“Los incendios siguen siendo una amenaza”

Mariano Castro, exviceministro del Ambiente en entrevista con Inversión en la Infancia responde sobre incendios forestales en el país.

¿Cuál es el balance actual de los daños causados por los incendios forestales en términos del impacto ambiental?

El balance, sin duda, es grave. Hay pocos precedentes respecto a la gravedad y la extensión de los daños, no solo ambientales, sino también sociales. Aunque la intensidad ha disminuido en algunas zonas, seguimos teniendo más de 10 días consecutivos de incendios en ciertos lugares. Es como ir a la guerra sin armas. Las brechas del Estado peruano en atender esta situación son enormes, y el costo social y ambiental es inmenso.

¿Hay información concreta sobre las áreas afectadas?

Aún no contamos con una cifra exacta de hectáreas de bosque, pastizales o cultivos perdidos. En cuanto al impacto ambiental, el daño es grave y extenso. En varias zonas, la población ha enfrentado serias dificultades para respirar debido a la contaminación del aire, con niveles peligrosos de material particulado que afectan especialmente a la niñez y a las mujeres.

Mencionó que la respuesta no se limita a controlar los incendios, sino que también se necesita remediación ambiental. ¿Hay recursos suficientes para esto?

Lamentablemente, no hay suficientes recursos. El Plan de Prevención de Incendios, aunque aprobado, requiere más inversión para ser implementado. El Ministerio de Agricultura, que es responsable de la cuestión forestal, debe liderar este proceso. Aunque se han anunciado inversiones en reservorios de agua en la zona andina, el problema en la Amazonía y otras áreas afectadas es más complejo y requiere una respuesta integral.

Como parte de una iniciativa ciudadana que se enfoca en la infancia, ¿qué apoyo considera necesario para las familias afectadas?

Este no es solo un problema ambiental, también es una emergencia social. La sequía, el calor extremo, y la contaminación del aire están afectando a las comunidades más vulnerables. Las infecciones respiratorias agudas, golpes de calor e incluso muertes se han registrado como consecuencia directa de los incendios. El Estado, tanto a nivel central como regional y local, debe asumir su responsabilidad y brindar un apoyo integral a estas familias, que ahora enfrentan una mayor pobreza e inequidad.

Finalmente, ¿cómo podemos prevenir que esta tragedia se repita en el futuro?

Necesitamos una visión común que integre el desarrollo rural sostenible y la protección de nuestro patrimonio natural y social, tanto en la Amazonía como en la zona andina. No podemos seguir enfrentando estas crisis sin una planificación adecuada. La deforestación, la minería ilegal y el abandono de la población rural son factores que agravan esta situación. Es crucial que el Estado priorice estos temas en su agenda y asigne los recursos necesarios para prevenir nuevas tragedias.