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En los últimos tres años más de 50 niños han muerto en Carabaya a causa del frío.

Carabaya: frío que mata por abandono

En Carabaya el frío golpea con fuerza. En esta provincia de Puno, de unos 76 mil habitantes y una población mayoritariamente rural dispersa en comunidades ubicadas a unos 4,500 metros de altura, en los últimos tres años han muerto más de 50 niños menores de 5 años a causa del frío. En lo que va de este año, han fallecido doce niños por esta razón.  Recorrimos las comunidades alto andinas de Carabaya, marcadas por la pobreza, y estos son los testimonios de sus pobladores sobre cómo los golpea el frío y el abandono.

“Dos niños por lo menos han muerto por frío… ¡En Pacaje nomás! ¡En la provincia cuánto habría sido! En esta zona el frío está llegando a 17 grados bajo cero. Los niños se enferman… no están adecuadas sus casas… hasta en la casa está haciendo hielo”, nos dice, a modo de recibimiento, Celestino Flores, alcalde del Centro Poblado de Pacaje, en el distrito de Macusani, capital de Carabaya.

Cayetana Vilca, pobladora de Pacaje, asegura que en las noches el frío “es insoportable”. “El frío se siente bastante en esta zona porque está cerca del nevado –dice Cayetana- en la sombra ya estaba congelando, se estaba hacienda escarcha dentro de la casa, de igual manera de día está haciendo escarcha”.

Duras condiciones en las que viven los pobladores de Carabaya
En la comunidad de Catacancha, donde se iniciará el proyecto Casas Calientes para reducir la mortalidad por el frío, Esteban Ramos camina bajo la lluvia helada para ir a cuidar las pocas alpacas que tiene. Vive de lo poco que le deja la venta de su lana. “Bastante frío hace y mis hijitos se han enfermado grave. Mi señora ahora está grave. Bastante frío hace y como vivimos en casita de piedra más frío hace. Los niños bastante han enfermado, de gripe, de neumonía, de diarrea”, relata Esteban Ramos.   A su lado, su hijo Reynaldo, de 14 años, asiente cuando su padre habla del fuerte frío. “Hace mucho frío en este lugar”, interviene Reynaldo.

Juan Paredes es comunero de Lacca Alccamarine. Ahí vive con sus cinco pequeños hijos. Todos viven en un cuarto con dos camas, paredes de piedra y barro y techo de paja. El aire helado se cuela con fuerza dentro de la casa. “En la noche hace mucho frío, los niños enferman de gripe y diarrea. Cuando llevamos al hospital no nos atienden rápido... Mi niñito se ha enfermado, hasta ahora está con tos”, cuenta Juan Paredes.

Uno metros más allá, fuera de la casa, su hija Sarela, de 8 años, juega con sus hermanitos con una pequeña casita de juguete que ella mismo ha hecho con adobe. Es una casita de dos pisos, paredes que se ven sólidas y techo de calamina. “Mucho frío hace cuando hay helada. Hacemos esta casita porque como en esta casa queremos vivir para cuando nos hace frío”,  nos dice Sarela, mostrando con una sonrisa la pequeña casita de adobe que ha construido para jugar y soñar en vivir en una casa igual.

Ver Aquí video con el reportaje completo sobre el frío en Carabaya

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