Expertos opinan sobre Ley que prohíbe el castigo físico y humillante contra niños, niñas y adolescentes

Sobre la aprobación del reglamento de la Ley que prohíbe el castigo físico y humillante contra niños, niñas y adolescentes, opinan: Rosa Vallejos, coordinadora de Programas de Save the Children en Perú; Marlene Arroyo, directora de Incidencia en Políticas Públicas y Movilización de World Vision Perú; y Lourdes Febres, directora de Acción por los Niños.

“Lo importante del reglamento es que revaloriza la condición de persona de los niños, niñas y adolescentes. Porque la esencia de esta norma es reconocer la dignidad de este sector de la población. Asimismo, nos plantea la obligación de trabajar el uso del buen trato y la promoción de prácticas de crianza positiva. Por otro lado, nos pone el reto como sociedad a cómo actuar e intervenir frente a los altos índices de violencia contra los niños, niñas y adolescentes. El problema de la violencia no solo es una responsabilidad del Estado, sino también de la comunidad organizada, y esta norma nos pautea de una u otra manera cómo podemos hacerlo, nos da un primer alcance. Esto eso quiere decir que ya es hora que las autoridades y gobiernos locales empiecen a realizarlo. Las DEMUNAs (Defensorías Municipal del Niño y del Adolescente) con esta norma tendrán una situación especial porque se les encarga un funcional adicional a tener que atender esta problemática haciendo seguimiento de los casos, verificando la situación de los niños, niñas y adolescentes, y viendo cómo está el trabajo con los padres promoviendo el  buen trato hacia los niños, niñas y adolescentes. Por ello, es necesario que los gobiernos locales puedan fortalecer las DEMUNAs. Desde Save the Children estamos impulsando que el Perú se posicione como un país pionero en temas contra la violencia infantil”. 

“La violencia contra la los niños, niñas y adolescentes es una preocupación para toda la sociedad. En los últimos años se han dado avances pero estos han sido insuficientes para reducir los índices de violencia. Es importante que se haya dado este reglamento, pero ¿contamos con el presupuesto para realizar las distintas acciones que este reglamento nos señala? Se necesita de presupuesto para que realmente se puedan tener y cumplir con los planes y programas de formación y capacitación para el personal que se encargará de atender estos casos. Por otro lado, la escuela también cumple un papel muy importante, debido al rol que cumplen las unidades de tutorías dentro de los colegios, pero lamentablemente tampoco están capacitados correctamente. Los diversos esfuerzos que se vienen realizando para para formar a las familias en el uso del buen trato deben ser unidos y articulados. Asimismo, debemos reconocer que este reglamento revalora el tema de la familia y también la participación de la comunidad. Por eso, el Estado debe entender que no es el único actor que interviene en la lucha contra la violencia hacia los niños, niñas y adolescentes. Los propios niños deben indicar cómo quieren ser tratados y que sus padres se relacionen con ello. Además,  debemos tener un registro único de casos de violencia para de esta manera conocer la dimensión real que afecta la niñez y adolescencia. Hasta ahora lo que tenemos es solamente evidencia luego de la atención”.

“Lo que nos permite este reglamento es establecer los alcances necesarios para la eliminación del castigo físico y humillante hacia los niños, niñas y adolescentes e impulsar la disciplina positiva como método de crianza. Sin embargo, hacer este cambio no es simple ni sencillo, porque nos encontramos en un país con una cultura proclive al uso del golpe, al maltrato, es decir a la violación permanente de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Esto se da porque no se mira a este grupo de personas como sujetos dignos de protección y que derecho a contar con una crianza llena de amor, ternura y mucho cuidado. Por otro lado, todos los niveles del Estado, las organizaciones sociales y las empresas privadas, deben desarrollar un trabajo articulado orientado a la prevención contra el maltrato y al uso del buen trato hacia los niños, niñas y adolescentes. Tenemos que educar desde todos los sectores y no simplemente establecer campañas comunicacionales. Otro aspecto importante para la correcta aplicación de este reglamento es el presupuesto y la gestión de esos recursos, teniendo en cuenta que el índice de violencia que viven los niños, niñas y adolescentes está totalmente desbordado y no tenemos una capacidad de respuesta inmediata. Pero lamentablemente no se destinan todos los recursos que se requieren para realizar procesos de formación, capacitación de operadores y el  trabajo con las familias”.