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ENTREVISTA
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Elena Valdiviezo, educadora y miembro de Inversión en la Infancia

"En esta campaña no se ha mostrado mayor interés por la infancia"

Elena Valdiviezo, catedrática de la Facultad de Educación de la PUCP y miembro de Inversión en la Infancia, opina sobre los problemas que enfrentan la infancia y niñez, en el marco de la agenda electoral donde partidos políticos no han mostrado su mayor interés. La educadora hace hincapié en el sector educativo y postula la idea de volver a la presencialidad.

¿Qué perspectiva tiene sobre los planes de gobierno con la educación de la infancia?

—Desde el punto de vista de la educación no se está tratando el tema de los niños pequeños. Esto viene desde hace mucho tiempo en que el niño pequeño de 0 a 3 años, el que más sufre de la anemia es invisible; nadie lo menciona y son pocos los programas que atiendan sus realidades. 

Si bien hay programas en el Midis para los niños de zonas rurales, niños aislados, pero en educación hay muy pocos programas para los niños más pequeños.

Si hay pocos programas, entonces serían los más afectados 

—Por supuesto, porque el niño necesita de experiencias más directas con la realidad y con otras personas, sus familias, los animales y las plantas, pero ahora ellos están encerrados en sus casas y los candidatos no mencionan este hecho. El mismo padre Gastón Garatea ha dicho que los niños no tienen voto, tampoco reclaman y no hacen marchas; entonces nadie los considera. 

Los niños con mayores posibilidades seguro tienen una casa, con jardín y pueden jugar y hacer diversas actividades lúdicas. Pero qué pasa con los niños de familias con menores recursos, de aquellos que viven entre cuatros paredes en los cerros que no pueden salir a ninguna parte. Cuál va a ser su visión de la realidad de los niños que nacieron en el 2018, porque esos niños, no conocen esta realidad, pues no salieron nunca. 

¿De qué manera serán perjudicados a largo plazo? 

—Este problema a va a ser de gran perjuicio de las capacidades infantiles, y esto tiene que ver con el cierre obligatorio e imprevisto de las escuelas. Otro perjuicio son las capacidades cognitivas de lenguaje, las habilidades sociales de los niños, guardar turnos y el respeto de género. Además, la formación de valores, ayuda social, de consideración entre otros aspectos, no se puede poner en práctica con esta situación. 

Pero están en familia…

—Si bien están en familia, pero no tienen contacto con niños o niñas de su edad, con los cuales deban practicar estos valores. Esta pandemia, aparte de hacernos ver a realidad que ya teníamos, nos está profundizando, y nos pone en la disyuntiva gravísima entre el encierro y aislamiento social, la salud y recuperación económica.

¿Cómo las madres que cuidan a sus hijos pueden ayudar en la economía familiar?

—Si queremos recuperarnos económicamente la mujer tendrá que volver a su trabajo -si hay reactivación- porque es necesario. Pero no descuidando a los niños porque ellos deben estar protegidos y educados, en lugares donde la madre tenga la seguridad de que su niño se encuentre bien mientras trabaja. 

Eso solo sería en los nidos o la escuela, ¿piensa en la prespecialidad?

—Hoy en día muchas directoras/res de jardines están pensando volver a la prespecialidad. Un argumento importante aparte de lo que está perdiendo el niño en su desarrollo, es por qué se abren casinos y no cunas. Hoy en día el Banco Mundial y Unicef están señalando la reapertura, y desde ya podemos ir pensando en esa posibilidad a pesar de la segunda ola, porque según los expertos, los niños pequeños contagian menos y cuando les da la enfermedad -en casos excepcionales- les da de manera más leve. 

En la India, por ejemplo, están tratando de recuperar clases porque, si bien, el no asistir a la escuela, significa que la pérdida sea mucho mayor.

¿Cómo atender la infancia de manera integral?

—Primero los partidos deberían proponer cosas concretas. No solo el qué y para qué, si no el cómo se hacen dentro de sus planes porque un plan no es una declaración filosófica. Tendrían que cumplir con algo que están proponiendo. 

Por otro lado, este tema hay que tratarlo de manera multidisciplinaria y los planes deberían contemplar todos esos aspectos en la disciplina, diversidad y dimensiones del niño. En particular estoy de acuerdo en el cambio que se hace en cada gestión, pero cada gerencia quiere ser Adán o descubrir América, que incluso les cambian el nombre.

¿Alguna referencia?

 —Sí. Antes teníamos los  Wawa Wasi (programa que promovía y ejecutaba servicios para el desarrollo integral de los niños menores de 48 meses en pobreza u pobreza extrema) tan bonita, como La casa del niño. Pero ahora, cambiarla por Cuna Más ¿por qué?, porque solo cambio la gestión y querían poner un nombre diferente.


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