Para la población el principal problema que afecta a los niños es la anemia y la desnutrición

La anemia y la desnutrición es percibido como el mayor problema que afecta a la infancia, según una encuesta nacional de IPSOS, realizada del 4 al 6 de mayo para el Grupo Impulsor Inversión en la Infancia. Uno de cada tres encuestados, el 31 por ciento, se pronunció en ese sentido y señaló que atender estos males debe ser una prioridad del próximo gobierno. 

Esto coincide con la propuesta de Inversión en la Infancia para que el combate contra estos dos graves problemas que afectan a la infancia sean una prioridad nacional con el objetivo de lograr su eliminación para el año 2021. 

Luego de la anemia y la desnutrición, vienen la violencia, la falta de acceso a agua potable y saneamiento, la mala calidad de la educación inicial y la falta de atención para los niños menores de tres años, como los mayores problemas para la infancia en ese orden, según la opinión de los encuestados. 

Los encuestados respondieron a la pregunta: ¿Cuál considera que es el principal problema que afecta a la infancia y debe ser atendido con prioridad por el próximo gobierno? Se trató de una pregunta cerrada en la que se plantearon opciones de respuesta, que son las mencionadas.  

Un 28 por ciento de los entrevistados señaló que la violencia que afecta a los niños es el mayor problema para la infancia; un 19 por ciento indicó que era la falta de acceso a servicios básicos como agua potable y saneamiento; para un 13 por ciento es la mala calidad de la educación inicial; y para el 7 por ciento la falta de cunas y servicios de atención para los niños menores de 3 años.

En Lima la población señala a la violencia contra la infancia como el mayor problema que afecta a los niños (33%), seguido de la anemia y la desnutrición (27%); mientras en el interior del país el orden se invierte: la anemia y la desnutrición son señalados como los mayores problemas para la infancia (33%) y en segundo lugar está la violencia (26%). 

En las zonas rurales, la anemia y la desnutrición son considerados por un mayor porcentaje de la población que en las zonas urbanas como el problema más grave para la infancia. Así, mientras a nivel rural el 38 por ciento señala a la anemia y la desnutrición como el mayor problema, en las zonas urbanas el porcentaje baja a 31 por ciento. 

Esto tiene que ver con que la anemia y la desnutrición infantil son mayores en las zonas rurales que en las urbanas. Por ejemplo, la desnutrición infantil rural (28,8%) es tres veces mayor que en las zonas urbanas (8,3%).

A nivel nacional, hay más de un millón de niños menores de cinco años con anemia y más de 400 mil con desnutrición crónica. 

La desnutrición en los niños menores de cinco años es 14,4 por ciento, según datos de la ENDES 2015. La anemia en los niños menores de tres años, según esta misma fuente, llega a 43 por ciento. Entre los niños menores de cinco años es 32,6 por ciento, de acuerdo, en este caso, a la ENDES 2015.   

El médico especialista en salud pública e integrante del Grupo Impulsor Inversión en la Infancia, Óscar Liendo, señaló que es “positivo” que la población identifique a la anemia y la desnutrición infantil como el mayor problema que afecta a la infancia. “Me parece positivo que haya mejorado la percepción de lo que necesitan los niños, debido al trabajo sostenido de muchas instituciones, como el Grupo Impulsor Inversión en la Infancia, que ha realizado esfuerzos para colocar este tema en la agenda ciudadana. Sin embargo, los problemas no se resolverán sin que el Estado haga una mayor inversión y tenga una política activa en el campo de la alimentación, sobre todo de los menores de cinco años”, afirmó el doctor Liendo. 

La encuesta de IPSOS revela que en la selva la mayor preocupación es la violencia contra la infancia. En esta zona del país, un 32 por ciento señala que la violencia que los afecta es el mayor problema para a los niños. A nivel nacional, esa percepción baja al 28 por ciento. Es en esta región del país donde hay más preocupación por la violencia que afecta a la infancia.

Estos datos de la encuesta de IPSOS sobre la percepción ciudadana coinciden con lo que señala la ENDES 2014, en la que se indica que cerca de la mitad de los niños del país (47,5%) que sufren violencia viven en la selva. 

Un 19 por ciento de los encuestados considera que la falta de acceso a servicios básicos, como agua potable y saneamiento, es el principal problema para los niños. 

De acuerdo a la ENDES 2014, una de cada cuatro viviendas a nivel nacional (24,3%) no cuenta con una fuente segura de agua, ni de saneamiento. En las zonas rurales este déficit alcanza el 37,5 por ciento, el doble que en las zonas urbanas.

Solamente el 41,5 por ciento de los 74 mil centros educativos públicos del país cuenta con todos los servicios básicos (agua, desagüe y electricidad). 

A pesar de los serios problemas en la calidad de la educación, solamente un 13 por ciento de los encuestados señala que la mala calidad de la educación inicial es el mayor problema para los niños.

A nivel nacional, según datos presentados hace unos días por el Ministerio de Educación, hay 180 mil niños que no acceden a educación inicial, es decir el 16,8 por ciento del total de niños entre 3 y 5 años. 

Entre los niños que sí asisten a educación inicial, considerada fundamental para el aprendizaje futuro y buen desarrollo del niño, hay serios problemas y grandes brechas de calidad. 

Según el Ministerio de Educación, solamente uno de cada tres niños que asiste a educación inicial alcanza el nivel esperado de desarrollo infantil temprano. 

Un 7 por ciento de los encuestados refiere la falta de cunas y servicios de atención temprana a los niños menores de tres años como el mayor problema de la infancia. Existe un gran déficit en la educación, atención y cuidado de los niños de esta edad: apenas el 5 por ciento del total de ellos reciben esta atención.

Los entrevistados fueron personas mayores de 18 años. El tamaño de la muestra es de 1813 casos y se llevó a cabo a nivel nacional, en zonas urbanas y rurales.  La encuesta se realizó del 4 al 6 de mayo. Los resultados tienen un margen de error de +/- 2,3 por ciento para los resultados totales y una confiabilidad de 95 por ciento.