Gobernabilidad social y política por la primera infancia

El padre Gastón Garatea, coordinador nacional del Grupo Impulsor Inversión en la Infancia, fue el expositor principal de la conferencia “Gobernabilidad Social y Política por la Primera Infancia”.  Los panelistas de esta conferencia fueron: Uriel García, médico y ex ministro de Salud; José Rivero,  educador y miembro del Consejo Nacional de Educación; Cecilia Blondet, directora ejecutiva de Proética; y Carlos Eduardo Aramburú,  antropólogo y profesor de la Universidad Católica, todos ellos miembros del Grupo Impulsor Inversión en la Infancia; y Hugo Díaz, presidente del Consejo Nacional de Educación.

“El principal objetivo de este encuentro es abrir un puente para un diálogo sincero y transparente entre las instituciones del Estado y la sociedad civil para ver qué es lo que se necesita hacer para que todos los niños tengan un desarrollo pleno y qué se necesita hacer para lograr eso. No es posible que en un país pujante como el Perú más de un millón de niños tengan anemia y más de medio millón tengan desnutrición. Nuestra prioridad es que las personas ejerzan su derecho a la felicidad. El asunto de la infancia no es solamente un tema del Estado, es un asunto de todos”, señaló en exposición el padre Gastón Garatea.

El doctor Uriel García puso énfasis en la importancia de la lucha contra la pobreza y de políticas para una distribución más equitativa de los ingresos para así mejorar la calidad de vida de los niños. “La pobreza de los niños de cero a cinco años todavía es mayor que el promedio de la pobreza entre los adultos. En el Perú no se ha curado una de las enfermedades más terrible que existe: la pobreza, que debe ser considerada como una enfermedad. Por esta pobreza los niños más pequeños que aún no saben defenderse son víctimas de anemia y desnutrición. Hay que otorgar justicia social y combatir la pobreza. Todas las enfermedades son mucho más curables cuando se combate la pobreza. No debemos olvidar que la pobreza es causa de muerte y potencia la aparición de otras enfermedades”.

José Rivero resaltó la importancia de una educación de calidad para todos los niños y de mejorar la atención educativa a los niños menores de tres años.  “En una sociedad como la nuestra, con marcada desigualdad social, la educación orientada a los niños pobres debe ser más concreta. Un problema serio de la educación de la primera infancia es que los niños de cero a tres prácticamente no son atendidos. La idea de universalizar la educación inicial se ha visto expresada en el aumento de los recursos presupuestales, sin embargo, solo se atiende al 78 por ciento de los niños y la infraestructura de la educación inicial es deficiente. Hay que hacer un esfuerzo más sustantivo para atender a los niños de cero a tres años. No habrá una educación inicial de calidad mientras subsistan en estado de abandono muchos de los programas no escolarizados para la educación inicial”.

Cecilia Blondet sostuvo que “estamos viendo problemas vergonzosos y muy serios en la infancia de nuestro país. Hay que hacer propaganda, poner sobre las cuerdas a los políticos para que el tema de los niños exista en su agenda. Pero también tenemos que trabajar con la sociedad, es ahí donde el Grupo Impulsor Inversión en la Infancia tiene relevancia, sobre todo para crear una cultura a favor de la infancia. Solamente insistiendo de esta manera, con propaganda, presiones y pactos a favor de la infancia podremos lograr revertir estas cifras que se han mostrado de desnutrición, anemia, entre otras, que a todos nos dan dolor”.

Por su parte, Carlos E. Aramburú indicó que el Perú destina a la inversión social un porcentaje bajo del PBI y destacó la necesidad de mejorar la calidad del gasto que se hace. “Tenemos que fregar e informar sobre algo (la infancia) que es invisible o que no le damos importancia. El Perú tiene como gasto social solamente algo menos de la mitad del promedio latinoamericano; solo gastamos el 3,7 por ciento del PBI en educación. Y no se trata de gastar más, sino de gastar mejor, y gastar en los niños no es gastar, es una inversión. Los actores principales para incidir directamente en la primera infancia son la familia, los vecinos y los municipios. Nuestro país está viviendo la crisis de la abundancia de recursos, pero nos está faltando tener una buena capacidad de gestión de esos recursos”.

“Poder priorizar a la primera infancia es factible en el país, pero necesitamos estrategias muy claras de focalización de la población que se va a atender. Necesitamos profesionales atendiendo a la primera infancia e infraestructura adecuada. Invertir en la primera infancia tiene efectos en la justicia, la estabilidad familiar, el desarrollo integral de las personas”, afirmó Hugo Díaz.