ÍNDICE
Comparta sus comentarios
Links que vale la pena visitar
OPINION
Compartir en facebook

¿La infancia es una prioridad en estas elecciones? ¿Los candidatos lo saben?

Estamos ante un nuevo proceso electoral. En octubre son las elecciones regionales y municipales, y en abril del próximo año los comicios presidenciales y parlamentarios. Esta es una ocasión y una nueva oportunidad para tercamente insistir en reflexionar sobre la realidad social de nuestro país y cuáles deben ser nuestras prioridades. Para las elecciones de octubre tenemos más de 300 candidatos a presidir los gobiernos regionales, más de 1,800 postulantes a las municipalidades provinciales y más de 12,000 aspirantes a dirigir los municipios distritales.

La oferta de los candidatos ofrecen desde mejorar el caótico tránsito hasta obras de todo tipo; un festival de ilusiones. Pero, ¿y qué pasa con la deuda social acumulada con la infancia de nuestro país? ¿No deben ser ellos el asunto impostergable, la prioridad? ¿Esa prioridad se refleja en las ofertas electorales y en los “planes” de gobierno de los candidatos? ¿Los hay? La infancia y los niños no votan en las elecciones y, tal vez por eso, solo son usados como parte de la foto o el marketing electoral, pero son los grandes ausentes en las propuestas concretas de la mayoría de los candidatos. Pero nosotros, los ciudadanos, si votamos, sus padres sí votan y harían bien en exigirles a los candidatos que prioricen una agenda y un plan de gobierno que responda a la realidad que vivimos, antes de darles su voto, su respaldo.

A la hora de hacer el balance de logros y realizaciones de los gobiernos, se suman kilómetros de carreteras asfaltadas, plazas remodeladas, infraestructura física levantada, crecimiento económico, pero se dice muy poco, o casi nada, del real impacto en la reducción de la pobreza y el desarrollo social. Ahora que estamos ante una nueva elección de autoridades es momento de preguntarse qué es más importante: ¿Asfaltar carreteras o eliminar la desnutrición crónica infantil? ¿Remodelar plazas o mejorar la atención de salud y la calidad de vida de los niños? ¿Sembrar cemento o sembrar educación? Las carreteras son importantes, pero sin niños bien nutridos y bien educados nunca podremos tener un desarrollo sostenible. Eso, lamentablemente, no parecen entenderlo la mayoría de los candidatos.

Ante los dos nuevos procesos electorales que tiene el país por delante, resulta urgente hacer un gran pacto social para priorizar en la agenda política el desarrollo de la infancia. Lo primero que debemos exigirles a los candidatos que aspiran a tener responsabilidades de gobierno, es que respondan qué programas tienen para el desarrollo de la infancia. Primero, deben pasar un examen para ver si conocen la realidad con rostro humano de las cifras de la pobreza y la situación de la infancia; cuáles son sus planes de inversión para combatir la desnutrición crónica infantil y mejorar la educación inicial y primaria de los niños; qué medidas adoptarán para evitar las muertes de niños que fallecen por causas prevenibles; qué acciones proponen para disminuir las desigualdades sociales; qué prioridad le dan al desarrollo humano, que comienza por garantizar un desarrollo adecuado de la primera infancia. Estos deben ser temas claves de la campaña electoral y parte fundamental de cualquier debate entre los candidatos.

El proceso electoral que ya se inició para elegir autoridades regionales y locales debe servir para poner sobre la mesa de discusión el rol de los gobiernos regionales y de las municipalidades en las tareas urgentes para el desarrollo de nuestros niños. Los gobiernos locales deben asumir protagonismo en las acciones a favor del desarrollo humano de sus comunidades. Tareas como combatir la desnutrición crónica infantil, darles a todos los niños el derecho a un nombre registrándolos al momento de nacer, asegurar acceso a la educación a los niños menores de 5 años, tienen en los gobiernos locales a un actor clave. Los candidatos están en la obligación de pronunciarse sobre estos temas y los electores tienen el derecho y la obligación de exigirles que lo hagan.

El Pacto Ciudadano por la Primera Infancia -que incluye diez metas a favor del desarrollo de la infancia, como eliminar la desnutrición crónica infantil y la mortalidad infantil por causas prevenibles; mejorar la cobertura y la calidad de la educación para la primera infancia; garantizar un presupuesto nacional, regional y local suficiente e intangible a favor de la primera infancia; priorizar a la infancia en las propuestas y planes de gobierno- debe ser la base para un compromiso de todos los candidatos a favor de la infancia, que incluya propuestas de acción concretas, cuyo cumplimiento pueda ser fiscalizado por los ciudadanos. Priorizar a la primera infancia no es solamente un compromiso ético y moral, es también tener vergüenza de seguir siendo cómplice de esta inequidad.

El Premio Nobel de la Paz, el Arzobispo de Recife, Brasil, el guía y maestro, Don Elder Cámara, nos solía repetir… “Cualquier cosa puede pasar, pero nosotros no podemos perder nuestro derecho a indignarnos”. Pasen la voz, hagan el examen, si sus candidatos no saben cómo enfrentar este desafío, CAMBIEN DE CANDIDATO. Tan simple como esto, ¡¡nuestro voto vale!!

Salvador Herencia, comunicador social y director de Salgalú comunicación y responsabilidad social.

IR AL ÍNDICE

inversión en la infancia
Av. José Ramirez Gaston 235 Miraflores. Lima, Perú | 422-4241 | contacto@inversionenlainfancia.net