Pacto Ciudadano por la Primera Infancia, Nuevas Autoridades y Vigilancia Ciudadana

Nos hemos venido acostumbrando a que en una campaña electoral los candidatos a autoridades suscriban pactos, asuman compromisos y hagan promesas. Acostumbrados también estamos a que dichas obligaciones sean incumplidas. El efecto es la escasa confianza entre el ciudadano y la autoridad, por la falta de credibilidad de esta última.

Por eso, es necesario generar una vigilancia ciudadana, entendida ésta como el seguimiento y la observación, en diferentes grados y desde diversos ángulos, de las obligaciones legales y de los compromisos asumidos, que sea efectiva y contribuya no solamente a la crítica sino al cambio y al real cumplimiento de lo prometido.

Ha sido importante que candidatas y candidatos hayan suscrito el Pacto Ciudadano por la Primera Infancia, que lo hayan mencionado en diversas oportunidades durante la campaña y que de alguna manera, todavía pequeña, esté en la agenda. Sin embargo, todo esto no es suficiente y consideramos que en este momento se está ante una situación crítica, porque se corre el peligro que este vital tema caiga en las acostumbradas promesas incumplidas.

En consecuencia, es responsabilidad de las autoridades, pero principalmente nuestra, como ciudadanos, que lo que se dijo y se suscribió se cumpla. Para esto sirve la vigilancia ciudadana.

En este sentido, los primeros pasos que deben realizarse para que esta relación ciudadanos que vigilan y autoridades que cumplen funcione, son los siguientes:

a)    Información oportuna y suficiente. Las autoridades y los ciudadanos deben conocer con exactitud los indicadores que nos muestren la situación actual en nuestra localidad, en localidades vecinas y en el país.  Por ejemplo, conocer los niveles de desnutrición, los de mortalidad de infantes, los presupuestos asignados a combatirlos, etc. Esa información debe ser actual y debe ser actualizada periódicamente.

b)    Los candidatos elegidos deben comprometerse concretamente en cómo van a atender cada uno de los puntos del Pacto Ciudadano por la Primera Infancia, esto es, qué acciones van a realizar, indicadores que van a utilizar y metas concretas que van a lograr. De nada nos sirve que nuevamente nos repitan que están a favor de este pacto. Nos interesa, por el contrario, que nos digan cuál es la situación actual, cuántas niñas y niños están afectados, en cuáles localidades, cuáles son las acciones a realizar, cuál es la estrategia, cuáles son las metas y cuál es el apoyo que se requiere de la población.

c)    Los candidatos elegidos y los ciudadanos deben conocer con precisión las experiencias exitosas, públicas y privadas, entre ellas las Buenas Prácticas en Gestión Pública que son conocidas alrededor del Premio, en la atención de la primera infancia, de tal manera que las autoridades sepan que pueden replicar y mejorar lo que ya está comprobado que funciona y que los ciudadanos podamos exigir que se apliquen esas recetas.

El tiempo corre en contra nuestra y también las posibilidades que un tema tan importante sea desplazado fácilmente por otros, y que la autoridad electa con buena intención de atender a la primera infancia, la deje al último, abrumado por los otros problemas, o que el candidato electo que utilizó la primera infancia como verso, pueda esconderse fácilmente entre la infraestructura que da más réditos políticos. De ahí, que como ciudadanos debamos, además de los primeros pasos acotados, tener una estrategia para lograr nuestro propio pacto con la primera infancia.