En el Perú hay alrededor de tres millones de niños menores de cinco años, de los cuales cerca de un millón tienen anemia y más de 380 mil sufren de desnutrición crónica. Estos son niños que verán seriamente afectado su presente y su futuro, al no poder desarrollar plenamente todas sus capacidades debido a estos males, lo que los deja en inferioridad de condiciones frente a otros niños. Ellos no tendrán las mismas oportunidades que otros niños.
De acuerdo a los resultados de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar – ENDES para el primer semestre de 2016, a nivel nacional cerca de la mitad de los niños menores de tres años, el 43,5 por ciento, sufre de anemia. Y entre los niños menores de cinco años, según la ENDES 2015, los últimos datos disponibles para los niños de esta edad, uno de cada tres, el 32,6 por ciento, padece de este grave problema.
Los promedios nacionales de anemia infantil, siendo altos, ocultan realidades bastante más graves en distintas zonas del país. En una región como Puno, por ejemplo, tres de cada cuatro niños menores de tres años, el 76 por ciento, sufren de anemia. En las zonas rurales, la anemia infantil llega al 52,3 por ciento, mientras a nivel urbano es 40,2 por ciento.
En los últimos cinco años, la anemia infantil en el país se ha incrementado, lo que resulta preocupante. Entre el año 2011 y el primer semestre de 2016, la anemia entre los niños menores de tres años se elevó de 41,6 a 43,5 por ciento. Y entre los niños menores de cinco años, en el periodo 2011 – 2015, la anemia se incrementó del 30,7 al 32,6 por ciento.
A diferencia de lo ocurrido con la anemia, la desnutrición crónica infantil sí ha disminuido en los últimos años, aunque a un nivel menor de lo esperado. De acuerdo a los datos de la ENDES para el primer semestre de 2016, el 13,5 por ciento de los niños menores de cinco años tiene desnutrición crónica. Esto significa que no se ha cumplido la meta del gobierno anterior de bajar la desnutrición infantil a 10 por ciento para el año 2016.
Aunque en los últimos cinco años disminuyó la brecha entre los sectores urbano y rural, ésta sigue siendo grande. La desnutrición infantil rural es tres veces mayor que la urbana: 27,2 por ciento en las zonas rurales y 8,1 por ciento a nivel urbano.
Huancavelica es la región del país con el mayor índice de anemia infantil. En esta región, el 34 por ciento de los niños menores de cinco años sufren de desnutrición crónica, un nivel significativamente mayor al promedio nacional.
De acuerdo a una encuesta de Ipsos, realizada en mayo de este año por encargo del Grupo Impulsor Inversión en la Infancia, la anemia y la desnutrición son percibidas por la población como el mayor problema que afecta a la infancia. Uno de cada tres encuestados, el 31 por ciento, señala que atender estos males debe ser una prioridad del gobierno.
Metas
El actual gobierno ha anunciado la meta de terminar con la anemia infantil y bajar la desnutrición entre los niños menores de cinco años a un nivel de 8 por ciento para el año 2021. El Grupo Impulsor Inversión en la Infancia propone lograr el objetivo anemia y desnutrición cero para esa fecha.
El combate contra la anemia y la desnutrición requiere una intervención multisectorial, que tiene que ver con una adecuada alimentación y entregar los suplementos de hierro, pero también con acceso a servicios básicos como agua y saneamiento, informar y trabajar con las familias, y hacer un oportuno control del crecimiento de todos los niños.
