancia para el desarrollo de un país. También resalta foro “Agenda Regional de Desarrollo Integral de la Primera Infancia”, que se llevará a cabo el 15 y 16 de noviembre en Bogotá.
¿Cómo está viendo la inversión de América Latina en la primera infancia?
Los países de américa Latina han dado el primer paso para trabajar a favor de la infancia: que es reconocer la importancia del tema. Es indudable que hoy se reconoce a la infancia como un tema de primera importancia y de necesidad nacional. Sin embargo, los siguientes pasos como asignación presupuestal, ejecución de los recursos y organización de programas, están mostrando resultados todavía lentos. Algunos países llevan la delantera en esto porque empezaron antes como Chile, Uruguay y Colombia, porque ahora ya cuentan con estrategias integradas y con programas multisectoriales.
¿Cómo ve el trabajo de Perú relación a la primera infancia?
Perú en los últimos años ha hecho esfuerzos importantes para mejorar la situación de la infancia. Además hay evaluaciones que demuestran resultados positivos y sabemos del compromiso de la sociedad civil, cuya presencia crítica es muy importante para avanzar. El compromiso del gobierno peruano es seguir avanzando en materia de primera infancia, pero se tiene aún mucho trabajo que realizar en este tema. La continuidad y la profundización de fuerzas en el tiempo es el elemento crítico. El gran peligro para el trabajo que ha venido haciendo Perú a favor de la infancia es que nos cansemos en el camino, que nos distraigamos, y que no se siga construyendo.
¿Cómo ve la calidad de la inversión en la infancia en el Perú?
Lo que buscamos es evitar una expansión de la baja calidad que no nos permita conseguir buenos resultados. De esta manera la palabra calidad es esencial. Vemos esfuerzos para lograr calidad en el sentido de focalizarse en recursos humanos, en protocolos y currículos bien desarrollados en el uso de sistemas de monitoreo y evaluación, pero todavía hay mucho trabajo por delante.
¿Cree que aún muchas autoridades del Perú ven a la infancia como un gasto y no como una inversión?
No, esto ha ido cambiando. De hecho la palabra inversión es cada vez más utilizada. Hace algunos años sí se veía a la infancia casi como una dadiva, pero ahora reconocen que esto es una inversión y ese pensamiento está cambiando no solo en Perú, sino también en toda la región.
¿Por qué considera que aún no ha habido un cambio de mentalidad total en ese sentido?
El problema es el cansancio, porque esto es una tarea dura que requiere de sofisticación, de calidad, de acuerdos multisectoriales, y todo eso no es algo que se pueda hacer con un programa, sino que hace falta de políticas que requieren de coordinación institucional. Entonces no es mala fe ni falta de interés, simplemente que esto es una tarea complicada muy importante y por lo tanto requiere de persistencia en los esfuerzos.
Actualmente, el Perú se encuentra en una desaceleración económica ¿Qué podemos esperar para la infancia en esta situación?
Siempre es fácil hacer las cosas en la época de las vacas gordas, pero es en épocas de vacas flacas donde se ve en realidad el compromiso del Estado a favor de la infancia. Los presupuestos públicos están bajo presión y es fundamental priorizar estas inversiones para la infancia, para que no solo no haya recortes presupuestarios sino que además se continúe la creciente asignación de recursos que hacen falta para seguir expandiendo la cobertura de los programas.
¿Cuáles son los principales retos en la atención de la primera infancia en el Perú?
En Perú, como en toda la región, la palabra clave que ya mencionamos antes es calidad, existe una tentación natural de pensar solamente en los números, pero hay que saber cuántos chicos estamos cubriendo ya sea en un programa de nutrición, de estimulación, de educación temprana, entre otros.
Los números cuentan, pero esa calidad con la que se le tiene que adjuntar los números es fundamental. Esto nos lleva nuevamente a tema tales como los recursos humanos, quiénes son los que trabajan con los niños, qué formación tienen, qué supervisión tienen, qué incentivos reciben. Es la medición de resultados y la aplicación de procesos de control los desafíos que tienen Perú y todos los países de América Latina.
¿Cómo ve el papel de la sociedad civil en favor de la primera infancia en el Perú?
Es muy alentador y creo que en este tema, más que en cualquier otro, necesitamos de esfuerzos amplios en la sociedad, pues la infancia no puede ser solamente política estatal y depender de la gestión de servicios estatales, sino que estamos hablando de acciones que ocurren al interior del hogar, en la comunidad, en los barrios, y eso depende en gran medida de lo que nosotros como adultos hagamos junto a los niños. Y eso solo es posible si existe una sociedad civil motivada, con ideas claras y organizadas que empuje al Estado cuando se va un poco de curso, y que traiga las energías de los padres, tíos, vecinos y maestros para resolver el problema. En mi opinión este es el desafío número uno que tiene América Latina.
¿Se puede llegar a esa meta de reducir la desnutrición crónica al 6 por ciento y la anemia infantil al 19 por ciento, que hoy está en 43 por ciento?
El imponerse metas ambiciosas difícil de ser cumplidas es una parte importante del proceso, si nos ponemos metas fáciles y objetivos muy vagos no tendremos la disciplina para lograr las cosas, y no nos desafiará realmente a llevar el trabajo al límite. Creo que es una buena práctica establecer metas y que esas metas sean difíciles de ser cumplidas como para realmente generar el norte que nos guie en estos esfuerzos.
¿Cuál es el objetivo del foro “Agenda Regional de Desarrollo Integral de la Primera Infancia”?
Este foro es una oportunidad para que sociedad civil, los gobiernos, la academia y los organismos multilaterales conversen y lleguen a acuerdos en torno a los principios de lo que constituye una verdadera agenda regional para la promoción y desarrollo infantil. Hemos venido trabajando con grupos a lo largo y ancho del continente para conformar esa agenda, y este será el momento en el cual la presentaremos en sociedad y buscaremos formalizar el apoyo generalizado para esta agenda. He hablado con amigos de la sociedad civil, de la academia, del gobierno en todos los países de América Latina, y hay un hambre verdadero por encontrar una solución a lo que es un drama que es el pobre desarrollo infantil que enfrenta esta región. Hay un hambre, un deseo de cambiar las cosas, de colaborar, de encontrar soluciones prácticas y efectivas, y el foro será realmente un espacio para plantar esta agenda.
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