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Terapista Ana Montero

“El entorno familiar en algunas culturas favorecería el abuso sexual”

Un difícil tema de tocar como “Abuso sexual: Sanación y repercusión” se trató en una nueva edición del programa La 1ra Infancia Primero, que se transmite a través de Salgalú TV Online (www.salgalu.tv), que tuvo como invitada a Ana Montero, Instructora de Meditación de Atención Plena, Terapista Contemplativa y Facilitadora del Final de la Vida.

“El abuso sexual es la objetivización sexual del cuerpo de un niño por parte de un adulto o mayor y esto genera un trauma que repercute en la vida de la persona abusada durante toda la vida ya que daña su cerebro, afecta su autoestima, lo vuelve una persona hipervigilante y desconfiada”, aseguró Ana Montero.

La especialista consideró que en algunas culturas el entorno familiar facilitaría el abuso sexual de parte de un propio familiar de la víctima, lo cual sostiene es más común de lo que se cree. “Hay culturas en las que el abuso contra los menores no es visto como algo malo” precisó.

“El incesto cambia el concepto del mundo de un niño y lamentablemente el entorno familiar a veces favorece el abuso ya que hay adultos que tienen poder y acceso sobre los niños, como tíos, primos, etc. El abuso sexual siempre pasa en un contexto social vulnerable para los niños” sostuvo. 

La terapista añadió que “el abusador podría ser el propio padre, y en esos casos, hay una responsabilidad también de la madre, ya que muchas veces no toma en cuenta lo que le dice o lo que le quiere decir un menor, no hace caso a sus opiniones, no lo atiende ni le hace caso, ese es un escenario ideal para que comience un abuso sexual”. 

Agregó que el abuso sexual no va a suceder mientras haya un adulto alerta. “Los adultos tenemos un pacto social con los niños y debemos proteger su integridad, mucho más si son niños de nuestro entorno familiar”, enfatizó.

En el caso de la rehabilitación, Montero señaló que lo primero es separar a la víctima del abusador, que incluso podría ser un adolescente, ya que “el abuso sexual se da cuando hay una diferencia de cinco años entre el abusador y la víctima”. Además, la especialista señaló que con la ayuda adecuada, un niño puede recuperarse del trauma que significa una violación, pero para eso se necesita un especialista adecuado. 

“Hay que utilizar técnicas para desterrar los recuerdos traumáticos, para que ese niño luego pueda ser un adulto normal. Además, para ellos es más fácil culparse de lo que pasó, por lo que debemos hacerles ver que ellos no tienen la culpa de nada. En el caso el abusador sea también una menor edad, él también necesita atención psicológica”, recomendó.


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