La desnutrición crónica infantil la cenicienta del Plan Nacional de Acción por la Infancia y la Adolescencia 2012-2021

Con la reciente promulgación del “Plan Nacional de Acción por la Infancia y la Adolescencia 2012-2021” (PNAIA 2021), se inicia un nuevo ciclo de acciones concertadas para la infancia y adolescencia, esta vez con un horizonte temporal al 2021, sumándose al Plan Bicentenario del CEPLAN. El PNAIA 2021 es la continuación de una larga cadena de políticas, planes, estrategias, iniciativas, programas, proyectos y sistemas creados al impulso de la Convención sobre los Derechos del Niño (1989), entre los que cabe destacar el Plan Nacional de Acción por la Infancia 1992 – 1995, que reconocía que “sin el bienestar de nuestros niños el progreso es imposible" e incluyó la meta de “reducir los niveles de desnutrición grave y moderada” entre sus tres grandes objetivos (Supervivencia; Desarrollo Infantil; y Protección Infantil). A esto se agrega los esfuerzos del Ministerio de Economía y Finanzas en los últimos años para dotar a la infancia de la prioridad programática y presupuestaria necesaria, que incluye desde el año 2008 el Programa Presupuestario Articulado Nutricional con un presupuesto anual cercano a los 1,200 millones de soles, con el objetivo específico de reducir la desnutrición crónica infantil (DCI).

El PNAIA 2021 establece con gran destaque el tema de la desnutrición crónica infantil al colocarlo entre sus cinco metas emblemáticas: “Desnutrición crónica de la primera infancia se reduce al 5%”. El PNAIA 2021 vincula como objetivo estratégico de la disminución de la DCI el “garantizar el crecimiento y desarrollo integral de niños y niñas de 0 a 5 años de edad”, que a su vez llevaría como resultado esperado a: “niños y niñas alcanzan un estado adecuado de nutrición y salud”. Esta visibilidad representa un avance frente al PNAIA 2002-2010, que identificaba a la disminución de la DCI en la meta 3: “Reducir en 20% la desnutrición crónica en niños menores de 3 años, en todo el país”, como uno de los resultados del producto “todos los menores de dos años acceden a la lactancia materna y alimentación complementaria óptima”.

Entre las estrategias de intervención del PNAIA 2021 sobresale la importancia dada a la promoción de la salud,  con  intervenciones dirigidas al desarrollo del cuidado en el hogar, pieza clave en la desnutrición infantil, según lo demuestran los estudios efectuados por el Instituto nacional de Estadística e Informática (INEI) sobre los factores de la desnutrición crónica infantil en el país.

Para que el PNAIA 2021 sea efectivo se requiere establecer el presupuesto necesario para contar con la infraestructura física y humana de servicios básicos necesaria en todos los ámbitos del territorio, lo que incluye asegurar la adecuación cultural de los servicios y el establecimiento de un sistema integrado de monitoreo, que actualmente depende fundamentalmente de las encuestas ENDES. Aspectos tan simples como la vacunación de la infancia medida a través del indicador “niños con todas las vacunas básicas”, revelan que menos del 50% de los niños y niñas menores de cinco años tenían las vacunas básicas completas para su edad en el 2010.

La meta de reducción al 5% de la desnutrición crónica de la primera infancia representa un notorio retroceso frente a la meta de eliminación virtual de la desnutrición crónica infantil del Plan de Gobierno 2011-2016, y a las sucesivas metas anunciadas posteriormente por varios ministros de Estado que fijaron metas de prevalencia de DCI del 10% y 5% para el final del presente período de gobierno. Puede argüirse que la meta de eliminación de la DCI fue fijada en un proceso que precedió a la promulgación del PNAIA 2021, pero plantea una contradicción y pone en entredicho saber cuál es la meta para este emblemático tema para el 2016.

Alcanzar la meta del 5% de prevalencia de DCI para el 2021 a partir del 15% actual (patrón NCHS), solo requiere de un promedio de reducción anual del 1%, inferior a la disminución anual de los últimos años, por lo que no se necesita de un esfuerzo adicional para ser alcanzada. Por este motivo, no responde a la definición de meta emblemática establecida en el propio PNAIA 2021: “aquella meta prioritaria y esencial para el desarrollo de la infancia y adolescencia, cuyo señalamiento tiene orientador, simbólico y motivador para la sociedad, y cuyo avance impulsa el cumplimiento integral del PNAIA 2021”. Por otro lado, la falta de metas intermedias para el período 2011-2016 coloca la reducción de la DCI sin meta concreta para el actual gobierno.  Definitivamente, nuestra infancia requiere de desafíos y compromisos más serios y significativos que esta exigua y tímida meta de reducción de la desnutrición crónica infantil del PNAIA 2021.


Oscar Castillo Velásquez, médico pediatra, especializado en derecho público internacional, gestión de proyectos y políticas públicas, miembro del Grupo Impulsor Inversión en la Infancia..