Trabajo infantil se ha incrementado en el Perú entre 1995 y 2011

“A pesar del importante crecimiento económico que ha tenido el país en los últimos quince años, el porcentaje de niños y adolescentes entre 6 y 17 años que trabajan se ha incrementado en 7 puntos porcentuales”, es una de las principales conclusiones del estudio “Balance del proceso de erradicación del trabajo infantil en el Perú 1995 – 2011”, de la organización Infancia & Políticas.

Este estudio, que fue presentado el 28 de agosto, y que es auspiciada por la Fundación Telefónica, a través del programa Proniño, tuvo como autores a Walter Alarcón, Carlos Ghersi, César Rodríguez, Isaac Ruíz, Moisés Siguas, Manuel Tristán, Juan Valero y Liliana Vega. 

En la publicación “Balance del proceso de erradicación del trabajo infantil en el Perú 1995 – 2011”, se señala que entre los principales factores del trabajo infantil están que éste es una de las múltiples formas en que se expresan la pobreza y pobreza extrema, y la falta de oportunidades para el desarrollo de millones de familias y niños. También se afirma que para que las políticas sobre trabajo infantil sean eficientes deben considerar la diversidad cultural del país. 

Los problemas más importantes, de acuerdo a esta publicación, para el incremento del trabajo infantil en el país a pesar del crecimiento económico, son: la debilidad de las políticas públicas para generar un entorno de crecimiento económico con equidad social; la prevalencia de una frágil cultura de derechos en nuestra sociedad; insuficiente compromiso político del Estado ante el trabajo infantil; la débil articulación del movimiento social contra el trabajo infantil; ausencia de información y políticas especificas en torno al trabajo rural tradicional; no se ha puesto interés en la participación de los niños, niñas y adolescentes que trabajan en los temas de su interés; el incumplimiento de las normas que prohíben el trabajo infantil y regulan el trabajo adolescente; los problemas en la institucionalidad publica para enfrentar el trabajo infantil; la carencia de instrumentos para el seguimiento del trabajo infantil.

Entre 1995 y el año 2011, el porcentaje de niños y adolescentes entre 6 y 17 años que trabajan se incrementó de 19,7 por ciento a 26,7 por ciento, de acuerdo a los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística a Informática (INEI), que recoge esta publicación.

Otra de las conclusiones de esta documento señala que “no se ha cumplido con erradicar el trabajo infantil en sus peores formas, ni se ha reducido en 50 por ciento el trabajo infantil, metas establecidas en el Plan Nacional de Acción por la Niñez y Adolescencia (PNAIA) 2002 – 2010”. Al haberse incumplido, estas metas han sido reiteradas en el PNAIA 2012 – 2021.   

Walter Alarcón, uno de los autores de este estudio, señaló que “esta publicación tiene como objetivo realizar un balance crítico de lo poco que se ha avanzado en la corrección de los principales problemas que mantienen esta alta tasa de trabajo infantil y adolescente en el país. Debe quedar claro que no basta que un niño deje de trabajar para que mejora su bienestar social, no por dejar de trabajar se mejora el rendimiento académico, se debe tener un mejor estado nutricional, entre otros factores, problemas que no se están atacando”.