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ENTREVISTA
Gloria Montenegro: “No pierdan la esperanza y alcen su voz”
La exministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, miembro del Grupo Impulsor Inversión en la Infancia, reflexiona sobre la situación en la que el año deja a las niñas y niños del Perú. ¿Cómo evalúa la situación actual de la infancia en el Perú, considerando temas como salud, educación y derechos? Estamos cerrando este año con más de 12,000 denuncias de
violencia contra niñas, según las cifras del Siseve. Esto evidencia que nuestra
respuesta institucional sigue siendo insuficiente. Mirando hacia el 2025,
necesitamos un cambio profundo: una ciudadanía organizada, instituciones
fortalecidas y una inversión real en la infancia. Hablando de inversión, ¿cree que el presupuesto destinado a la infancia ha sido correctamente ejecutado? Lamentablemente, no. El problema no es solo la cantidad del
presupuesto, sino cómo se invierte. Muchos recursos no se han utilizado de
manera cualitativa, y eso lo vemos día a día en nuestras comunidades. Además,
las elecciones que se avecinan son una oportunidad crucial. Vamos a tener más
de 50 partidos políticos presentando planes de gobierno, pero la gran pregunta
es: ¿están priorizando a la niñez? En términos de educación, ¿Cuáles son los retos más urgentes que enfrentamos? Si la mesa no está llena, no hay aprendizajes. Es imposible
hablar de educación de calidad cuando más del 40% de los niños en zonas rurales
aún sufre desnutrición o anemia. El hogar y la escuela deben formar un binomio
inseparable que promueva una alimentación adecuada, prevenga riesgos y
fortalezca los aprendizajes. Pero esto no se logrará sin presupuesto. ¿Qué rol el próximo año deben jugar el sector privado, las ONG y la ciudadanía en general en este panorama? Todos tenemos un rol que cumplir. Desde el sector público,
necesitamos políticas claras y sostenibles. Desde el sector privado y las ONG,
se requiere una colaboración activa que complemente los esfuerzos del Estado. Pero,
sobre todo, la ciudadanía debe exigir resultados. Si queremos un país donde los
niños puedan crecer sanos y seguros, debemos organizarnos y hacer valer
nuestras demandas. Finalmente, ¿Qué mensaje les daría a las familias peruanas
que enfrentarán estos desafíos el próximo año? Les diría que no pierdan la esperanza, pero que también alcen su voz. La infancia debe ser una prioridad nacional, y eso comienza desde casa, desde la comunidad, y también desde nuestras urnas. Unidos, podemos construir un futuro donde nuestros niños no solo sobrevivan, sino que realmente prosperen. |