El Perú debe de asegurar desde ahora el financiamiento de la Educación para cumplir sus compromisos al 2030

El presupuesto y el financiamiento de la educación estuvieron bajo la lupa de especialistas durante el panel “Financiando el Futuro: Por más recursos para el Derecho a la Educación”, organizado por la Campaña Peruana por el Derecho a la Educación (CPDE) con el apoyo de la Oficina de la UNESCO en Lima, en el marco de la Semana Mundial por la Educación 2016.

Durante la presentación del evento, Madeleine Zúñiga, Coordinadora Nacional de la CPDE, destacó que el Perú, como Estado miembro de Naciones Unidas, se ha comprometido a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y ha aprobado el Marco para la Acción (MPA) en Educación al año 2030, y que debe de contar con el financiamiento debido.

“Está muy bien que nuestros países firmen compromisos internacionales, pero debe planearse con qué recursos cumplir estos objetivos desde un inicio. Si bien el plazo para cumplir con los ODS es de quince años, el financiamiento debe verse desde ahora,” señaló Zúñiga.

Destacó la necesidad de priorizar el financiamiento en el sector Educación, que debe entenderse como un derecho que muchos aún no ejercen, y la importancia de la recaudación de impuestos como fuente de financiamiento de la educación.

 “La recaudación de impuestos es una fuente clave para el financiamiento de la educación, por ello, la Campaña Mundial demanda una mayor justicia tributaria y la eliminación de mecanismos para evadir impuestos, exigencia que comparte la Campaña Peruana” puntualizó.

Durante su participación en el panel, el economista Hugo Ñopo, investigador principal de GRADE,  señaló que el presupuesto de educación dentro del presupuesto público, ha crecido un poco, pasó del 14,9% en el 2011 al 18% este año.

Precisó que si bien se registra un aumento en el gasto por estudiante, invirtiéndose $ 800 dólares por estudiante en el 2012 y hoy alcanza los 1100 dólares, esto es aún la tercera o cuarta parte de lo que invierten países como Brasil, México, Chile o Colombia; pero que aún así se debería obtener resultados más óptimos.

“Aún con esa inversión por estudiante, se debería tener mejores resultados. Ojalá el Perú se pareciera a Vietnam, país que es pobre e invierte tan poco como Perú, pero donde el desempeño es tan alto como el de los países de ingresos medio y medio alto, según los resultados de las pruebas PISA”, aseguró.

Y aunque en los últimos años se ha registrado un incremento del presupuesto en el sector, el especialista de GRADE indicó que se necesita una inversión más agresiva así como un pacto social que priorice la educación para enfrentar las grandes brechas en infraestructura y ofrecer salarios competitivos a los docentes, dos factores claves para mejorar los desempeños. Como ejemplo, solo 1 de cada 6 colegios tiene infraestructura escolar completa y el 80% de los profesionales en otras ramas gana más que los docentes.

 En su momento, Samuel Torres de la Dirección de Políticas y Estrategias de la Inversión Pública del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), argumentó que anualmente “se gastan 1500 millones de soles en programas sociales y se distribuyen millones de latas de conserva de pescado y leche, pero en ninguno se coloca que la educación es prioritaria. Hay que trabajar para colocar en el subconsciente de todos y todas que se tiene que priorizar la educación”.

Informó que en los últimos 57 meses de gobierno, el SNIP declaró viable proyectos de inversión pública en educación por 35,743 millones en los tres niveles de gobierno. “Hay un stock para tres años de proyectos de inversión en educación”, declaró, pero es necesario tener proyectos integrales que atiendan a las diversas necesidades de las escuelas: electrificación, saneamiento, espacios adecuados. Añadió que el MEF trabaja en este momento con el MINEDU para estandarizar indicadores de inversión vinculados a logros de aprendizaje.

A su turno, Magaly Robalino, representante de UNESCO en el Perú, presentó “La agenda Educación 2030” enfatizó la importancia de reconocer que los compromisos internacionales los asumen los Estados miembros, como el Perú, esto implica a los gobiernos, sociedad civil y organizaciones sociales.

Robalino brindó cifras alarmantes sobre las deudas en acceso a educación en el mundo y en América Latina. Si bien la cobertura en primaria pasa el 90%, solo el 18,3%, en promedio, culmina la educación superior o terciaria. A ello se suma que el 40% de la población mundial no recibe enseñanza en un idioma que hable o entienda.

La vocera de UNESCO destacó un tema medular: los docentes, su formación inicial y contínua y su reconocimiento social y económico.  “Los maestros se enfrentan al reconocimiento social y económico. Los países no han tomado el tema de remuneraciones como política de Estado sino solo como incentivos. Uno de los desafíos más importantes del financiamiento de la educación” señaló.

Dos estudiantes presentaron las necesidades de las instituciones educativas inclusivas y las escuelas rurales, desde su perspectiva. Beatriz Álvarez, de San Juan de Lurigancho dio su testimonio ilustrando los retos de infraestructura para alumnos con algún tipo de discapacidad física, mientras que Cledy Cusi, de Huancavelica, se refirió a la necesidad de capacitación de docentes, laboratorios, bibliotecas, movilidad para los alumnos que viven en zonas alejadas y alimentación para los estudiantes de secundaria rural, como en los colegios de jornada completa que pidió se extiendan a todos.

El panel concluyó con la participación de José Carlos Chávez, Jefe de la Oficina de Planificación Estratégica y Presupuesto del Ministerio de Educación, quién reiteró la necesidad de que el MEF brinde los recursos suficientes para lograr eficiencia en la transformación de la educación. “Se necesita incrementar la capacidad de gestión y un pacto social para cumplir las metas” destacó.