Crecimiento económico e inclusión social

Entre el 15 y 19 de octubre se celebra en el país la Semana de la Inclusión Social, promovida por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social. Esta celebración, que lleva el nombre de “Socias” en reconocimiento al rol de las mujeres en el desarrollo del país, busca destacar la importancia de la inclusión social. En la siguiente nota presentamos un informe sobre la relación entre crecimiento económico e inclusión social en el país y los indicadores sociales que revelan las inequidades que existen en el Perú.

Pobreza

En los últimos cinco años el Producto Bruto Interno (PBI) del Perú creció alrededor del 40 por ciento, mientras la pobreza bajó en 11,5 por ciento, pasando de 39,3 por ciento el año 2007 a 27,8 por ciento en 2011. Esto revela que si bien la pobreza ha disminuido en los últimos años, ésta disminución pudo ser mayor por el importante crecimiento económico que ha tenido el país.

Aunque el promedio nacional de pobreza ha bajado, en el país hay más de 8 millones 300 mil personas que viven en situación de pobreza y un millón y medio en extrema pobreza. Y las brechas sociales, las diferencias entre las zonas urbanas y rurales, se mantienen. El grado de desigualdad en el Perú llega a 0.48, según el coeficiente GINI, mientras en países como Japón, por ejemplo, está en 0.24.  El coeficiente GINI va de 0 a 1, siendo 1 el grado mayor de desigualdad-
 
Mientras la pobreza urbana es de 18 por ciento, la pobreza rural llega a 56,1 por ciento. En el caso de la pobreza extrema, en la zona rural es quince veces más que en la zona urbana: 20,5 por ciento entre la población rural y 1,4 por ciento en el área urbana.

Las cinco regiones que tienen los porcentajes más altos de pobreza son Apurímac, Cajamarca, Huancavelica, Huánuco y Ayacucho, que tienen una importante población rural, en las cuales la pobreza está entre 53 y 57 por ciento.

Desnutrición infantil

Las brechas sociales se ponen de manifiesto en la situación de la primera infancia. En el Perú hay más de 630 mil niños menores de 5 años con desnutrición crónica, la que es significativamente más alta en las zonas rurales que en las urbanas.

Así, mientras el promedio nacional de desnutrición crónica infantil es de 19,4 por ciento, hay regiones, como Huancavelica, donde la desnutrición infantil supera el 50 por ciento, y distritos rurales, como Omacha, en Cusco, en los que el 80 por ciento de los niños menores de cinco años sufren de desnutrición.

Mientras la desnutrición crónica infantil rural es de 38,8 por ciento, en la zona urbana es de 14,1 por ciento.  Y entre la población indígena, la desnutrición crónica infantil se eleva, como promedio, al 50 por ciento.

Educación

La educación es un aspecto central para la inclusión social y en el Perú subsisten grandes brechas en acceso y calidad de la educación. En el país hay poco más de 785 mil niños y niñas que tienen entre 3 y 5 años que no asisten a educación inicial. El mayor déficit en la cobertura de educación inicial se da entre la población rural. Mientras en la zona urbana el 74,5 por ciento de los niños reciben educación inicial, en la zona rural el porcentaje de niños que acceden a educación inicial baja al 55 por ciento.

La falta de acceso a una educación de calidad de una gran parte de la población e inequidad que existe en este aspecto, se refleja en los resultados de la medición del rendimiento a los alumnos del Segundo Grado de Primaria. En la evaluación realizada en el año 2011 por el Ministerio de Educación, sólo el 13,2 por ciento de los alumnos alcanzó el rendimiento esperado en matemáticas. En el sector urbano, aprobó el 15,8 por ciento y en el rural apenas el 3,7 por ciento. En compresión lectora, a nivel nacional aprobó esta evaluación el 29,8 por ciento. A nivel urbano, la aprobación fue de 36,3 por ciento, mientras en la zona rural llegó a solamente el 5,8 por ciento.

Agua y Saneamiento

A nivel nacional, el 28,6 por ciento de las viviendas no tienen acceso a agua potable y el 34,9 por ciento no tienen servicio de saneamiento. Estos promedios nacionales ocultan las grandes brechas que existen en el país.

Mientras en la zona urbana, el déficit de acceso a agua potable es de 10 por ciento, en la zona rural este déficit se eleva al 60,4 por ciento. Y en el caso de acceso a servicio de saneamiento en las viviendas, en el área rural el 18,1 por ciento de las viviendas no tienen servicio de saneamiento, mientras el 78,7 por ciento de las viviendas rurales carecen de este servicio básico.