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NOTICIA
Estructura centralista del presupuesto y falta de articulación son dos graves problemasDescentralización efectiva y una Autoridad para la Primera InfanciaUna descentralización efectiva de los presupuestos y la gestión de los programas para la primera infancia, y una autoridad que articule y coordine estas acciones, son temas centrales para mejorar las políticas públicas a favor de la primera infancia.
Autoridades y especialistas coinciden en que la falta de coordinación y articulación entre los distintos sectores y niveles del Estado –gobiernos nacional, regionales y locales-, ha llevado a una duplicidad de esfuerzos y presupuestos, y ha sido un obstáculo para conseguir mejores resultados en las políticas y programas para la primera infancia.
La centralización del presupuesto afecta seriamente la capacidad de los gobiernos regionales y locales para atender las necesidades de los niños. Esta centralización presupuestal se ha agudizado en los últimos años.
El Presupuesto de la República de este año concentra en el Ejecutivo el 75,3 por ciento del total del presupuesto. Para los gobiernos regionales se destina el 13,9 por ciento y para los más de mil ochocientos gobiernos locales solamente el 10,8 por ciento.
La propuesta de Presupuesto para el año 2017 que ha iniciado su debate en el Congreso mantiene esta estructura centralista. En el proyecto del Presupuesto 2017, el 74,1 por ciento va al gobierno central, el 15,3 por ciento a los gobiernos regionales y el 10,6 por ciento a los gobiernos locales.
Asegurar una adecuada asignación de recursos para las políticas y programas dirigidos a la primera infancia y su descentralización efectiva, es fundamental para mejorar los resultados de estas acciones. Las autoridades municipales tienen un rol central en la implementación de las políticas de atención a los niños, porque son las más cercanas a la población. Además de la provisión de recursos económicos, es importante garantizar el desarrollo de las capacidades de las autoridades nacionales, regionales y locales, para que puedan cumplir con eficiencia sus funciones.
Para terminar con el problema de la falta de articulación intersectorial e intergubernamental, se requiere contar con una autoridad para la primera infancia que, desde el más alto nivel del Estado y sin recargar más burocracia, se encargue de coordinar y articular la planificación y ejecución de las distintas acciones a favor de los niños. La sociedad civil debe tener una participación activa en la definición de las políticas públicas para la primera infancia y en su seguimiento.
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