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ENTREVISTA
UNICEF premió a Gastón Garatea, Uriel García, Alejandro Cussiánovich, Javier Abugattás y Manuel BelloReconocimiento a miembros de Inversión en la infancia por su trabajo a favor de los niños y niñasEn el marco del 25 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) premió a trece personalidades por su trabajo a favor de la niñez. Entre quienes recibieron este reconocimiento, estuvieron cinco miembros del Grupo Impulsor Inversión en la Infancia: Gastón Garatea, coordinador nacional de esta iniciativa ciudadana; Uriel García, ex ministro de Salud; Javier Abugattás, ex viceministro de Economía; y los educadores Alejandro Cussiánovich y Manuel Bello. Los cinco se pronuncian sobre este reconocimiento, la Convención sobre los Derechos del Niño y los retos para mejorar la situación de la infancia.
¿Cuál es el significado de este reconocimiento que le hace UNICEF por su trabajo a favor de la infancia?
Gastón Garatea (GG): Este no es un reconocimiento personal, sino un premio para el Grupo Inversión en la Infancia. Es darnos cuenta de que se pueden hacer cosas. Reconocer el trabajo de una iniciativa ciudadana como Inversión en la Infancia significa multiplicar muchas cosas. Nosotros hemos comenzado con la infancia, ahora nos están planteando una iniciativa ciudadana por la educación. El tema de la salud también es fundamental. El tiempo que se viene es muy importante.
Uriel García (UG): Es un triunfo que se reconozca el trabajo a favor de los niños. Con UNICEF tengo un vínculo desde 1982, cuando fui invitado por James Grant (entonces director de UNICEF) para exponer cómo se había reducido en el Perú la mortalidad infantil por deshidratación oral usando las famosas bolsitas salvadoras.
Javier Abugattás (JA): Es un reconocimiento a varias personas, pero que no son todas las que trabajan a favor de la infancia. Lo más importante es identificar que se requiere persistencia durante tiempos prolongados, y fijándose en la infancia y en las personas, para el desarrollo de las políticas públicas.
Alejandro Cussiánovich (AC):Todo reconocimiento a una persona es una forma simbólica de reconocer a mucha otra gente con la que uno trabaja. Este es un reconocimiento a un trabajo hecho con otras personas. Por eso este también es un reconocimiento a muchas otras personas que trabajan por la promoción, defensa y desarrollo de los derechos del niño. Esta es una tarea que todavía tiene más de deuda que de cumplimiento.
Manuel Bello (MB):Estoy muy emocionado por este reconocimiento, que es de enorme valor. Lo tomo como un reconocimiento y una valoración del trabajo hecho con equipos de personas a lo largo de muchos años, porque uno no hace las cosas solo, las hace colectivamente. Ahora me ha tocado a mí, en este reconocimiento, ser la figura que representa a estas colectividades. Me alegra mucho que se reconozcan los esfuerzos realizados para aportar con ideas y propuestas a la transformación de la educación, con una perspectiva de equidad, democracia, calidad, igualdad para todos.
Este reconocimiento se da en el marco del 25 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño. ¿Cuál es su balance de estos 25 años de este tratado internacional?
GG: Se ha progresado mucho. El hecho de que existan las DEMUNA (Defensoría Municipal del Niño y del Adolescente) es una maravilla. Que los niños se puedan quejar a alguien porque los profesores o sus padres los tratan mal es una maravilla. Hemos dado pasos bastante interesantes. Es verdad que las cosas no se cumplen en todas partes, pero se cumplen en muchas partes.
UG: Se está avanzando notablemente. El Perú está haciendo políticas de Estado a favor de la infancia, independientemente de los gobiernos que se sucedan. Hay políticas de Estado en las estrategias de vacunación, de rehidratación oral, que todos los gobiernos las han seguido. Eso es muy bueno.
JA: Hay muchas cosas buenas, pero las situaciones van cambiando y la Convención requiere observación de la realidad y actualización. Me preocupa que en el caso del Perú exista en este momento en el Congreso una propuesta que distorsiona parte del Código del Niño que es un derivado de la Convención sobre los Derechos del Niño. Hay muchos avances en la situación de la infancia, pero hay miles de cosas por hacer, y hay que evitar cometer errores como la aprobación de un Código del Niño tal como se ha propuesto en el Congreso.
AC: Indudablemente hay avances. Hace 25 años, cuando se enteró de la Convención sobre los Derechos del Niño, el poeta Arturo Corcuera dijo que era un nuevo pacto de amor con las infancias. Eso es lo que hay que hacer, un nuevo pacto de amor. Hay que revisar hasta qué punto este pacto ha logrado lo que se había propuesto. Hay cosas a nivel de la Convención que tienen que continuar siendo trabajadas. Y hay problemas nuevos que enfrentan las nuevas generaciones. Hay desafíos pendientes.
MB: El balance es muy positivo. Es muy importante para el Perú, y para el mundo en general, tener referentes, como la Convención sobre los Derechos del Niño, que nos marcan estándares de exigencia, requisitos que debemos alcanzar. En este caso, estamos hablando probablemente de uno de los asuntos de mayor importancia, de mayor trascendencia, en la vida de la humanidad, que es el tema y la problemática de la infancia. La existencia de esta Convención ha sido un reto, y al mismo tiempo un estímulo, que ha orientado los esfuerzos a favor de la infancia. En el Perú y otros países se ha avanzado muchísimo a partir de los desafíos planteados por la Convención.
¿Cuáles son los principales desafíos, los retos pendientes, para mejorar la situación de la infancia peruana?
GG: No solamente en los temas de infancia, sino también en los temas de economía, se necesita una humanización del gobierno, que el gobierno se dé cuenta de que hay que trabajar por hacer a los humanos más humanos. A mí me indignó cuando me enteré que los micronutrientes para combatir la anemia en los niños se habían quedado seis meses en un depósito y la anemia había aumentado. Eso no es humano. Lo denunciamos, pero no pasó nada.
UG:El principal reto pendiente es combatir una enfermedad que ataca especialmente a los niños, que es la pobreza. Ese es un tema que hemos visto en el Grupo Impulsor Inversión en la Infancia. La mortalidad infantil por causas prevenibles ha bajado notablemente, eso es maravilloso, pero ha aumentado la pobreza de los niños, y eso está causando daño a la infancia, especialmente a los niños de 0 a 5 años de edad. Hay que trabajar para eliminar la pobreza, para que haya más justicia social, eso es algo que todos debemos enfatizar.
JA: Hay retos de corto, mediano y largo plazo. Comenzaría por los de corto plazo. En noviembre y diciembre de este año hay los procesos de transferencia en los gobiernos regionales y locales. Algo que se puede lograr en meses es la eliminación de la anemia en los niños menores de cinco años. Eso se puede lograr con acción concreta en el territorio. Reducir la anemia infantil a cero en el primer semestre del mandato de una autoridad es posible. Los otros temas, como la desnutrición crónica o la mejora sustancial de la educación, de las condiciones de vida, de la calidad del agua, de la violencia, del transporte, pueden requerir más tiempo. Cada distrito del país debe hacer el esfuerzo para actuar desde el primer día en estos temas.
AC: El principal reto no está en el texto de la Convención sobre los Derechos del Niño, no está en el simple hecho de una legislación nacional. El principal reto es una transformación cultural y por lo tanto tiene ciclos más largos que 25 años. Podemos decir que todavía la Convención no logra hacer una propuesta que transforme el imaginario social, los patrones culturales. Ese es un compromiso de los Estados, pero eso supone reformas del Estado que no se han logrado, supone repensar la democracia cuando hablamos de la participación de las generaciones nuevas. Esta es una tarea de largo aliento. En base a lo avanzado hay aliento para decir que hoy se cuenta con más gente, con más fuerza, para irlo logrando, pero esa es una agenda pendiente, en el campo político, de las transformaciones culturales y del imaginario social.
MB: En el Perú tenemos mucho por hacer. En la educación tenemos que trabajar muy fuertemente para en muy pocos años universalizar la educación inicial con una educación de alta calidad para todos los niños y niñas de todos los lugares del Perú. Está pendiente ofrecer una educación de alta calidad. Si bien se ha avanzado mucho en la cobertura de la educación primaria, todavía tenemos mucha deserción escolar, mucha repetición, muchos niños y niñas que se atrasan y abandonan la primaria antes de terminarla. Debemos atender esa problemática, demos mejorar los aprendizajes, mejorar la calidad de los resultados que alcanzan los niños y las niñas, con una escuela pública que ofrezca una educación de calidad para todos, una escuela que integre a todos los niños y niñas del Perú para que aprendan a convivir juntos y tengan todos acceso efectivo a todos sus derechos. |