Balance del Programa de Acceso a la Identidad

A pesar de que el Programa de Acceso a la Identidad es el que tiene el mejor nivel de ejecución de su presupuesto entre los cuatro programas sociales prioritarios para la primera infancia, - en los años 2010 y 2011 el nivel de ejecución de este programa fue de 100 por ciento - existen regiones como Loreto con el 20,5 por ciento de los niños menores de 6 años, es decir 30 mil 795 niños, que no han sido registrados.

Este porcentaje de niños es significativamente mayor que el promedio nacional, que es de 5,9 por ciento, según el Infobarómetro de la Primera Infancia del Grupo Impulsor Inversión en la Infancia. A nivel nacional, son 241 mil 870 los niños y niñas sin partida de nacimiento. De otro lado, no hay información sobre la situación de 5 mil 448 niños, que representan el 3,6 por ciento de los niños menores de 6 años.

Esta situación impide que los niños que no han sido registrados luego de su nacimiento oficialmente no existan para el Estado y, por lo tanto, no puedan ser considerados beneficiarios de los programas sociales y tampoco pueden ejercer plenamente sus derechos.

Para atender esta problemática, el gobierno de Ollanta Humala inició la implementación del sistema de información para el registro del Certificado de Nacido Vivo en los establecimientos de salud,  según el cual se brindará en forma obligatoria a cada niño su certificado de nacimiento.

Para Germán Guajardo, director general  de la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo), a un año del inicio del gobierno de Ollanta Humala la situación del Programa de Acceso a la Identidad ha mejorado, sin embargo, señala que “falta mucho para concretar el reto de que cada niño que nazca en el país tenga su partida de nacimiento y documento de identidad”.

“Son positivos los avances que se han dado en cuanto al Plan Nacional de Acción por la Infancia. En cuanto a la Estrategia Nacional para la restitución de la Identidad también se está avanzando. Sin embargo, existen temas pendientes, como promover el deber de los progenitores de inscribir oportunamente a sus menores hijos, a fin de evitar posibles vulneraciones de derechos e incluso delitos como la trata de personas”, afirma el director general  de la Fundación ANAR.

En opinión de Guajardo, el reto de este gobierno es que al término de su periodo no exista ningún peruano sin identificación, porque “el derecho al nombre y a la identidad garantiza que se pueda acceder a otros derechos,  o programas sociales si son pobres”.