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ENTREVISTA
“La infancia no espera”Imagen: difusión.
En entrevista
con la Agencia de Noticias de la Infancia - ANI, Carlos Casas, economista y exviceministro
de Economía, aborda sobre los desafíos que quedan por delante tras darse a
conocer el incremento de la anemia infantil en el Perú. —Tras la subida de la anemia al
43.1 %, ¿está en la agenda local y regional la lucha contra la anemia en el
Perú? —Existe un trabajo que se debe realizar a corto y
largo plazo. A corto plazo, la prioridad es atender la necesidad de los niños,
brindarles la alimentación necesaria que disminuya el porcentaje de anemia con
sentido de urgencia. La infancia no espera, cada día que pasa pueden ser
afectados, ya que los niños con anemia se perjudican de por vida debido a que
su capacidad cognitiva no se desarrolla adecuadamente. —Y esto
condiciona su desarrollo… —Los condiciona y confina a tener pocas habilidades,
asimilar pocos conocimientos y caer en una trampa de pobreza que no se puede
permitir en el país, ya que la igualdad de oportunidades debe ser prioritaria. —¿Por qué no se están
ejecutando los recursos del canon minero en las regiones con mayor porcentaje
de anemia? —Lamentablemente,
no es políticamente atractivo. Por ello, hacer incidencia, mostrar las
estadísticas de anemia y sus efectos perniciosos es crucial. La población debe
jugar un rol importante al presionar a las autoridades. De la misma forma como lo
venimos haciendo desde el Grupo Impulsor Inversión en la Infancia, donde contamos
con profesionales que ponen el tema sobre la mesa, dejando de lado otras
cuestiones menos relevantes. —El Ministerio de Economía
anteriormente tuvo una actuación más directa en programas, ejecución de
presupuestos y el monitoreo de recursos. ¿Qué cree que ha pasado? ¿Se ha dejado
de lado esta actividad? —No
creo que se haya abandonado esta actividad. Siguen existiendo programas a favor
de la infancia y continúa siendo una prioridad para el Ministerio de Economía. —Entonces… —La dificultad radica en la falta de interés de los
operadores en los territorios para ejecutar dichos programas. A pesar de que se
destinan recursos, la ejecución es deficiente. El ministerio podría desempeñar
un papel más relevante en la capacitación del personal. —Ante el incremento de la
anemia, el sector privado como la Sociedad Nacional de Industrias, expresa su
preocupación. ¿A qué se debe esta inquietud? —Esta preocupación puede atribuirse, en primer lugar,
a la solidaridad y al compromiso con la reducción de la pobreza. Además, es
necesario considerar a largo plazo, ya que estos niños con anemia serán la
fuerza laboral del futuro, lo que reducirá el potencial de crecimiento
económico y afectará directamente a las empresas y a la economía en general. —El problema sigue siendo
latente —Existen dos dimensiones en juego. La ética: que
establece que todos deben acceder a una alimentación adecuada; y la
preocupación a largo plazo:, al tener a todas estas personas mal alimentadas,
se caerá en una trampa de pobreza y
no se contará con la mano de obra necesaria para seguir creciendo y reducir aún
más la pobreza. Eso nos preocupa. |