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NOTICIA
Cecilia Otea, Jazmine Casafranca, Roxana Ramírez, Celfia Obregón y Sofía MauricioMujeres opinan en el Día Internacional de la MujerCecilia Otea, representante del directorio de Flora Tristán; Jazmine Casafranca, oficial de programas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO); Roxana Ramírez, investigadora social del Centro de Estudios Sociales (CEPES); Celfia Obregón, presidenta de la ONG Asociación para el Desarrollo Sostenible - Aders Perú; y Sofía Mauricio, coordinadora de La Casa de Panchita, que agrupa a trabajadoras del hogar, opinan, cada una desde su campo, sobre la situación de las mujeres.
“Hay dos puntos que son claves para cambiar la situación de la mujer: la voluntad política y el presupuesto. Sin esto es imposible revertir esta situación. Por otro lado, tiene que haber una labor permanente de formación de funcionarios y autoridades para que estén en la capacidad de invertir y cumplir con el mandato que han asumido. La perseverancia de grupos de mujeres en los últimos 100 años ha permitido muchos cambios importantes. La articulación de muchas políticas públicas a nivel de salud, educación, acceso de justicia, la labor de medios de comunicación, pueden contribuir y cambiar la situación de la mujer. En relación al Plan Nacional de Igualdad de Género, los gobiernos regionales y gobiernos locales tienen la obligación de hacer la versión regional y la versión local de este plan. Tenemos que unificar la producción de datos, sobre todo de violencia contra la mujer”. “La educación sigue siendo una prioridad en la inversión en el sector rural, sobre todo si queremos mejorar la participación productiva de las familias, las condiciones de las niñas que viven ahí. Inversión en educación, acceso a la propiedad y a la tierra, acceso a bienes de capital, terminar con el tema de los ingresos diferenciados entre hombres y mujeres, y acceso a tecnología, van a mejorar el aporte de las mujeres campesinas en la producción de alimentos, su aporte a la economía y su calidad de vida. Si las mujeres ganan dinero, van a invertir en su familia, en que sus niñas y niños vayan al colegio, van a priorizar esas actividades. Las mujeres campesinas destinan sus ingresos en mejorar las condiciones de vida de su familia. El rol de la mujer campesina en la seguridad alimentaria es básico y estratégico”. “En el caso peruano no hay respaldo político a los pequeños productores agrarios, campesinas y campesinos, porque las políticas que están dirigidas al desarrollo productivo de pequeños productores campesinos no están bien armadas ni estructuradas, porque tienen que ver con varios sectores. Nosotros estamos trabajando varios proyectos que vinculan la participación de las mujeres que son productoras campesinas para entrar a mercados locales, dentro de un marco de comercio justo. Desde el lado del gobierno regional no hay respaldo a esto, del lado de los gobiernos locales sí existe respaldo. La ley del derecho a la alimentación y soberanía a la seguridad alimentaria debe ser de interés nacional”. “Siempre que tomamos cifras del país, aterrizamos en Huancavelica, que tiene los peores indicadores del país. Pienso que hay que trabajar mucho el tema de reagrupar a las familias y que el gobierno local esté ahí, que sea vivo. Tengo 30 años trabajando con comunidades y cuando hay una reunión es un mar de varones. Nosotros decimos ‘viene con su esposa’. Se debe trabajar con un enfoque de familia para ir a las niñas y a los niños”, señaló. Sofía Mauricio: “La ley que se dio el 2003 para las trabajadoras del hogar es un avance, pero hay mucho camino por recorrer para que se cumpla” |