Inclusión social: no se ha avanzado lo que se debería

Por: Gastón Garatea* 

En los últimos años se ha avanzado en el tema de inclusión social, pero no lo que se debería haber avanzado. Lo que pasa es que como país hemos estado muy ajenos a todos los temas de las políticas sociales, y al estar ajenos ocurre que estos temas no se tocan como se deberían tocar, con la importancia que se les debería dar, y al no tocarse los temas de políticas e inclusión social, estos temas desaparecen. Hay verdades que se saben pero que por sabidas se callan y por calladas se olvidan. Eso ha pasado con los temas referidos a la inclusión social.

No se ha avanzado todo lo que se debería haber avanzado, pero como país sí hemos avanzando algo en el tema de la inclusión social. Y no se ha avanzado más porque hay temas de inclusión social a los cuales las personas no quieren abrirse. Cuando se dice: ‘vamos a abrirnos para incluir a otra gente’, hay mucha otra gente que no quiere abrirse para que los otros sean incluidos. La cosa no es tan inocente, hay mucho interés en esta situación. 

Por ejemplo, si tengo un negocio donde le vendo cosas a la gente, pero resulta que estas personas después de un tiempo ya tienen estas cosas y pueden incluirse en todo lo que es el tema de la productiva, hay muchas personas que no van a querer abrirse para incluirlos.

Frente al tema de la infancia lo que hay es una falta de cultura terrible. No se les deja a los niños recibir las cosas a las cuales tienen derecho. El que el niño sufra de anemia o padezca de desnutrición crónica no es solo un problema de los niños y de sus padres, lo que es verdad, sino que también es un problema del Estado.

El Estado tiene que cuidar que no haya niños con desnutrición o con anemia en el país. Y el Estado tiene las posibilidades de arreglar esta situación para que no sigamos teniendo niños que no pueden desarrollar todas sus capacidades y, por lo tanto, estén condenados a la pobreza y la exclusión por culpa de la desnutrición y la anemia. Sobre todo teniendo en cuenta que en el Perú hay cerca de un millón de niños menores de cinco años con anemia y más de 380 mil con desnutrición crónica. Niños que están creciendo en desventaja. 

Estamos en un momento trágico de descubrir las cosas. El hecho que hayamos descubierto que hay un mal manejo de la gestión que viene realizando el Ministerio de Salud es una cosa buena. Ahora, el problema es que no basta encontrar lo malo, hay que ver qué bueno propone este gobierno. Eso es lo que nos falta. Pero que hayamos dado el paso de descubrir lo que funciona mal y hayamos sacado a los malos funcionarios de dónde estaban, creo que es un muy buen paso para salir adelante.

Este nuevo gobierno, principalmente en los ministerios de Desarrollo e Inclusión Social, Salud y Educación, está dispuesto a trabajar más en conjunto. Esto me parece un aspecto muy importante y necesario para no repetir las mismas acciones que no han venido funcionando en las gestiones anteriores: la mala articulación entre todos los niveles y entidades del Estado, que es un problema centenario en el país.

Un ministerio no tiene porque hacer todo. Lo ministerios tienen que dejar de trabajar como si fueran el único estamento que importa. Los ministerios tienen que trabajar articuladamente entre ellos y con los gobiernos regionales y locales.