“Requerimos una gran movilización nacional a favor de la inversión por la infancia”

Entrevista: Carlos Noriega

Como un tema “absolutamente clave para el desarrollo de un país”, califica Max Hernández la necesidad de invertir en la infancia para que ésta tenga un crecimiento adecuado. El secretario técnico del Acuerdo Nacional precisa que destinar recursos económicos al desarrollo de la infancia no se debe entender como un “gasto social”, sino como una “inversión inmensamente rentable en el futuro”. El Acuerdo Nacional fue fundado el año 2001 como un foro que integra a representantes del gobierno, partidos políticos y representantes de la sociedad civil para adoptar políticas de Estado. Entre los temas abordados por el Acuerdo Nacional está el de la infancia y su desarrollo. En la siguiente entrevista, Max Hernández destaca la importancia de la iniciativa del Grupo Inversión en la Infancia para incluir el tema de la infancia en el centro de la agenda nacional, y se refiere a los objetivos trazados por el Acuerdo Nacional a favor de la infancia.

¿Cómo observa la iniciativa del Grupo Inversión por la Infancia para promover la inversión a favor del desarrollo de la primera infancia?

La inversión por la infancia es un tema absolutamente clave para el desarrollo de un país. Si este grupo que ha tomado con pasión este tema lleva al país a ver la necesidad de invertir en la infancia, estará haciendo una gran contribución a su desarrollo. Lo importante de esta idea es que concibe las acciones a favor de la infancia como una inversión y no como un gasto. Hay que pensar con un nuevo concepto de inversión, que es un concepto revolucionario.

¿Cuál es el rol que puede desempeñar el Acuerdo Nacional para promover la inversión por la infancia?

Lo que nos ha parecido singularmente interesante en la propuesta del Grupo Inversión por la Infancia es el haber dado en el clavo al hablar de un compromiso para invertir en la infancia. Estamos iniciando una vasta campaña para entender la necesidad de invertir en nuestra infancia, porque si no lo hacemos no estamos manteniendo nuestro capital humano y no va a haber calidad de vida sostenible. Si queremos tener un capital humano necesitamos invertir en la infancia, para que los niños coman y estudien bien. Nutrición y educación son cosas fundamentales.

¿Qué avances ha logrado hasta ahora el Acuerdo Nacional en este tema?

En el Acuerdo Nacional la preocupación por la infancia ha tenido múltiples expresiones. Desde su creación, una parte importante de su objetivo de lucha contra la pobreza ha estado muy centrado en el tema de la infancia. En abril de 2004, el Acuerdo Nacional hizo una declaración sobre la infancia que comprende una serie de puntos, el primero de los cuales era hacer efectivo el reconocimiento de los derechos del niño. Inmediatamente después de esta declaración, suscribimos un pacto social de compromisos recíprocos por la educación, que era muy ambicioso porque implicaba, como primer punto, una movilización nacional por aprendizajes de calidad. Todo esto culminó a fines de 2005 en el compromiso por la mejora inmediata en la calidad del gasto, que implica que determinadas políticas sociales deben estar blindadas frente a cualquier eventualidad en las condiciones del presupuesto nacional. Estos tres momentos marcan con mucha claridad el compromiso del Acuerdo Nacional con la infancia.

¿Cuánto se ha avanzado en cumplir esos objetivos a favor de la infancia tomados por el Acuerdo Nacional?

El Acuerdo Nacional tiene entre sus obligaciones efectuar el seguimiento al cumplimiento de los acuerdos que toma. En los últimos años ha habido una transformación muy importante en el Perú, que va desde el impulso a un presupuesto por resultados, a comprender la necesaria reforma del Estado para que sus organismos tengan eficacia y eficiencia en el manejo del gasto, pero nos hemos tropezado con dificultades. Se ha avanzado, pero no se han cumplido todas las metas…

¿Cómo hacer para incluir el tema de la inversión por la infancia en un lugar protagónico en la agenda política?

Eso es algo fundamental. Este tema del desarrollo de la infancia se conoce, se han impulsado acciones, pero no llega a tener el nivel de preocupación que debería tener. Se debe ver cómo hacemos, por ejemplo, para que la iglesia católica haga que en todos los sermones en las misas se diga algo sobre la desnutrición infantil, que los evangélicos hagan lo mismo, que la CGTP en una marcha diga ‘piensen en nuestros niños’.

¿Cómo lograr eso?

No tengo una fórmula para lograrlo. Debemos ver cómo galvanizamos la preocupación por la infancia, que es una apuesta esencial. Los resultados de esta apuesta los vamos a ver en el largo plazo. Debemos plantear el objetivo de que los niños y las niñas peruanos desarrollen al máximo sus capacidades. Uno de los temas fundamentales de la inversión por la infancia es desaparecer, hasta donde sea posible, la desnutrición crónica infantil.

En regiones como Huancavelica más de la mitad de los niños sufren de desnutrición.

Así es. Las cifras nacionales, que son un promedio de todo el país, ocultan realidades como las de Huancavelica y otras regiones. Ahí, resolver el problema de la desnutrición infantil tiene que ver con una auténtica eficacia de la descentralización. Debemos imaginar cómo impulsar los recursos naturales y las capacidades locales en estas regiones. El tema de la desnutrición infantil y de la inversión por la infancia no es solamente que el Estado invierta por la infancia, o que existan mecenas que inviertan por la infancia, también es un problema de cómo le hacemos ver al habitante pobre de Huancavelica que los niños necesitan un cuidado particular, cómo movilizamos los recursos que ahí existen, cómo impulsamos la productividad local, las ventajas locales. Hay que promover la capacidad emprendedora de la población, especialmente en las regiones donde está más concentrada la pobreza y la desnutrición infantil.

¿Cómo ha evolucionado el desarrollo humano en el país en los últimos años?

El desarrollo humano no puede ser medido con una óptica puramente economicista. Las Naciones Unidas han jugado un papel muy importante en este tema. El Acuerdo Nacional ha conseguido la inclusión del índice GIM de desarrollo humano, porque nos damos cuenta que el Perú es uno de los países más desiguales en una región escandalosamente desigual como es América Latina. Con la inclusión del índice GIM se ha logrado que se vea que el crecimiento solo no es suficiente, lo que, ciertamente, no significa que no se requiere crecimiento. Hemos avanzado en la reducción de la pobreza infantil…

Pero podría haberse avanzado más.

Sin duda. Se puede hacer mucho más. Y se tiene que hacer mucho más. Hay que impulsar la inversión en la infancia, porque no se trata solamente de un gasto social como algunos quieren ver, sino que se trata de una inversión absolutamente necesaria desde la perspectiva ética, pero además inmensamente rentable en el futuro. Requerimos una gran movilización nacional a favor de la inversión por la infancia.