Situación de la primera infancia en el Perú

Los primeros años de vida son fundamentales y definen el futuro de una persona. En el Perú hay, según el INEI, alrededor de 3 millones de niños y niñas menores de cinco años. Cerca de un millón sufren de anemia y más de medio millón padecen de desnutrición crónica. La anemia y la desnutrición crónica afectan seriamente la salud y el desarrollo mental y físico de los niños.

Resulta preocupante que en el último año se haya incrementado la anemia infantil, que después de haber tenido un descenso de siete puntos porcentuales entre los años 2010 y 2011, el año 2012, según datos oficiales de la Encuesta Nacional de Hogares – ENDES 2012, se elevó dos puntos, pasando de 30,7 a 32,9 por ciento. Esto significa que en el Perú hay cerca de un millón de niños mayores de seis meses y menores de cinco años afectados por la anemia.

Este promedio nacional oculta realidades aún más graves en distintas zonas del país. En Puno, por ejemplo, seis de cada diez niños tienen anemia.

Desnutrición

La desnutrición crónica afecta, a nivel nacional, al 18,1 por ciento de los niños menores de cinco años, es decir, a más de medio millón de niños. Persisten grandes brechas en el país: Huancavelica es la región con el mayor índice de desnutrición crónica infantil: 50,2 por ciento; al otro extremo se ubica Tacna, con 3,1 por ciento. Mientras a nivel urbano la desnutrición crónica infantil es de 10,5 por ciento, en las zonas rurales se eleva hasta 31,9 por ciento.  

El último año se ha dado, a nivel nacional, un descenso en la desnutrición crónica infantil de 1,4 puntos porcentuales, pero para alcanzar la meta planteada por el gobierno para el año 2016 de bajar la desnutrición a 10 por ciento, se requiere una disminución anual mínima de 2 puntos porcentuales.

El Grupo Impulsor Inversión en la Infancia plantea como meta nacional, que trascienda a los gobiernos de turno, la erradicación de la desnutrición crónica y de la anemia infantil para el 2021, año del Bicentenario. Esta es una meta que parece alejarse, pero es factible de lograr con una real voluntad política para alcanzarla, al igual que las otras metas planteadas en el Pacto Ciudadano por la Primera Infancia.   

En los últimos años se ha incrementado el bajo peso al nacer en 16 regiones del país, entre ellas Lima Metropolitana. Este incremento, que genera serios problemas de desnutrición para el recién nacido, se ha concentrado en las zonas de mayor pobreza.

Educación inicial

Un adecuado ambiente familiar y una educación inicial de calidad son fundamentales para un buen desarrollo del niño en la etapa crucial de su primera infancia.  Sin embargo, hay un notorio déficit en la información necesaria a los padres para que estimulen un desarrollo autónomo de sus hijos.

Además,  en el país hay aproximadamente medio millón de niños entre tres y cinco años que no reciben educación inicial. Esto significa que uno de cada cuatro niños de esta edad no accede a educación inicial, lo que los pone en desventaja para su futuro.

Universalizar una educación inicial de calidad no solamente requiere mayor infraestructura, sino incorporar al sistema educativo más de 30 mil maestros formados para el nivel inicial y superar la actual deplorable situación de la mayoría de PRONOEIS en medios rurales.

Agua y saneamiento

El acceso a servicios básicos como agua potable y saneamiento es fundamental para la salud de los niños. De acuerdo a información oficial, el 21,1 por ciento de las viviendas del país carecen de agua potable o de acceso a una red pública cercana de agua potable, y el 40,7 por ciento no tienen servicio de saneamiento dentro o fuera de la vivienda. A nivel rural, este déficit se eleva al 34,3 y 87,3  por ciento, respectivamente.

Esto significa que en el país hay más de 1 millón 350 mil viviendas que carecen de agua potable y más de 2 millones 600 mil viviendas que no tienen acceso a servicio de saneamiento. Según datos del Ministerio de Educación, el 55 por ciento de las escuelas públicas no cuentan con agua potable.  

Presupuestos para la primera infancia

Los cuatro principales programas dirigidos a la primera infancia –Articulado Nutricional, de Salud Materno Neonatal, Logros de Aprendizaje e Identidad- tienen para el año 2013 un presupuesto conjunto de más de 4 mil 870 millones de soles. De este presupuesto, hasta el 31 de julio se había ejecutado el 51,5 por ciento. El gobierno central ha ejecutado el 50,6 por ciento y los gobiernos regionales el 53,6 por ciento de sus respectivos presupuestos en estos cuatro programas sociales.

En un posible escenario de limitación de los recursos públicos, es fundamental mantener un presupuesto adecuado e intangible para estos programas sociales, así como asegurar su gestión cada vez más eficiente e integrada.    

Invertir en la primera infancia es vital no solamente por razones humanitarias, sino para asegurar un desarrollo sostenible del país. Hay consenso de que la inversión en los niños y niñas es la más rentable para el desarrollo de un país. Esa debe ser la prioridad de todos: Estado, empresa privada y sociedad civil.