Turbulencia

Por: Gloria Helfer*

Si con una imagen quisiéramos graficar este año transcurrido esta sería seguramente de turbulencia. Turbulencia de las aguas en los ríos de una naturaleza desborda, por naturaleza y por imprevisión. Turbulencia de humo de incendios y buses desbarrancados que cuestan vidas y revelan el caos normativo y la falta de control porque no hay institucionalidad sólida. Turbulencia de escándalos de corrupción en los más altos niveles de la clase política que nos ha gobernado y que desvelan una manera de operar instalada, en la cual los millones de dólares en coimas son lo cotidiano. Turbulencia y crispación en las relaciones entre ejecutivo y el parlamento que a veces parece el diario capítulo de “Combate” o “Esto es guerra”. Es cierto también que a cada una de estas turbulencias hay un buen viento: la solidaridad frente a los desastres naturales, los bomberos, la certeza de que es posible denunciar a los grandes, la voz cada vez más clara de la gente o el diálogo optimista en palacio.  La TV, la radio, las primeras planas de los diarios han recogido estas noticias.

Lo que nos preocupa es que ni la TV, ni la radio, ni la las primeras planas de los diarios recogen lo que sigue ocurriendo con los niños pequeños de nuestro país. ¿Qué turbulencia política ha causado que la anemia infantil haya  aumentado y que la desnutrición infantil sólo de haya reducido mínimamente, mucho menos de lo programado? Es muy bueno que se le haya asignado un presupuesto específico para combatir anemia y desnutrición infantil, pero se tiene que fortalecer la ejecución, la acción articulada para tener los buenos resultados y la rendición de cuentas de los resultados. ¿Qué impacto tiene que tengamos que repetir que solamente haya un 5.8% de cobertura de atención del primer tramo de la educación inicial, es decir, los niños de 0 a 3 años? ¿Qué titular provoca que siga habiendo un déficit enorme de profesores de inicial y que nuestros centros de formación docente no los estén preparando? Menos aún, formándolos con una especialización en atención integral de la infancia como se necesita. Estas  deberían ser nuestras primeras planas.

En Inversión en la Infancia nos sostenemos en la utopía de que un país "otro" es posible, un país donde los niños sean los privilegiados porque son atendidos, cuidados, educados, acariñados, alimentados y protegidos como tienen derecho. Pero esa es una utopía no sólo basada en esa imagen que atrae sino en la indignación, en la entraña revuelta por no poder soportar la situación de miles de nuestros niños hoy. Por eso sabemos que se puede lograr, pues la indignación es energía que junta para actuar. Muchas de las soluciones técnicas están a la mano, hay mucho de avanzado en la práctica de gobernantes cercanos que demostraron lo que es posible hacer exitosamente, en corto tiempo, sobre estos temas. Eso queremos escuchar en el discurso de nuestro presidente el 28 de julio: la política para la infancia concretada en el cómo, en cuánto tiempo, con qué y con quienes van a juntar esfuerzos para operar. 

El Papa Francisco nos visitará pronto, esa es una buena noticia. Sin haber dicho una sola palabra él ya nos ha mandado un mensaje con lo que ha decidido hacer cuando esté en el Perú. Va a visitar Puerto Maldonado y Trujillo, fuera de Lima. Con ello está haciendo explícito el mensaje evangélico, la principal atención que merecen los que más sufren, los que están excluidos, los desposeídos, los más pequeños. Escuchemos ese mensaje donde las acciones son la palabra.   

*Gloria Helfer, ex ministra de Educación e integrante del Grupo Impulsor Inversión en la Infancia.